Digitized by the Internet Archive in 2016 with funding from Boston Library Consortium Member Libraries https://archive.org/details/rasgosbiogrficos04dema RASGOS BIOGRAFICOS U' DE DE LA RE PUBLIC A ORIENTAL DEL URUGUAY AUMENTADOS CON ALGUN03 DE LA ARGENTINA POR ISIDOF^O DE— JV\AF^I A LIBRO CUARTO ENTREGA MONTEVIDEO TIPOGRAFIA ((SOLIS)) , CALL12 SORIANO N.°* 77 l886 RASGOS BIOGRAFICOS DE DE LA REPUBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY AUMENTADOS CON ALGUNOS DE LA ARGENTINA POR ISIDOjRO DE—iV\AF^IA LIBRO CUARTO MONTEVI DEO TIPOGRAFIA «SOLIS», CALLE SORIANO N.° 77 WSlON COLLEGE UBKAK”! CHESTNUT HILL MASS SEP *’ " 1976 517086 DE HOMBF^ES NOTABLES DE LA REPUBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY Y DE ALGUNOS DE LA ARGENTINA Don Francisco Javier de Viana nacio en Montevideo el 3 de Di~ ciembre del ano 1764 — en el mismo del nacimiento del General Artigas — Fueron sus padres Don Jose Joaquin de Viana, Caballero del Habito de Calatraba, Mariscal de Campo de los Reales Ej6r- citos, y primer Gobernador Politico y Militar de Montevideo, (1) yDona Maria J. de Alzeibar Talo. A la edad de 14 anos fue a Espana, donde sento plaza de Guar- da Marina en Cartajena, y concluido elcurso de estudios prescrip- to en la Academia, con la aprobacion de sus maestros y gefes, se le embarco en la fragata «Rosario» . A su bordo se hallo en la toma de la Isla de Menorca, desde donde paso a la Bahia de Algeciras, en cuyo apostadero se le confirio el comando de la canonera nu- mero 10, con lacual concurrio acatorce ataques a la plaza de Gi- braltar, unido al capitan de navio Don Geronimo Guerra. Con la misma asistio al socorro de las «Flotantes» la noche de su incen- dio. Posteriormente fue embarcado en la escuadra del mando fi) El Mariscal Viana fue nombrado en 1751 primer Gober- naaor de Montevideo, cargo que desempeno 1 3 anos consecutiva- mente, siendolo de nuevo desde el 15 de Enero de 1771 hasta el 76 en que le sustituyo Don Joaquin del Pino, nombrado por Cedula Real. del general Don Luis de Cordoba, hallandose en el combate naval de la misma. Concluida laguerra de 1782, seledestino al Rio dela Plata. A los ocho meses de su salida de Cadiz para esta rejion, regreso a aquel puerto, donde deseoso de adquirir los conocimientos propios de un oficial de marina, se embarco en la fragata «Astrea» de la marina Real fletada porcuenta de la compama de Filipinas, y al man- do delcapitan de fragata de la Real Armada Don Alejandro Males- pina, que did la vuelta alMundo, dejando evacuadas las opcracio- nes dispuestas de comercio, navegacion y astronomia en 20 meses y doce dias. A su regreso, se embarco en las corbetas de S. M. C. Descuhier- ta y Atrevida , al mando de los capitanes de fragata Don Alejandro Malespina y Don Jos6 Bustamante y Guerra (Gobernador despues de Montevideo) (1) para levantar los pianos dela America Meri T dional. Concluido su largo y penoso viaje, que duro cinco anos v tres meses, no quizo hacer uso de la Real licencia concedida a todos los oficiales de aquella espedicion. Al contrario,a su solicitudse le embarco en el navio «Pelayo» , de la escuadra del General Don Juan de Langara, de cuyo gefe fu£ luego su primer Ayudante. Terminada la guerra, propusoal gobierno de S. M. C. enobsequio de la Geografia, navegacion y aun de la Humanidad, trazar los pianos de las costas del Brasil, Islas Malvinas y Archipielago de Chorros. Aprobada su utilisima proposicion, le fue conferido el comando de la corbeta «Descubierta», pero cuando daba comienzo a sus trabajos, sobrevino la guerra con la Inglaterra, y ya no fu6 po- sible llevarlos a cabo. Solicito entonces quedarse en Europa, desdc que ya no podia tener efecto la espedicion, pero no le fue concedido y s le comisiono para conducir azogue al puerto de Montevideo, a do levino efectivamente, por el ano 1800, £poca en que era go- ) Bustamante y Guerra fue el 6.° Gobernador deMo 1 . Jeo,de ho >sa memoria, desde 1797 hasta principiosde 1804, en que le su i.o Ruiz Huidobro. bernador de esta Plaza Bustamante y Guerra, tomando estado con. la Sra. dona Concepcion Estrada, su sobrina. Hallandose en este Apostadero, se le comedo el apresto, cons- truccion y mando de las lanchas canoneras; servicio que desempe- no con su habitual celo y eficacia. Coloco en ellas hornillas de bala roja, liizo varios cruceros, y con la corbeta de su comando pa- so al puerto de Buenos Aires encomision, desde el cual condujo i Montevideo una gran suma de dinero. Este caudal era destinado a la Peninsula, cuyo trasporte hicieron las fragatas «Medea», «Fama», «Clara», y «Mercedes» en el ano 1804, las cuales fueron, como se sabe, atacadas inesperadamente por los cruceros ingleses en la proximidad del cabo de San Vicen- te, y en cuyo combate renido volo la «Mercedes» siendo apresadas las restantes. En 1803,1a division naval del apostadero del Rio de la Plata contabaen embarcacionesmenores 21 lanchas canoneras y4obuce- ras, aprestadas en su mayor parte por la asiduidad de Viana en el desempeno de su cometido. ( Anuario dei8o3) Anteriormente habia sido Gobernador y Comandante de Ma- rina en las Islas Malvinas, donde permanecio dos anos. Alii, en -esa latitud, ybajo la influencia de un temperamento nocivo d su salud, adquirio una grave afeccion al pecho. que unida al escorbuto, le obligo a solicitar su retiro del cuerpo general de la Armada. Al separarse de el, contaba el bizarro marino entre sus m^ritos, largos y penosos viajes; el haber cortado catorce veces la linea equi- nocial, rebasado tres el Cabo de Hornos, estado dos en las Islas Filipinas, habiendo subido en ambos hemisferios a la latitud de 60 grados, y navegado en las escuadras combinadas de los generates Don Luis de Cordoba y Don Juan de Langara. En merito de sus servicios y en consideracion a sus padecimientos fisicos, contraidos enlaazarosa carrera del marino, le fue conferido el empleo de Sarjento Mayor de Plaza en Montevideo, su pueblo natal — con el grado de Capitan de fragata que tenia en la Real Armada. En 1804, el Virey Sobre-Monte le cometio el mando de la — 6 — campana de la Banda Oriental, con el fin de reprimir las depreda- ciones y asesinatos a que se entregaba la indiada de charruas y mi- nuanes. Ai frente de una fuerza de caballeria y dos piezas de artilleria volante, marcho a campana avanzando hasta Cerro-Largo, 6 sus inmediaciones, pero cuando mas empenado estaba en llenar su co- metido, recibio o:den de retirarsedla Plaza, a consecuencia del amago de los Ingleses. Cumpliendo lo ordenado, pusose inmediata- mente en camino para Montevideo, venciendo en tres 6 cuatro dias de marcha la distancia de 8o leguas, con dos mil caballos, 400 horn* bres y dos obuces, con que llego a la Capital. Durante el lapso tiempo que estuvo en campana, failecio el ca- pellan de la tropaque comandaba, en lasalturas del Arroyo que se conoce enlatipografiadel pais, porel nombre del Frayle Muerto, donde fue sepultado. El lugar de su modesta sepultura al pie de un arbol, quedo seiialado con una piedra de marmol, en que se grabo toscamente su inscripcion, y que en los tiempos futuros fue descu- bierta. De ese hecho quedole al referido Arroyo la denominacion del Frayle Muerto, con que es conocido en este territorio. Deregresoa Montevideo, se ledio el cargo en 1806 de Mayor General de las tropas acampadas fuera de los muros de la ciudad, encomendandosele suinstruccion y disciplina. La vispera de la salida de las tropas de la guarnicion el 20 de Ene- ro de i8o7,abatir los ingleses que habian desembarcado en Pun- ta de Carretas, Viana fue nombrado en Junta de Guerra, Mayor General del Ejercito, y en ese caracter unido al Brigadier de Inge- nieros Don Bernardo Lecoc, marcho a combatir al enemigo en aquella jornada, que tan infausta fue para las armas espanolas, y en cuyo lance desgraciado fue herido de bala en el brazo izquierdo. En los ataques por mar y tierra, que sufrio en ese tiempo la plaza de Montevideo por los ingleses, Viana se condujo con valentia y actividad, concurriendo a las baterias donde su presencia era nece- saria, ya como ingeniero, ya como artillero, y aun ya como solda- do, animoso, abnegado y vijilante. 