key: cord-0965053-fl7mt0yy authors: Torres, Luis Fernando Arriola; Taype, Kely Roxana Palomino; Castro, Laura Quintana title: Calidad de sueño y antojo por azúcares en médicos residentes durante la pandemia de COVID-19 en el Perú date: 2021-01-29 journal: nan DOI: 10.1016/j.neuarg.2021.01.004 sha: 25612764e579dbda44d41f2cbf659032f2769a95 doc_id: 965053 cord_uid: fl7mt0yy Background: During the COVID-19 pandemic, health workers, especially resident physicians, experience high levels of emotional pressure, workload, contagion risk, family isolation and physical fatigue. These factors could be associated with sleep disturbances, such as insufficient duration and unsatisfactory quality. Although there is no specific study on sleep problems in this population. Methods: Observational, prospective and analytical cross-sectional study carried out in 107 resident physicians who worked in national reference hospitals in Peru. The sleep quality was measured with the Pittsburgh index (PI) and questions about food cravings were included. The questionnaire was strictly confidential, informed consent was obtained from each participant. A univariate, bivariate and multivariate analysis was performed. Results: The mean age was 32.37 years, 54.6% were women, 52.3% worked in COVID-19 areas, 55.1% were displaced to other areas outside their specialty, 13,1% suffered from COVID-19, 11.2% were in home confinement; 68.2% reported that they had food craving (79.45% for simple sugars). The mean sleep time was 5.90 hours, the mean Pittsburgh index (PI) score was 8.03; 89.71% had sleep problems (PI> 4). An association was found between sleep problems (PI> 4) and food craving (p <0.001, OR 12.78 [2.58-63.21]) and perform other activities with having a sleep problem (PI> 4 ) (p = 0.037; OR = 4.34). Conclusion: Resident physicians have a high prevalence of sleep problems during the COVID-19 pandemic, which are associated with performing different activities within their training, and also problems are associated with food craving. En diciembre de 2019, surgió en Wuhan, China la actual pandemia de COVID-19, causada por un nuevo coronavirus denominado SARS-CoV2. Esta pandemia se ha extendido rápidamente por todo el mundo, produciendo un gran impacto social (1) . Al 18 de junio de 2020, se reportaron 8 565 345 casos y 455 481 fallecidos a causa de COVID-19 (2) . Actualmente, los trabajadores de salud, especialmente los médicos, están enfrentando esta pandemia y atraviesan grandes niveles de presión emocional, carga laboral, riesgo de contagio, aislamiento familiar y cansancio físico (3) . Estudios previos a la pandemia de COVID-19 ya reportaban que los médicos experimentaron altos niveles de estrés, con horarios de trabajo irregulares y turnos de trabajo frecuentes, y como consecuencia se sabía que presentaban alteraciones del sueño (4) . Era esperable, ya que mayores niveles de ansiedad se asocian a mala calidad de sueño (5) . Como consecuencia de la pandemia de COVID-19, en el Perú, al igual que en diferentes países del mundo, se han suspendido las actividades presenciales de atención ambulatoria y consultorio externo. Así también, los médicos con factores de riesgo, entre ellos adultos mayores y aquellos con enfermedades crónicas se han aislado en sus domicilios, quedando en su mayoría los médicos más jóvenes en la primera línea de atención de pacientes durante esta pandemia. De éstos, un número importante lo constituyen los médicos residentes, correspondiendo aproximadamente a 6 965 médicos a nivel nacional (6) (7) (8) . Aunque los médicos residentes están en una etapa de formación académica de especialización, que comprende la adquisición de competencias de índole asistencial, académica, de proyección social, de investigación y de docencia (9); con la pandemia del COVID-19, muchos médicos residentes han sido designados a actividades fuera de su programa de especialización, especialmente a la atención de pacientes con COVID-19. A raíz de la falta de personal médico, esta labor en muchos casos se ha realizado en ausencia de supervisión por parte de algún tutor. Por otro lado, las condiciones de aprendizaje y trabajo que implica esta etapa no siempre son las óptimas (9) . Un estudio descriptivo demuestra que los médicos residentes están sometidos a largas jornadas laborales, en algunas Page 5 of 19 J o u r n a l P r e -p r o o f ocasiones no contando con el equipo de bioseguridad completo, por lo cual tienen mayor riesgo de adquirir infecciones intrahospitalarias (9) . Estas condiciones podrían relacionarse con depresión, por ejemplo, un estudio realizado en Perú en médicos residentes muestra una prevalencia de depresión del 14,7% (9), además