1 En la noche fatal del asalto a la plaza, cuandolos faegos del ene- migo habian abierto brecha en la cortina del Sud, Viana hizo acto de presencia en los peligros, y con el fin de estimular d la jente en el trabajo de cerrar la brecha, no hesito en cargar a sus hombros como el ultimo soldado, las sacas y otros objetos destinados d repararla, afrontando con serenidad la muerte que sembraba d su rededor la metralla del enemigo. Dominada toda resistencia y tomada la plaza por asalto por las tropasinglesas, Viana se hallaba en la Ciudadela, ultimo baluarte quearreo la bandera Espanola por orden del gobernador Ruiz Huidobro, prisionero en el Parque de Ingenieros, como los demas defensores de la Plaza. Viana corrio la misma suerte de sus companeros de armas, que- dando prisionero en aquel terrible y sangriento combate, en que vencedores y vencidos, lucharon heroicamente. Dias despues, el gefe vencedor Sir Samuel Auchmuty, en pose- sion de la Plaza, resolvio enviar a Inglaterra los gefes y oficia- les prisioneros, pero por empenos del Cabildo, consintio en que volviesen a tierra algunos de los que exisdan ya embarcados para partir a su destino, quedando juramentados al igual de otras perso- nas que lo habian sido, ya de la oficialidad y ya individuos de tropa. Viana tuvo esta fortuna, quedando en Montevideo juramentado, asi como los Cabildantes bajo la dominacion Britanica. Sir Auchmuty que se comporto con gentileza, comedo al Cabil- do el restablecimiento de la policia de la ciudad, y este confio el mando de ella a don Francisco Javier Viana, con la aprobacion de Sir Auchmuty, puesto que desempeno honorablemente. Evacuada la plaza de Montevideo por las tropas inglesas en Se- tiembre de ese ano, en virtud de la capitulacion de Whitelocke en Buenos Aires, entro Elio a ocuparla, restableci£ndose el dominio cspanol, y Viana volvio al servicio. En Enero del ano 9 estallo en Buenos Aires una conspiracion contra Liniers, virey entonces. Habia sido preparada por su rival don Martin Alzaga, de concierto con don Javier Elio, gobernador — 8 — interino de Montevideo y emulo de Liniers. Este logro dominar el movimiento en Buenos Aires, y restablecido el orden, libro man- damiento de prision contra Alzaga y algunos miembros del Cabil- do complicados en el pronunciamiento subversivo, desterrandolos a Patagones. Sabido esto por Elio, despacho inmediatamente del puerto de Montevideo al capitan de fragata don Francisco Javier Viana con un buque de guerra a Patagones, con ordenes termmantes de forzar el cstablecimiento y traer en libertad a los deportados por Liniers. Viana desempeno cumplidamente su cometido, conduciendolos li- bres a Montevideo, donde fue recibido con tanto alborozo y entu- siasmo d su desembarco, «que lo condujeron en silla de brazos des- de el Muelle al Fuerte, en medio de victores y aclamaciones.» (i) En Junio de ese ano llegaba a Montevideo el Teniente General don Baltasar Hidalgo de Cisneros, nombrado Virey y Capitan Ge- neral de estas Provincias, por la Junta Gubernativa de Sevilla, en el Real nombre de Fernando VII. Desembarco el 30, y tratandose on Junta presidida por el nuevo y ultimo Virey en el Rio de la Pla- ta, sobre si seria conveniente 6 no, que pasara a Buenos Aires a to- mar posesion del mando, 6 se libraran ordenes a las corporaciones de aquella capital para que mandasen diputaciones a la Colonia del Sacramento para la recepcion del Virey ,se acordo esto ultimo. Es- te proceder tenia su fundamento en la desconfianza que inspiraba la disposicion de Liniers y el partido que lo apoyaba, dudandose se sometiese buenamente a la autoridad de que venia investido Cisne- ros. Prevalecio, como se ha dicho, la ultima idea. En consecuencia, Cisneros se dirijio en Julio a la Colonia, llevando 400 hombres de escolta al mando inmediato de Viana. Alii concurrieron en efecto, a cumplimentar al nuevo Virey las diputaciones de Buenos Aires y varios gefes veteranos, figurando entre estos Ruiz Huidobro. Li- (0 Libro de Actas del Cabildo Justiciay Regimiento de Mon- tevideo. 9 — ni£rs ylos comandantes de losCuerpos Civicos lo efectuaion a su turno, pocos dias despues, y todo quedo arreglado. El 30 de Julio hizo su entrada en Buenos Aires el Virey Cisneros, regresando Viana a Montevideo. Se hallaba en esta ciudad cuando la revolucion de Mayo de 1 810 — Las autoridades no se adhirieron a ella. — A 1 contrario, bajo el influjo del gobernador Militar D. Joaquin Soria, reconocieron el gobierno Regencia instalado en Cadiz. En esa situacion el coronel Viana fue destinado de Gobernador Militar a Maldonado, pero an- tes habia dirijido la siguiente solicitud, que no tuvo efecto. Senor Don Francisco Xavier de Viana, Coronel de los Reales Ej6rci- tos y Mayor de la Plaza de Montevideo A L. R P de S. M. con el respeto de su fiel vasallo expone: que hace treinta y cinco anos tiene el honor de servir a V. M. De ellos veinte y cuatro en vuestra Real Armada en cuyo transcurso de tiempo se hallo en la Conquista de lalsla de Menorca, ataque delas Flotantes, dio vuelta alredeior del mundo en la fragata Astrea , fue destinado a levantar las cartas de la America Meridional enlascorbetas «Descubierta» y «Atrevida» rebaso tres veces el cabo de Hornos, estuvo dos en las Islas Filipi- lias, navego de primer ayudante en la Escuadra que operaba en el Mediterraneo del mando de don Juan de Langara, condujo azogues i estos Reynos en la corbeta «Descubierta» de su mando. estuvo de Comandante de las Islas Malvinas, corto tres veces la linea Equino- cialy se hallo en catorce ataques a la Plaza de Gibraltar con la Lancha de su mando numero 10, yhabiendo adquirido un vicio escorbutico en el tercero grado, y un afecto convulsivo, se vio en lanecesidad con consulta de facultativos, de solicitar su retiro, pero hallandose vacante la sargentia mayor de esta Plaza, tuvo V. M. d bien concedersela, y en ella cuando fue atacada por las tropas de S.M.B. recibio un balaso en el brazo izquierdo, de otro murieron su hermano y padre de su muger, cuya numerosa familia reposa sobre las fatigas del suplicante: Por tanto, y en consideracion a sus dilatados servicios, a los de su padre el Mariscal de Campo Don 10 Jose Joaquin de Viana, y d ios quebrantos que ha sufrido toda su familia en los ataquesde los ingleses. A. V. M. rendidamente supli- ca que por un efecto de su clemencia y justicia se le conceda el empleo con el sueldo de Coronel de Teniente de Rey de la Plaza de Montevideo, tan util como preciso por ser la