de altos niveles de estrés y ansiedad, que se asocian a mala calidad de sueño (5) . Aunque no hay un estudio específico sobre problemas de sueño en esta población, se presume que durante la pandemia han aumentado los trastornos de sueño en este grupo, pues se ha evidenciado alteraciones del sueño, como duración insuficiente y calidad insatisfactoria, en la población médica en el contexto de la pandemia (3). En consecuencia, sería importante identificar y tratar trastornos del sueño en ésta población, ya que las perturbaciones del sueño pueden ocasionar un funcionamiento físico y mental disminuido (3), además la interrupción del ritmo circadiano podría deteriorar la función del sistema inmune que aumentaría la susceptibilidad a infecciones, especialmente durante la pandemia de COVID-19 (10) ; e incluso, las alteraciones del sueño podrían llevar a consecuencias fatales, aumentando el riesgo de ideación e intentos suicidas (5) . Por lo tanto, se ha considerado realizar este estudio cuyo objetivo es describir las características de la calidad de sueño en médicos residentes de diferentes hospitales del Perú durante la pandemia de COVID-19. Diseño del estudio y muestreo: El presente estudio es observacional, prospectivo y transversal analítico que se realizó entre el 01 y 11 de julio de 2020, en 111 médicos residentes que laboraban en hospitales de referencia nacional, de los tres subsistemas de Salud en el Perú (Seguridad Social, Ministerio de Salud y Sanidad de las Fuerzas Armadas y Policiales). Se incluyó a médicos residentes del primer al quinto año de formación académica tanto de especialidades clínicas y quirúrgicas; quienes trabajaban en diferentes servicios destinados a la atención de pacientes COVID-19 y/o no COVID-19. Definiéndose trabajar en el área COVID-19 a los que se encontraban en al menos una de estas 3 áreas: áreas críticas de emergencia, unidad de cuidados intensivos y salas de observación u hospitalización destinadas exclusivamente a la atención de pacientes COVID-19. Así mismo algunos médicos residentes cursaron un confinamiento domiciliario. Todas las preguntas fueron referidas al mes previo del estudio. además, se incluyó preguntas sobre la necesidad de comer más o antojo por alimentos, especialmente de azúcares simples. El IP incluye preguntas sobre calidad del sueño, duración del sueño, latencia del sueño, eficiencia habitual del sueño, trastornos del sueño, uso de fármacos para dormir y disfunción diurna. El puntaje varía de 0-20, la puntuación más alta indica baja calidad de sueño, los pacientes con puntuación mayor de 4 en dicha escala fueron considerados con presentar "problema del sueño" y con una puntuación mayor a 7 con "problema de sueño que requería tratamiento médico". El cuestionario fue estrictamente confidencial, se obtuvo el consentimiento informado de cada participante. Se invitó a los médicos residentes a través de mensajería de WhatsApp y Messenger. sueño que necesitan tratamiento médico (IP>7). No hubo diferencias significativas entre presentar problema de sueño (IP>4) con estar en área COVID-19 (p=0,26), con aislamiento domiciliario (p=0,44), con estar en área critica (p=0,69), con haber padecido COVID-19 (p=0,69), con el sexo (p=0,19), ni con el tipo de especialidad; sin embargo, si se encontró diferencias estadísticas entre tener problema de sueño (IP>4) y estar realizando otras actividades fuera de la especialidad Se halló una prevalencia de problemas de sueño del 89,71%, la cual es una cifra elevada; un estudio realizado en China en el contexto de la pandemia encontró 78,4% de pobre calidad de sueño (IP>6) en profesionales de salud de primera línea (4), pero nosotros utilizamos como punto de corte IP >4, lo que podría haber influido en el mayor porcentaje de problemas de sueño, sin embargo, esta no deja de ser muy alta, más aún si lo comparamos con estudios en población general en el mismo contexto, donde se encontró un 36,38% de problemas de sueño (IP>5) en la población general (12) . Aunque, los resultados encontrados son variables. Por ejemplo, otro estudio en China halló una prevalencia de 18,4% de profesionales de la salud con pobre calidad de sueño (13) . Considerando estudios sobre insomnio, nuestros resultados siguen siendo elevados, de esta manera un estudio realizado en China halló una prevalencia del 34% (14), y otro estudio en Italia encontró una prevalencia de 8,27% en personal de salud (15) . Aun si solo J o u r n a l P r e -p r o o f consideramos problemas de sueño que requieren tratamiento médico (IP>7), la cifra continúa siendo alta (55,21%). Estas cifras podrían ser más elevadas en los médicos residentes, ya que, a diferencia del resto del personal de salud, tienen además una responsabilidad académica. La calidad de sueño depende de varios factores, entre ellos el estrés psicológico, y los consecuentes niveles de síntomas depresivos y ansiosos que pueden estar presentes; así también, las horas de sueño insuficientes pueden afectar la salud física y psicológica, pudiendo resultar en aparición de trastornos somáticos, mentales o desadaptación social. Específicamente en la población médica es frecuente encontrar problemas mentales en relación con una inadecuada calidad de sueño, comenzando esto desde estudiantes, como muestra un estudio realizado en Perú, donde quienes padecían depresión, ansiedad y trastornos de estrés tuvieron 23%, 32% y 26% más de probabilidad de ser malos dormidores respectivamente (16) . Existe un gran impacto psicológico a raíz de la pandemia, por ejemplo, diferentes estudios encontraron porcentajes importantes de depresión y ansiedad, incluso en la población general (17) , los cuales también pueden relacionarse con alteraciones del sueño. Además, el personal de salud se enfrenta a una gran presión, con altos niveles de estrés, debido a los sentimientos de vulnerabilidad frente al riesgo de infección (de ellos y consecuentemente de su familia), sobrecarga laboral, frustración, estigma hacia ellos, cambios en el trabajo, aislamiento, etc. (14) (15) (17) (18) (19) (20) , lo cual puede llevar a problemas de salud mental, entre ellos: miedo, ansiedad, depresión, y alteraciones del sueño (13) . (16, 20) , lo que significa que la cantidad y calidad de sueño podría verse empeorada en la situación actual. En la presente investigación no se halló significancia estadística entre trabajar en área COVID-19, área crítica ni tipo de especialidad con problema de sueño, a diferencia de un estudio realizado en China, que halló que el encontrarse en primera línea (trabajo en área COVID-19) sería un factor independiente para ansiedad, depresión e insomnio, encontrando puntajes más altos para el Índice de Severidad de Insomnio (Insomnia Severity Index -ISI) en profesionales de primera línea vs los de segunda línea (6.0 vs 4.0, OR 2.97) (14) . Sin embargo, mencionaremos un estudio realizado en China, que indica que no encontraron asociación entre síntomas de ansiedad y exposición a COVID-19, posiblemente porque más del 70% tenía el temor de que un familiar se contagie, pero, pensaban que si ellos se contagiaban superarían la enfermedad (17); es así que, se puede deducir que los niveles de estrés y ansiedad pueden encontrarse en igual medida en ambos grupos por la incertidumbre y preocupación del contagio de un familiar ya que en el momento que se recolectó los datos de este estudio, en Perú los casos de COVID-19 eran en su mayoría comunitarios y las cifras estaban en pleno ascenso (2), además los equipos de protección personal no eran completos para ambos grupos (22) . Se halló significancia estadística entre estar realizando otras actividades fuera de la especialidad y problemas de sueño (p=0,037; OR=4,34). Se ha descrito que los cambios en el trabajo podrían relacionarse directamente con estrés (14) y un estado de hipervigilancia que podría conllevar aumento de la latencia del sueño (16) . En esta pandemia, muchos médicos residentes realizaron otras actividades diferentes a las de su especialidad por falta de recurso humano en Perú (23), lo cual incrementa el estrés, por no desempeñarse en su área, no desenvolverse con la experticia esperada, perder de rotaciones y prácticas propias de la especialidad y el hecho de estar invirtiendo tiempo en otras actividades que no le incrementarán conocimientos teórico-prácticos a su área de posterior desempeño profesional, quizá incluso, cuestionándose la calidad de especialista que llegarán a ser. No se halló significancia estadística entre estar en aislamiento domiciliario con problemas de sueño, sin embargo, era esperable encontrar una asociación entre los problemas se sueño y el aislamiento domiciliario; pues, está descrito que la cuarentena incrementa la posibilidad de problemas emocionales, ya que en En este estudio no se halló significancia estadística entre haber padecido COVID-19 y problemas de sueño, como un estudio señala que la mayoría de los encuestados cree que superará la enfermedad sin problemas (17) , lo cual significaría bajos niveles de ansiedad y menores alteraciones del sueño. También, cabe mencionar que la proporción de médicos residentes que padeció de COVID-19 no fue muy elevada (13,1%), lo cual del mismo modo podría influir en nuestro resultado. Tampoco se halló significancia estadística entre sexo con problemas de sueño; a pesar de que en la población general es usual que los problemas de