primera, unica y Have de laProvincia del Rio dela Plata. Montevideo, 23 de Junio de 1810. Senor AL. P. de V. M. Francisco Xavier de Viana. Permanecio en Maldonado hasta Setiembre, en que resolvio irse a Buenos Aires. El pronunciamiento dela Banda Oriental en el aiio 11, cuando Artigas libraba laaccion de las Piedras, y ponian los patriotas ei primer sitio a la plaza de Montevideo ocupada por los Realistas, lo encontro a Viana en la opuesta marjen militando bajo las banderas de la Patria comun, donde desempeno el cargo de Gefe de Estado Mayor. El ano 1 2 vino nombrado Mayor General a tomar el man- do del Ej6rcito sitiador que asediaba la plaza de Montevideo a las ordenes inmediatas de Rondeau, poco antes de librarse la accion del Cerrito de la Victoria. (1) Con el vino don Manuel Oribe, su sobrino carnal, en clase de distinguido. Despues de esa jornada, a principios del ano 13, cuando surjieron las disidencias de Sarratea, Artigas y Rondeau, fue uno de los gefes que se retiraron con Sarratea a Buenos Aires, cuando se produjo la separacion de este del comando del Ej£rcito. En ese ano fue destinado de Gobernador Intendente a Cordo- (1) Dos dias antes de la accion del Cerrito habiallegado alEjer- cito sitiador el coronel Don Francisco Javier Viana, nombrado Mayor General, a quien debia hacer entrega del mando el coronel Rondeau. — Pero, no habiendose recibido Viana aun de el, al librar- se la accion, se dio bajo el mando y direccion de Rondeau, a quien toed el honor del triunfo. (Auto Biografia del General don Jose Roudeau. II ba, por el Gobiemo de las Provincias Unidas; cargo que desempeno concredito hastaelano 14, en que ocupando don Gervasio Posa- das el Directorio de las Provincias de la Union, le nombro su Mi- nistro de Guerra el 3 1 de Enero. Ocupo ese alto puesto en el Direc- torio de Posadas, en el cual fue ascendido el 4 de Abril al grado de Brigadier. — Alvear, sucedio a Posadas en el Directorio el 9 de Enero dei8i5, y conservando el Ministerio de aquel, continuo Viana desempenando la cartera del Ministerio de Guerra. Los sucesos politicos de la epoca, obligaron a Alvear a hacer mar char una division a Santa Fe, con el objeto de someter aquella Provincia que bajo el protectorado de Artigas, estaba en abierta hostilidad con el Directorio. Confio el mando de esa division es- pedicionaria al brigadier Viana, su Ministro de Guerra. Hallandose en Fontezuelas defeccionan las fuerzas de su mando, movidas por los coroneles Alvarez Thomas y Baldenegro, que se pronuncian contra el Directorio de Alvear, quedando Viana en po- der de los gefes pronunciados. Alvarez Tomas al frente de ellas, que toman el nombre de Ejercito Lihertador , se pone en marcha pa- ra Buenos Aires, dondese produjo el movimiento revolucionario del 16 de Abril, que dio en tierra con el Directorio. En consecuencia, Alvear y sus principales partidarios. asi como sus Ministros, fueron reducidos a prision 6 expatriados, embarcandose Alvear en una fragata inglesa que lo condujo a Rio Janeiro. Alii permanecio Via- na hasta el ano 18 en que vino con Alvear a Montevideo, cuya pla- za ocupaban entonces los Lusitanos. Eh General Lecor, despues Baron de la Laguna, era a la sazon Gobernador v Capitan General de ella. Lecor lo distinguio con el empleo de su Secretario particular para lo Castellano, cargo que desempeno dos aiios, hasta que por imposibilidad fisica tuvo que declinarlo, falleciendo el 20 de Marzo de 1820 a la edad de 5 5 anos, despues de haber formado una familia honorable, le- gandole un nombre esclarecido,por lanoblezadesu estirpe, por sus virtudes personalesy por el rol que le toco desempenar en los acon- tecimientos desu epoca, ya enla marina Realde Espana, ya en los 12 muros de Montevideo, y yaformando en las filasdelos Americanos independientes en el Rio de la Plata. Su personalidad como marino,se destaca en el cuadro de las ce- lebridades hispano-americanas, contando la gloria de haber dado la vuelta al Mundo en el siglo pasado abordo de la «Astrea», y realizadoelfamosoviajedeexploracionpor los anos de 1789 a 1794 en las corbetas «Descubierta» y «Atrevida» encargado de la parte astronomica. Llevo el importante Diario de ese viaje , obra monumental, cuya conservacion fuele tambien debida. Era desconocido. — El orijinal inedito lo conservaban sus hijos, viniendo a ver la luz de la publicidad despues de medio siglo, bajo el cielo de su Patria nativa. Fue publicado el ano 1849 enel Cerrito, y para apreciar su im- portancia, bastard saber que ofrecido unejemplar de 61 , anos despues, a Canovas del Castillo, Ministro de la Gobernacion de Espana, por nuestro compatriota Don Salvador Jimenez, lo acojid con estas fraces. «Lo agradezco como un valioso obsequio, que voy a destinar al «Departamentode Marina, porqueha de saber V. que todo se per- did lo de ese famoso viaje «explorador.» El nombredel Brigadier Vianaquedo vinculado a la historia de es- ta region, como lo esta d la de antiguas y distinguidas familias de Montevideo, donde tuvo su cuna, fallecieron sus mayores y consti- tuyo una respetable familia. Cerraremos estos pdlidos rasgos biogrdficos de su vida, consig- nando su foja de servicios. Sus ascensos militares yempleos servidos 3:778 — Sento plaza de Guarda Marina en Cartajena. 1781 — Asciende d alferez de fragata. 3787 — Abril 28 — Alferezdenavio. 3789 — Setiembre 21 — Teniente de fragata. 3793 — Abril 12 — Teniente de navio. 3796 — Agosto 29 — Capitan de fragata. — 13 i8oi — Noviembre 20 — Capitan de fragataen propiedad y Ma- yor de Plaza de Montevideo. 1807 — Gefe de Policia en Montevideo nombrado por el Ca- bildo. 1809 — Enero 3 — Coronelde los Reales Ejercitos. 1810 — Julio a Setiembre, Gobernador militar de Maldonado. Epoca de lalndependencia 1811 — Noviembre 27 — Coronel y Gefe deE. M. en Buenos Aires. 1811 — Diciembre 6 — Coronelde Artilleria volante. 1813 — Julio 4 — Gobernador Intendente de Cordoba. 1814 — Enero 22 — Coronel, Secretario de Estado en el Depar- tamento de Guerra. 1 814 — -Abril 4 — Brigadier general. 1815 — Enero 5 — Cesa de Secretario de Estado con el Directorio de Posadas. 1815 — Enero 9 — Vuelve a ocupar el destino de Secretario de Estado en el Depto. de la Guerra, en el Directorio de Alvear. 1815 — Abril 5 — Cesa con el Directorio de Alvear y emigra al Janeiro. 1818 — Febrero i.