sueño se presenten mayormente en mujeres; en este sentido se puede mencionar un estudio realizado en China que encontró que el sexo femenino estaría relacionado con experimentar depresión severa, ansiedad y distrés (14) , problemas que justamente se relacionan con alteraciones del sueño. Así como otros estudios que hallan relación entre sexo femenino con insomnio (22) . Aunque, esto es relativo pues, por ejemplo, en un estudio realizado en China, se menciona que no encontraron asociación entre síntomas de ansiedad y sexo femenino (17), de lo que se puede derivar que no necesariamente tendría que haber una mayor prevalencia de alteraciones del sueño en médicas residentes, sino que existen otros factores intervinientes, por ejemplo el mismo nivel estrés laboral en ambos grupos. En este estudio existe 12 veces mayor probabilidad de presentar necesidad de comer más al tener problemas de sueño (IP>4) (p<0,001, OR 12,78 [2, [58] [59] [60] [61] [62] [63] 21] ), observamos que el 68,2% de los participantes refirieron tener la necesidad de comer más y de ellos el 79,45% respondieron que esta necesidad era Page 11 of 19 J o u r n a l P r e -p r o o f predominantemente a favor de azúcares simples. En un estudio ya se había reportado que la falta de sueño puede inducir antojos de alimentos poco saludables, también mayor deseo de alimentos dulces ricos en grasas (p = 0.011, Chi-cuadrado de Wald = 14,937) (25) . En estudios en población general en China, encontraron resultados similares en un grupo de mujeres entre 18 y 55 años quienes luego de una noche con sueño reducido informaron aumento del hambre (p = 0,013), antojos de alimentos (p = 0,002), consumir más chocolate (p = 0,004), seleccionar mayores tamaños de porciones en el plato (p = 0,034) (26) . Los hallazgos son similares, incluso, con otros estudios realizados en diferentes poblaciones, por ejemplo, en un estudio realizado en Estados Unidos, se observó que una mejor eficiencia del sueño estaría relacionada con un menor antojo por comer grasas y azúcares (27) , otro estudio realizado en España indica la asociación entre consumo excesivo de azúcares con insomnio (28) . Como se ha señalado, los médicos residentes han tenido cambios en sus horarios laborales habituales y consecuentemente en sus horarios de sueño, una investigación concluyó que el despertar adelantado en 1 hora, se asoció con aumento del apetito en ayunas y luego del desayuno (29) . Se observó que la asociación persiste entre el problema de sueño que requiere tratamiento (IP>7) y el comer más (p=0,001, OR 4,22 [1, 31] ), ya que esta mayor gravedad del problema de sueño puede perpetuarse conduciendo a trastornos en los hábitos alimenticios para así culminar en obesidad, dislipidemias y otras enfermedades metabólicas (30) . En un estudio se concluyó que las respuestas desadaptativas (aumento del hambre, antojos de alimentos, recompensa de alimentos y tamaño de las porciones) después de una noche de reducción del tiempo sueño conducen a una mayor ingesta de energía generando sobrepeso y obesidad (26) . Un meta-análisis de 197 906 participantes comparó el sueño de corta duración con los de duración normal e informó que el OR combinado para la obesidad fue 1,45 (IC del 95%, 1,25-1,67) (31) . Así mismo en Tokio otro meta-análisis de 21 469 participantes, compararon a los que durmieron 7 horas con los que durmieron ≤ 5 h por noche, estos últimos fueron más propensos a experimentar aumento de peso y obesidad (OR = 1,5; 95% CI = 1,1-2,0) (32). Otro estudio concluye que la obesidad se asocia a la mala calidad de sueño (33), perpetuando de esta manera un ciclo cerrado. Aunque, nuestro estudio no midió la presencia de obesidad, quizá ésta sumada a mala calidad de sueño y altos niveles de estrés, determinen un estado inflamatorio leve que los haga una población muy vulnerable en el contexto de exposición directa a pacientes con COVID-19. Es fundamental mencionar, que, viendo el impacto de la pandemia en la calidad de sueño, se deben desarrollar planes adecuados para el cuidado de la salud física y mental en el personal de salud, y en este sentido se hace énfasis en que se deberían poner en práctica intervenciones para el cuidado de una adecuada calidad de sueño, en esta población específica: los médicos resistentes, quienes tienen una doble carga (académica y laboral). El presente estudio tuvo como limitaciones el tamaño de la muestra. Además, al ser un estudio en el que no se realizó la entrevista de manera directa a los participantes, no se les pudo hacer una retroalimentación a los mismos al momento del llenado del cuestionario. Hubo mayor participación de las especialidades clínicas, por lo que los resultados