° — Brigadier Secretario particular del General. Lecor Gobernador y Capitan General de Montevideo. RMH*- El General D. Jose Rondeau, procer ilustre de la Independencia Americana, figura con purisima gloria en la historia de la Revolu- cion, e inscribio su preclaro nombre en el catalogo de los patricios esclarecidos y de los gobernantes mas dignos de la Republica Orien- tal, en los primeros anos de su existencia politica. Nacio en Buenos Aires el 4 de Marzo de 1773 . Hizo alii sus estu- dios para la carrera eclesiastica, cursando hasta el segundo ano de Teologia, pero inclinandose mas a la de las armas, abandono aque- 11a resueltamente, adoptando la de la milicia a la edad de 20 anos, en que entr6 en clase de cadete en el Regimiento de Infanteria de Buenos Aires. Vino de alii a Montevideo, donde fue ascendido a alferez de ca- balleria en el cuerpo de ‘Blandengues de la Frontera , en Setiembre de 1797. — En ese mismo cuerpo habia empezado su carrera militar D. Jose Artigas, en 10 de Marzo del propio ano, en el grado de te- niente. Enel presto Rondeau constantemente sus servicios en campana ; ya destinado a la persecucion de los indios Charruas y Minuanes, ya de los cuatreros y contrabandistas, y ya de los portugueses vaya- noscuando laguerrade 1801, mereciendo por sus hechos de armas^ con estos, notas muy honrosas del gobierno de la Peninsula. A principios del ano i8o6recibio ordenes del virey Sobremonte devenira Montevideo" a continuar sus servicios, donde fue ascendi- do a capitan. En ese tiempo habian desembarcado los ingleses en Maldonado, y fue mandado por Sobremonte a relevar el comandante de aquel punto, con instrucciones. Permanecio alii hostilizandolos hasta que se reembarcaron, quedando con unos 150 hombres enproteccion del vecindario. A los pocos dias tuvo orden de bajar con su destacamento d la capital. Presentdse en las afueras a Sobremonte, quien lo destino al Cerrito en observacion de los movimientos del enemigo que aca- baba de efectuar su desembarco en el Buceo. Cuando la toma por asalto de la plaza por los ingleses, el 3 de Febrero del ano 1807, Sobremonte se habia retirado a Canelo- nes, quedando Rondeau con su corto destacamento en el Cerrito. Viendo perdida la plaza, se puso en retirada para Canelones, reci- biendo all! orden de Sobremonte para volver a situarse en las Piedras en observacion del enemigo. Estando alii, salio una fuerte columna de las tres armas de los ingleses, con direccion a Guadalupe, por cu- yo motivo retirose Rondeau al otro lado de Santa Lucia, sabiendo que Sobremonte habia abandonado el territorio embarcandose en las Conchillas para Buenos Aires. En esa critica situacion, Rondeau se puso en camino para el Uru- guay, logrando pasar a la ribera opuesta en el Arroyo de la China {Concepcion del Uruguay). De alii se dirigio poraguaenuna debil embarcacion a Buenos Aires, siendo desgraciadamente tornado pri- sionerosen la Boca del Guazu por los ingleses. Conducido en esa condicion al puerto de Montevideo, fue man- dado mas tarde a Inglaterra con los demas prisioneros hechos en la toma de esta plaza. Despues de algunos meses de sufrimientos se les puso en li~ bertad, a consecuencia de la capitulacion de Whitelocke en Buenos Aires, remitiendoseles a Espana. Alii se formo con ellos un bata- lion en la Coruna, con la denominacion de Buenos Aires, que alter- naba en el servicio de la guarnicion, y en el cual sirvio Rondeau en su clase de oficial. Declarada la guerra con la Francia, paso a pres- tar sus servicios alternativamente a las ordenes del general Black y del Marquez de la Romana, ya en la infanteria, y ya en el arma de caballeria, ascendiendo hasta el grado de capitan en el rejimiento Voluntarios he la ciudad Rodrigo. Amediados del ano 10, ordeno el Gobierno Rejencia que todos los que habian pertenecido en la Peninsula al batallon de Buenos — 1 6 — Aires, marchasen al Riode la Plata a continuar sus servicios. En consecuencia, en Agosto de ese ano, llego Rondeau y sus compane- ros a Montevideo, donde se les dio destino. Poco despues fue des- tinado a servir a las ordenes inmediatas de Michilena que operaba en el Uruguay. Hallandose este gefe realista en el Arroyo de la China, recibio ordenes terminantes de Elio, en Febrero del ano n, de ponerse en retirada hasta venir a situarse al Sud del Rio Negro. En esa ope_ radon logro Rondeau evadirse, con el deliberado proposito de in- corporate a los independientes, eon quienes ya se habia entendido. — Desembarco en la costa del Uruguay, hacienda de Almagro, y dirijiendose por tierra hasta Belen, repaso el rio en aquel pun- to, siguiendo viaje al Parana, de donde paso a Buenos Aires, termi- no de su peregrinacion, a presentarse al gobierno patrio. Recibido perfectamente, 20 dias despues de su presentacion se le confirio el empleo de Teniente Coronel de Ejercito, destinandosele a sustituir a Belgrano en el mando en gefe del Ejercito que organizaba en Mer- cedes. (1) El futuro vencedor del Cerrito, va a entrar a figurar en otro tea- tro, y enotra escala, sirviendo a la causa de la revolucion America- na. — Su foja de servicios, sus ascensos alcanzados en la milicia bajo el rejimen colonial, antes de la revolucion de Mayo, y de que hemos he- cho referencia, es la siguiente: 1793 — Agosto 29 — Cadete en el Rejimiento de Infanteria de Buenos Aires. 1 797 — Setiembre23 — Alferez de Caballeria de Blandengues de Montevideo. 1806 — Abril 6 — Teniente del mismo cuerpo. 1807 — Febrero 12 — Capitan graduado. 1809 — Enero — Ayudante Mayor del Escuadron de Caballeria . Dr agones del General , en Espana. (1) Auto Biografia de Rondeau. — Coleccion Lamas^ — 1 7 — 1809 — Setiembre i a — Capitan efectivo del Rejimiento deCaba- lleria V oluntarios dt la ciudad Rodrigo. II El 2 de Mayo se recibio Rondeau del mando del Ejercito que em- pezaba a organizar Belgrano en Mercedes, con el plantel salvado de su expedicion al Paraguay, y el 24 se le confirm el grado de coronel de Dr agones de la P atria', igual al discernido de Blandengues al Te- niente Coronel D. Jose Artigas, en merito de la victoria alcanzada el 18, en la memorable accion de las Piedras. Artigas, despues de ese triunfo, habia marchado sobre Montevi- deo, empezando el asedio de la plaza. — Rondeau se puso en mar- cha el 24 desde Mercedes, con el resto del Ejercito. llegando el i° de Junio a las inmediaciones del Cerrito, dirijiendo a las tropas de lapatria una enerjica y entusiasta proclama. Se contrajo desde en- tonces a formalizar y estrechar elsitio de la plaza, continuandolo hasta Octubre, en que a virtud delarmisticio celebrado entre el Go- bierno de Buenos Aires y Elio, levanto el asedio retirandose con las fuerzas occidentals a Buenos Aires, efectuando lo mismo el coronel Artigas con los orientales al Uruguay. III Elano 12 se renovo elsitio de Montevideo. Sarratea era el ge- neral en gefe nombrado por el Gobierno de la Union, para el co- mando del Ejercito que debia marchar del Uruguay a sitiar Mon- tevideo. Sarratea desde el Uruguay hizo adelantar la vanguardia al man- do del coronel Rondeau. Este llego el 20 de Octubre al Cerrito, encontrando en el a Cultas, con una reunion del paisanage en armas contra los realistas. Rondeau dio principio al segundo asedio, estrechandolo en No- viembre con algunos continjentes recibidos. El general Vigodet, a 2 — T. IV — i8 la sazon Gobernador de la Plaza, supo que el Ejercito sitiador esta- ba falto de municiones. v aventuro una salida en la madrugada del 31 de Diciembre para batirlo. Por una casuaiidad feliz, Rondeau acababa de recibir un repuesto en la antevispera, conjuntamente con la llegada del coronel Viana que venia nombrado de Mayor Gene- ral a recibirse del mando. Los realistas atacaron con suceso los puestos avanzados, batieronen lasTres Cruces el campamento de Baltasar Vargas, haciendolo prisioncro, y continuaron avanzando hasta el Cerrito. Rondeau no se resolvio en el primer momento a obrar por si, existiendo el Mayor General Viana muy inmediato. Mandole aviso para que viniese a tomar el mando, pero declinando Viana toda responsabilidad, Rondeau no trepida en afrontar el peli- gro y dirijio el combate, coronando la victoria las armas de los in- dependientes bajo su comando y direccion. Sarratea se hallaba a la sazon en el Salto, e inmediatamente des- pacho Rondeau a su Ayudante D. Miguel Planes, Uevandole el par- te de la accion. La victoria del Cerrito hizo acelerar las marchas a Sarratea des- de el Uruguay, con el parque y elresto del Ejercito de Buenos Aires. El 19 deEnero de 1813 seincorporo alsitio fijandosu cuartel gene- ral en el Miguelete. Artigas en disidencia con Sarratea, le seguia con mas lentitud con los orientales a sus ordenes, campando el 20 de Enero en el Paso de la Arena. Acentuadas las disidencias de Artigas y Sarratea, en que tomo activa parte Rondeau de concierto con el primero, Sarratea se vio obligado a dejar el mando, retirandose para Buenos Aires, quedando Rondeau de general en gefe del Ejercito sitiador, reuni£ndosele Ar- tigas. Estrecho mas el asedio, formando una lmea de circunvalacion de Sud a Norte, construyo reductos y hostilizo de todos modos a los realistas sobre ano y medio, a punto de aproximarse a su termino lx resistencia de la plaza en Mayo del ano 14, cuando en esa situacion, el 17 de Mayo, viene inesperadamente el general Alvear a sustituir- lo en el mando por ordenes del Directorio. — i9 — Rondeau acato las ordenes superiores. Hizo entrega del mando al sucesor, en momentos en que acababa de ser aniquilada la escuadra realista en combate naval por Brown, y se embarco en un buque de la escuadra para Buenos Aires. — Alii se le confirio el grado de Bri- gadier General el 24 de Mayo, ahogando en su noble alma todo re- sentimiento. — Treinta dias despues, capitulaba Vigodet, Alvear to- mabaposesion de la plaza el 20 de Junio, y recojia los laureles de su antecesor. En merito de sus servicios gozaba del titulo de henemerito de la Patria acordado por el Congreso. IV La domination espanola habia terminado de todo punto en el Rio dela Plata, pero la lucha de la Independencia Americana conti - nuaba empenada en otro teatro — en el Pacifico. A el paso Ron- deau. — Hizo la tercera campana del Peru hasta la desgraciada ba- talla deSipe-Sipe en Noviembre de 1815, despues de cuyo contras- te se retiro a Jujui.Recibio alii ordenes de seguir a Tucuman, don- de fue relevado del mando del Ejercito por Belgrano. En elcursode su carrera en la guerra de la independencia, obtu. vo cinco despachos de general de Ejercito de operaciones en dis- tintas Provincias. Tres de Inspector y Comandante general de Ar~ mas en diversos periodos en Buenos Aires. Dos de Jefe de Estado Mayor, con el mando tambien de las Armas. Un titulo de Gober- nador Intendente y Jefe Politico de la misma ciudad. Un despacho de Presidente de Charcas. Tres nombramientos de Director Supre- mo de las Provincias Unidas del Rio de la Plata. Uno de Ministro de Guerra y Marina y otro de Presidente del Consejo de Oficiales generalesen Buenos Aires. a(Auto Biografia — Coleccion Lamas. )» V Terminada la guerra del ano 25 con el Brasil, y celebrada la iU Convencion de Paz del aho 28, por la cual la Provincia Oriental se erijia en Estado soberanamente independiente, se procedid a la elec- cion de Gobernador Provisorio y Capitan General del nuevo Es- tado, por la Asamblea Constituyente. La eleccion recayo en el Brigadier D. Jose Rondeau que se ha- llaba en Buenos Aires, viniendo a tomar posesion del Gobierno Pro- visorio el 22 de Diciembre de 1828 en Canelones. Con esa alta investidura cupole el honor de efectuar la entrada del Gobierno Patrio el i° de Mayo de 1829 a la capital, desempe- nandolo hasta el 26 de Abril del ano 30, cn que renuncio el mando protestando, a consecuencia de disidencias con una fraccion de la Asamblea Constituyente, entrando el general Lavalleja a sustituirlo- En 1833 fuenombrado Encargado de Negocios cerca del gobier- no Argentino, en cuyo caracter no se recibio, pero presto particu- larmente servicios de otro genero al Gobierno de la Republica, du- rante su permanencia en Buenos Aire hasta que recibid orden de retirarse. Gefe del Estado Mayor General posteriormente, presidio la Jun- ta de Higiene Publica instituida con arreglo al Decreto de Febrero- del 36. En Febrero del ano 39 fue nombrado Ministrode Guerra y Ma- rina, cargo que desempeno honorablemente, en una de las epoca s mas criticas de la Republica, al ser invadida por el Ejercito Argen- tino al mando de Echague, viniendo a cesar en el en Octubre del ano 40. Fue Presidente del Consejo de Estado creado en Mayo del 42^ hasta Febrero del 43 en que ceso el Consejo. Ocupando esos distinguidos destinos publicos, gozo siempre del respeto y consideracion a que era acreedor el veterano de la Inde_ pendencia por sus dilatados y esclarecidos servicios, por su honra dez acrisolada, por su bellisimo caracter y por elconjunto de virtu- des civicas privadas que le adornabany mereciendo la estimacion ge^ neral, aun de los desafectos politicos que pudo tener en medio de las divisiones intestinas. En la acervisima epoca de la guerra grande, (1843), fiel a sus convicciones politicas, permanecio dentro de los muros de Monte- video, formando en su clase de Brigadier General de la Nacion en el Ejercito de la capital, conjuntamente con sus antiguos com- parer os de la luchade la Independencia Generales Martin Rodriguez, Nicolas de Vedia y Enrique Martinez, participando en su anciani- dad achacosa, de las penurias y sufrimientos de la azarosa situacion porque se pasaba. Su salud quebrantadisima a laedad de 80 anos, no le permitia toraar parte activa en los negocios, pcro aun en su lecho de dolor, en que lo mas del tiempo se hallaba postrado, su espiritu se so- breponia a la debilidad del cuerpo y al peso de los anos, y estudiaba con interes todos los sucesos politicos y militares de la epoca. Re- . jieren las cronicas de aquel tiempo, que tratandose de una salida ge- neral en el primer trimestre del ano 44, contra el Ejercito sitia- dor, hizo llamar al coronel don Anselmo Dupont, para rogarle le tuviese pronto un caballo, para llegado el momento del combate concurrir a el y pelear como soldado a las ordenes del bravo de Itu- zaingo General Paz, que lo era en gefe del Ejercito de la Defensa. En ese tiempo, hablando el noble y benemerito anciano con el en- tonces Sargento Mayor don Bartolome Mitre, le decia. — «Ah! si « esta guerrra me hubiese tornado en mejor estado de salud, nadic « me la quita: yo hubiese pedido el mando del Ejercito, por que soy « el mas antiguo General de la Republica, v he sido treinta anos « Brigadier. Talvez hubiera sido desgraciado, pero ya noestaria la « gente de Rosas en el Cerrito, 6 yo tendria mi tumba en el lugar « historico, donde servi a mi Patria en la guerra de la Indepen den- « cia. Yo conozco mucho ese campo» . Sentia aproximarse el fin de su existencia, hondamente trabajada por las dolencias. — Visitabalo un dia su querido Mitre, el Sarjento Mayor de Artilleria. Pide a los suyos su espadapara regalarla al jo- ven militar, y lo hace con estas palabras. — «Tome V. esta espada « como un recuerdo mio. Ojala me permitiese la debilidad de mi « brazo manejarla en defensa de la Libertad». 