no se pueden generalizar para todos los médicos residentes. Por otro lado, no se evaluaron algunas variables como síntomas de ansiedad y depresión que se han visto que son prevalentes en este contexto, ni el consumo de estimulantes que podrían afectar la calidad de sueño o el consumo de drogas sedativas como alternativa a medicación para combatir el insomnio, así como, las jornadas laborales largas, cantidad de pacientes atendidos por turno, carga familiar, comorbilidades o mala calidad de alimentación que también podrían influir en la mala calidad de sueño en esta población. En conclusión, los médicos residentes tienen una alta prevalencia de problemas del sueño durante la pandemia de COVID-19. El realizar actividades diferentes de las habituales dentro de la formación de residentado médico es un factor asociado a problemas de sueño. Los problemas de sueño en los médicos residentes se asocia a una mayor necesidad de comer, sobre todo azúcares simples. J o u r n a l P r e -p r o o f Agradecimientos Al equipo médico del servicio de neurología del Hospital Nacional de la Policía Nacional del Perú, por su colaboración e ímpetu en promover la investigación. A todos los médicos residentes del Perú que realizan una labor loable durante la pandemia de COVID-19, especialmente a quienes nos apoyaron con este estudio. Los autores declaran que no recibieron ningún financiamiento por parte de alguna institución pública o privada. Los autores no declaran ningún conflicto de interés. El autor ha participado en la concepción y diseño del artículo, búsqueda de la bibliografía, lectura crítica de artículos, elaboración del protocolo de investigación, creación y difusión del instrumento de medición, recolección y análisis de los resultados, redacción del artículo, revisión crítica del artículo, y aprobación de la versión final. Las co-autoras han participado en la lectura crítica de artículos, difusión del instrumento de medición, redacción del artículo, revisión crítica del artículo, y aprobación de la versión final. El formulario de consentimiento por escrito se tomó de todos los médicos antes de llenar el cuestionario. Se protegió la confidencialidad de la información personal de los médicos a lo largo de todo el estudio, el cuestionario fue estrictamente anónimo. La participación fue completamente voluntaria y no hubo ningún interés J o u r n a l P r e -p r o o f económico de por medio. Este estudio se llevó a cabo cumpliendo los principios éticos según la Declaración de Helsinki. Nervous system involvement after infection with COVID-19 and other coronaviruses COVID-19 CORONAVIRUS PANDEMIC Insomnia and Stress of Physicians during COVID-19 Outbreak The evaluation of sleep disturbances for Chinese frontline medical workers under the outbreak of COVID-19 COVID-19, anxiety, sleep disturbances and suicide Registro realizado por las Unidades/Secciones/Escuelas de Postgrado de las Facultades de Medicina integrantes del SINAREME en el SIGESIN de CONAREME Registro realizado por las Unidades/Secciones/Escuelas de Postgrado de las Facultades de Medicina integrantes del SINAREME en el SIGESIN de CONAREME Registro realizado por las Unidades/Secciones/Escuelas de Postgrado de las Facultades de Medicina integrantes del SINAREME en el SIGESIN de CONAREME Características del residentado médico en el Perú: resultados de la primera Encuesta Nacional de Médicos Residentes (ENMERE-2016) Working schedule, sleep quality and susceptibility to COVID-19 in healthcare workers Validación del índice de calidad de sueño de Pittsburgh en una muestra peruana Sleep During Times of Coronavirus: Early Chinese Experience Joint international collaboration to combat mental health challenges during the coronavirus disease 2019 pandemic Factors associated with mental health outcomes among health care workers exposed to coronavirus disease 2019 Mental health outcomes among frontline and second-line health care workers during the coronavirus disease 2019 (covid-19) pandemic in Italy Salud mental y calidad de sueño en estudiantes de ocho facultades de medicina humana del Perú Immediate Psychological responses and associated factors during the initial stage of the 2019 coronavirus disease (covid-19) epidemic among the general population in China Consideraciones sobre la salud mental en la pandemia de COVID-19 Mental health of nurses working at a government-designated hospital during a MERS-CoV outbreak: a crosssectional study Trastornos del sueñovigilia y calidad del sueño en estudiantes de medicina en Latinoamérica: una realidad preocupante Links Between Stress, Sleep, and Inflammation: Are there Sex Differences? 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