22 Tocaba el viejo y preclaro patriota el termino de la vida, con lx tranquilidad del bueno. — El general Martin Rodriguez le acompa- naba en su modesta mansion. — Rondeau incorporado en su lecho le decia. — «He aqui dos Generales los mas antiguos sobrevivientes de « la Revolucion, que han dirijido Ejercitos y gobernado paises, y « que sin embargo hoyvivenpoco menos que de limosna». Llegamos en esta triste narracion a los ultimos momentos de su vida. — En la vispera de su fallecimiento, pedia a su director espiri- tual el canonigo don Pedro Pablo Vidal, «que influyese para que a;c*5 Es de rigorosa verdad histdrica que Viera y Benavidez, hombresr de campo, a la cabeza de algunos patriotas levantaron pendones en Asensio — Departamento de Soriano — el 27 de Febrero de 1 8 1 1 7 proclamando la Libertad en armas en aquella zona de la Banda Oriental. A ese titulo figura don Pedro Jose Viera en la revolucion, coma uno de los primeros soldados que formaron en sus filas en este te- rritorio. No habia nacido bajo el cielo en que tuvo su cuna Artigas, pero su brazo esgrimio una espada, combatiendo a sus ordenes por la in- dependencia de este suelo. Viera era oriundo de la Provincia de Rio Grande del Sud, y cuando se alzo en Asensio, se hallaba colocado de capataz en una de las estancias del pago ; a la manera de Otorgues, que lo era de la estancia del Rey en el Rincon del Cerro en aquella epoca. Gozaba de algun prestijio entre elpaisanaje. Pasaba por hombre resuelto, y amigo de aventuras, y no falto quien lo trabajara para inducirlo a tomar parte en la revolucion que se venia elaborando, y cuyos smtomas aparecian en Entre-Rios. Auxiliado con dinero por los hacendados don Julian de Grego- rio Espinosa y don N. Chaves, se decidio a reunir algunos compane* ros y levantar en union de Benavidez, pendones en Asensio en fa- vor de la libertad, corriendo los albures de la fortuna. Pero antes de seguirlo en la empresa audaz y patriotica del 27 de Febrero, en que una reunion de paisanos esforzados se lanzan a cambiar los primeros tiros con los realistas en este territorio, que precedio a la venida de Artigas senal de la insurreccion general, nos detendremos en dar a conocer los antecedentes y peripecias un tan- to curiosas de la vida de ese hombre, que aunque de orlj.en extran- jero, yde humilde condicion social, llego a militar con credito en las filas de San Martin, Bolivar y Sucre, hasta la batalla de Ayacu- cho, combatiendo por la Independencia Americana. Servia en la Provincia del Rio Grande en el cuerpo llamado de Chimangos (i) del cual deserto el ano 5, pasando a la Banda Orien- tal. Vino despues a Montevideo, y cuando se organizaba en esta cm" dad el ano 6, la division que marcho con Liniers a la reconquista de Buenos Aires del poder de los Ingleses, Viera fue uno de los volun- taries que formo en ella. Usabaun fusil aleman de mucho alcance, y como tenia fama de buen tirador, algunos gefes de la expedicion, en circunstancias de es- copetear a los britanos, propusieron al portugutsito — nombre que le daban — que si volteaba a un centinela enemigo apartado de la co- lumna, le regalarianunaonza de oro. Acepto la propuesta. Recostado a una pared le puso los puntos disparo el arma y lo derribo muerto, ganando lo prometido. Esto mismo repitio algunas veces, por cuyo motivo le llamaban el portu- vuesilo tirador. Al regresar la espedicion a Montevideo, fue objeto de muchas manifestaciones de aprecio, retirandose delservicio de las armas. Despues se fue para Mercedes, donde se contrajo a los trabajosde campo, tomando relacion con algunos hacendados.Se hallaba de ca- pataz de la estancia de Almagro donde respondiendo a mensajes de Artigas e insinuac iones de otras personas desu amistady confianza, se decidio a pronunciarse por la revolucion, con el grupo de paisa- nos reunidos en Asensio. Proclamada la libertad en ese lugar historico, se dirijieron a Mer- cedes, donde existia una corta guarnicion realista. El grupo de patriotas reunidos en Asencio,--mas feliz en su empre- sa que lo que fuero n los que debian alzarse en Casa Blanca, sorpren- (1) Este cuerpo asi denominado existia aun enFebrerode 1808 en el Rio Grande, segun informacion de don Luis Larrobla al Ca- bildo de Montevideo en esa fecha. 2 6 — didos y aprisionadospor la flotilla dc Michelena que operaba en cl Uruguay — carecia de armamento. Para suplirlo, el que no tenia armas, se sirvio de facones 6 tijeras de trasquila, formnndo con ellas lanzas. Viera dispu$o que de las holeadoras que llevaban los paisanos desprendiesen las bolas, dando una a cada soldado con la cuerda correspondiente, previniendoles que cuando estuviesen cerca del enemigo, la arrojasen con fuerza sobre ellos, que como eran maturrangos, vendrian al suelo. A 1 frente de Mercedes, en actitud hostil, salen de la Villa algunos jinetes realistas a reconocer aquella jente. Viera se adelanta con la suya simulando ser la vanguardia de la division patriota que vicnc a tomar el pueblo. Habla con el capitan comandante del destaca- mento realista, y lo compete a embarcarse con su jente dentro de dos horas entregando las armas. Viera aparenta hacer esa intimacion a nombre de su gefe que se hallaba con el grueso de la division en la cuchilla inmediata, senalando para una altura en que aparecia en efecto alguna caballeria, pero que en realidad no era mas que en un gran trozo de caballada guardada por algunos jinetes con Benavidez. Sirviendose de ese ardid, reduce al gefe realista a aceptar el par- tido de embarcarse sin resistir, y evacuar el punto. Duenos los revolucionarios de Mercedes, se proveen de algun armamento yarrean la bandera espanola que habian dejado cnar- bolada los realistas. Aumentan su fuerza y se ensenorean del campo. Viera y Benavidez se dirijen a hacer reuniones en campana. quedando don Roman Fernandez guardando la Villa, quien manda aviso a Entre-Riosde los sucesos, donde al saberse la declaracion de gnerra de Elio, se habian pronunciado por la revolucion, a la vez que oficia a la Junta de Buenos Aires participandolo y pidienda .auxilios para robustecer el pronunciamiento. (i) (i) Referencias delmismo Don Pedro J. Viera hechas en Rio Grande d nuestro compatriota don Jose Costa, benemerito oficial del ano 25, residente en esa Provincia, a quien debimos estos datos. -- 27 — Posteriormente viene Artigas con el grado de Teniente Coronel raandadopor la Junta de Buenos Aires a ponerse al frente de las- milicias. Viera marcha a la costa del Uruguay a recibirlo, y el pronuncia- miento en la Banda Oriental se generaliza, siguiendose los sucesos de armas de San Jose y las Piedras. Viera y Benavidez con su division mar chan a operar sobre la Co- lonia, que no tarda en ser evacuada por los realistas. Viera concurrio al primer sitio de esta plaza a las ordenes de Ar- tigas. Levantado el asedio, se retiro al Ayui con el gefe de los orientales. Alii, cuando las disidencias con Sarratea, defecciono de Artigas, plegandose a Sarratea. Asistio al segundo sitio del ano 12 a las ordenes de Rondeau, e hizo toda la campana de ese tiempo hasta la capitulacion de Vigo- det el ano 14. Marcho en seguida al Peru formando en el Regimiento N° 9 de orientales al mando del coronel Pasrola. O Hizo todas las campanas con San Martin, Bolivar y Suere, hasta la batalla de Ayacucho en que se hallo. En el Peru tomo estado con una Peruana, bien parecida y rica — segun suspropias referencias, de cuyo enlace tuvo muchos hij os. Con el grado de coronel de caballeria y ocupando el puesto de edecan del Libertador Bolivar, se hallaba en aquella rejion cuando llego d su noticia la declaracion de guerra al Brasil el aho 26 por la Republica Argentina. Se acord6 que era brasilero y se propuso venir al Brasil a ofrecer sus servicios al Imperio. Solicito su separacion del Ejercito, sin re- velar sus intenciones, y consiguio que Bolivar se la concediese. Entonces se vino con su familia a Buenos Aires, donde tomo pa- saje en un buque ingles para el Rio Janeiro, llevando en el metali- zada la fortunapingue que habia adquirido porherenciade su esposa. Enel Janeiro sepresent6 al Emperador haciendole un relato de su vida y ofreciendole sus debiles servicios, interesandose en seguir d la provincia del Rio Grande, de donde era nativo. — 28 — El Gobierno Imperial lo reconocio en el mismo grado de coro- nel, proporcionandole pasage para Rio Grande. Embarco su familia para ese punto, con cuanto poseia, quedando- se el en Janeiro a espera de los despachos que se le habian of'ecido como g^fe del Ejercito Brasilero. Obtenidos estos, partio poco des- pues en otro buque para Rio Grande, pero al llegar a Santa Catali- na le sorprendio la triste nueva del naufragio de la embarcacion en que iba su familii, pereciendo esta y todos los intereses que llevaba. Estegolpe inesperado que lo dejabasoloen el mundoy enla po- breza, lo desconcerto, pero siguio viaje a Rio Grande. — Al volver a pisar el suelo nativo despues de tantos anos de separacion y de vicisitudes, dijo resignado cons, 4 suerte — ccpobre sail de mi pais y « pobre vuelvo». Tomo servicio alii bajo la bandera del Imperio, poco antes de librarse la batalla de Ituzaingo, hasta que celebrada la Convencion de Paz del aho 28, se retiro asociego, casandose de segundas nup- cias con unadama brasilera natural de Valles, donde formo nueva familia . Cuando se produjo en 1835 movimiento de los Republicanos enRio Grande, tomo partido conestos, militando con Bentos Gon- zalvez, quien le confirio el mando de las policias de campana donde comandaba, hasta que terminada de todo punto la lucha entre lega- listas y Republicanos al comienzo del aho 44, se retiro de todo ser- vicio, quedando en la Provincia con su nueva familia. E11 esa ^poca, contrajo amistad y companerismo con don Jose Costa — nuestro viejo amigo y patricio, monumento vivo de las glorias y sacrihcios de la jigante lucha del aho 25, que aun subsists achacoso y en pobrisimo estado en aquella Provincia — a quien mas de una vez el valeroso Viera del aho ir, le relato las peripecias de su azarosa vida, tales como las consigaamos en estos rasgos. Viera vivia agobiado por el peso de los anos hasta el 62 en el Rio Grande, donde fallecio en Valles. Gustabaensu vejez recordar los episodios de sus primeras campanas y los principales actores de la revoiucion oriental desde Artigas, cuando hablaba en castdlano coil su antiguo amigo Costa, cuyo idioma, solia dedr, ie agradaba tanto, como las luchas de su juventud en que acompano a los que escalaron los Andes, mas feliz y mas leal a su bandera que el desgraciado Be- navidez su compaiicro de Asensio. EL GENERAL RON YENANCIO FLORES La personalidad del general don Yenancio Flores, Oriental por nacimiento y corazon, ocupa uu Ingar espectable en la historia de este pais, desdela epoca llamada vulgarmente «de la guerra grande» , hasta sumuerte desgraciada acaecida enel ano 68. Nacio don Yenancio Flores en Porongos — Departamento de San Jose, el 1 8 de Mayo de 1808. Don Felipe Fiores, hacendado de aquel distrito, y dona Mercedes Barrios, ambos orientales, fue- ron sus padres. Contaba 17 anos de edad cuando la cruzada imnortal de los Treihtay Tres Patriotas Orientales el ano 25. Ala voz majica de laPatria el joven Flores, como tantosotros de aquella epoca, corrio entusiasta a enrolarse de voluntario en las filas de los libertadores. Entro aservir de distinguido, y en esa clase se hallo en las accio- nes del Rincon y Sarandi,militando en esa campaha a las ordenes in- mediatas del Coronel don Adrian Medina. Asistio a la toma de los Pueblos de Misiones en el grado de alferez del escuadron N° 2 de linea, al mando del coronel don Bernabe Ri- vera. En ese mismo cuerpo, continuo prestando sus servicios hasta el ano 1831 en que obtuvo su baja, para dedicarse a los trabajos rura- les. En esa ocupacion lo encontro el movimiento revolucionario del 32, teniendo que abandonar.la para volver a cenir la espada, sirvien- do en las milicias del Ejercito del Presidente Rivera. Restablecida la paz y licenciados loscuerpos de milicias. retorno a sus faenas,en que permanecio en el yunqne del trabajo hasta que la revolucion del 36, en que no tomo parte, vino no obstante a colo- carlo en una posicion critica, quelo decidio a afiliarse en las filas del general Rivera, La notoriedad de la amistad que le ligaba a ese gefe r lo mismo que su familia, y acaso faisos informes, lo hicieron sos- pechoso. Se le condujo preso a la capital; de donde logro evadirse, incorporandose a las fuerzas de Rivera, en cuyo ej£rcito se hallo en !a accion del Palmar. Tcrminada la contienda armada de ese tiempo, con el convenio de Paz celebrado en el Miguelete, volvio el comandante Flores a restituirse a sus ocupaciones pacificas. El ano 39, gobernando el general Rivera, fas nombrado coman- dante Militar del Departamento de San Jose, en circunstancias de ser invadido el pais por el Ejercito de Echague. En ese puesto, al frente de su division, se batio en el Arroyo de la Virgen con el ene- migo. Poco despucs, rennido al Ejercito. concurrio a la batalla de Ca- gancha, en donde se distinguio por su valentia. Pacificadoel pais, volvio el Teniente Coronel Flores asu retiro en el ano 40. En 1842 se reclamaron de nuevo sus servicios, confiriendosele el comatido del Departamento de San Jose. — El contraste del Arroyo Grande, sufrido por el Ejercito a las ordenes del general Rivera, v la Invasion del 43 en este territorio, encontraron al coronel Flores en ese destino, en que empezo a desplegar tod.i su actividad para reu- nirfuerzasy obrar segun las circunstancias. Sabe que una fuerza enemiga, en que figuraba Carlos Lopez, ha- bia desembarcado en la costa de su departamento, haciendose sen- tir en el. Marcha en el momento sobre ella, la bate y dispersa, muriendo en la refriega el que la capitaneaba. — Poco despues or- ganiza su division 3^ se dirije con ella a incorporarse al Ejercito que reorganizabaen el Yi el general Rivera. La division Flores esuna s de Nueva York, debia tocar en Mon- tevideo, y ese era el momento de rendir aqui los honores decreta- dos por la Asamblea, en homenaje a su memoria. El gobierno de Buenos Aires despacho cl ‘7 %jo l Bamba .a estc puerto, a recibir los manes del ilustre finado y conducirlos d la ca- pital vecina. El viejo y benemerito Almirante Brown, antiguo companero de gloria de Alvear, solicito el honor de venir personalmente al co- niando del 'Bjo Bamha a recibirlos y transportarlos a la P atria. Tuvo el noble yanciano marino esa satisfaccion, y Buenos Ai- res recibio en su seno la urna funeraria que guardaba los restos mor- tales del benemerito general Alvear, para darles lugar en el panteon de sus insignes varones, con los honores debidos a su rango. EL DOCTOR DON FLORENTINO CASTELLANOS Nativo de Montevideo, y uno de los mas conspicuos ciudadanos, file el doctor don Florentino Castellanos, cuyo nombre figara con alta honra entre las notabilidades de la Republica. Jurisconsulto de nota, hombre de Estado, Legislador digno por su ilustracion e independencia de representar al Pueblo Orien- tal en el augusto recinto de la formacion de sus Leyes, ciudadano distinguido y jefe de una de las principales familias de esta socie- dad, supo captarse en todas las esferas de su vida publica el respeto y la consideracion que merecen los hombres honorables y las vir- tudes publicas y privadas. Digno hijo del antiguo y patriota Magistrado doctor don Fran- cisco Remijio Castellanos, heredo sus virtudes. Muy joven, paso a Buenos Aires el ano 1 6 con su senor padre. Alii se formo, permaneciendo en la Republica Argentina hasta el ano 29 630, en que su senor padre victima de la malquerencia del mandon don Juan Manuel Rosas, tuvo que emigrar con su familia a Montevideo, donde fijo su residencia. Siguiendo las huellas de su venerable projenitor se consagro al estudio del derecho, que fue su vocacion. Tomo estado con lasenora dona Valentina Ilia, dama distingui- da, delas principales y antiguas familias de Montevideo. En epoca en que eran contados los abogados Orientales, el foro de la Republica hizo una adquisicion en el doctor don Florentino Castellanos. La circunstancia de hallarse su senor padre formando parte del Tribunal Superior de Justicia, indujo a don Florentino a solicitar en 1835 del Cuerpo Legislativo, se le exhimiese de la prescripcion de la ley que le prohibia abogar en los tribunales donde fuese su padre Juez, obligandose a firmar los escritos y responder del hono- — 7 6 — rario del Juez impedido; cuya graciale fue concedida con las con- diciones expresas en su representacion. Ejercio la abogacia con credito y dignidad. Su estudio era uno de los mas concurridos. — Con sus clientes era abogado y era hombre. Cuando les afligia las contrariedades, usaba del socorro del espiritu y de la palabra amistosa, reanimando de un modo delicado la fe en la rectitud de los Jueces. No aceptaba defensa, sin estar persuadido de la justicia del litigio de que se encargaba. El ano 3 6 fue nombrado miembro de la Comision encargada de formular los Reglamentos de estudios, organization y regimen de las Aulas Universitarias, creadas por ley del 33, cuyo laborioso tra- bajo fue aceptado por el Gobierno y aprobado por Ley de Junio del 37. En el ano siguiente lo fue donjuntamente con don Bernar- do Berro y don Francisco Acuna de Figueroa, para componer la Comision Censora de las obras Teatrales. Electo Representante por el Departamento de Montevideo a la 3.* Legislatura Constitutional, presto en ella el valioso concurso de sus luces, para la sancion de las leyes mas equitativas y liberales. Fu& moderado e independiente en sus ideas, calidades que le produjeronalgunossinsaboresy enemistades, pero que reconocie- ron mas tarde, que la justicia, la verdad, y la sinceridad eran los moviles de sus opiniones. El ano 3 8, en medio de las pasiones que se agitaban, su voz auto- rizada se hizo oir en el seno de la Camara de Representantes a que pertenecia, con la elocuencia y circunspeccion que le caracteriza- ban, en favor de los derechos del ciudadano, cuando se trataba de suspender la seguridad individual. El ano 39, el Superior Tribunal de Justicia le nombro Fiscal de la Academia Teorico-Practica de Jurisprudencia, inaugurada en Mayo de esc ano. Tan amante del progreso moral como material del pais de su na- cimiento y afecciones, fue uno de los obreros mas entusiastas y — 77 — -abnegados de la Sociedad fundadora de nuestro magmtico Teatro Solis . — Miembro de la Comision nombrada para presentar las ba- ses, condiciones y presupuestos para la obra proyectada y recolec- tar las acciones suscritas, dedico a su cometido toda su escelente vo- luntad, firm 6 el contrato social y fue electo miembro de la Comision Directiva. Amo a la Patria y a los hombres. Hizo el bien por satisfaccion propia, y se intereso en todas las instituciones utiles que nacieron entre nosotros desde que empezo a figurar en el escenario de la Republica. En la aciaga epoca de la guerra grande, se conservo dentro de los muros de Montevideo, consagrado a su profesion, sintiendo como todos, los acervos dolores de la Patria. Presto con levantado cfvismo el valioso contingente de su s luces, como miembro fundador del Instituto de Instruccion Publica en 1847, y como miembro del Consejo de la Universidad creada en 1849, colaborando en su reglamentacion. Desde entoncesse contra jo con dedicacion especial a trabajos concernientes a ambas instituciones, compartiendolos con las ta- reas de su profesion, 6 las atenciones de otros puestos piiblicos. En la primera colacion de grados el aiio 50, protejio al tiempo de leer las Tesis a los que lo recibieron en Jurisprudence. El ano 52, fue distinguido en elgobierno Constitucional del Sr. Giro, con las carteras de los Ministerios de Gobierno y Relacio- nes Exteriores, acompairandole a ultimos de ese ano a la visita de los Denartamentos. JL J?poca de labor y reorganizacion, como ninguna hasta entonces, despues de nueve anos de guerra y desquicio, el doctor Castellanos, no escuso trabajo, ni sacrificio, para llenar con altura y discrecion las altas funciones de su cargo. — Ensu laborioso Ministerio, enque se rozaron cuestiones internacionales de trascendencia, acredito por su tacto politico las dotes superiores del hombre de Estado. Sobre ano y medio desempeno el Ministerio de Gobierno y Rela- ciones Exteriores, con reconocida probidad, intelijencia y respeto - 7 8 - Alas instituciones, contando la satisfaccion de poder decir un dia — « perteneci a un gobierno que no costo al pais ni una lagrima, ni « una sola gota de sangre en mi Ministerio, en que no bubo un solo « expatriado, respetando los hombresy las instituciones. » (i) Estas palabras desprendidas de los labios del Dr. Castellanos, en ocasion de combatir la expatriacion impuesta por el Poder Ejecu- tivo a un ciudadano, ponen de relieve su culto a los principios y la independencia de sus opiniones como Representante del Pueblo. « He sido siempre de opinion — anadia en su discurso — que mas vale que perezcan los gobiernos, y no que perezca un principio. Soy hombre de principios; creo que desde que se invoca por el mismo gobierno la Constitucion, nosotros estamos en el deber de aplicarle los mismos articulos, dandole la interpretacion que le die- ron los Constituyentes. Sin seguridad individual, no hay vida, no hay posibilidad de existencia, no hay posibilidad de comer cio ni de progreso. Por eso prestaron tanta atencion nuestros Legisladores a la guarda de ese derecho. » (2) Elano 54 presidio la Comision de Jurisconsultos encargada de abrir dictamen sobre el Proyecto de Codigo Civil del doctor Aceve- do, y del Codigo de Comercio Espanol. En el campo de la beneficencia, que fue tambien el entusiasmo de su alma, se le vio trabajar solicito, como miembro de la Comi- sion de Caridad y Beneficencia, a que pertenecio desde 1855. Electo Senador por el Departamento del Durazno el ano 57, fue en esa Legislatura Presidente del Senado. Hombre de principios, moderado por cardcter, espiritu liberal e independiente en sus opiniones, acredito en esa epoca como se ha. visto, que poseia en alto grado tan bellas cualidades, con un culto fervoroso A la ley. « En politica, — decia, — yo no encuentro enemigos, sino contra- f 1 ) Palabras del doctor Castellanos, pronunciadas como Senador en la sesion de la Comision Permanente, en Setiembre de 1857. (2) Sesion citada de la Comision Permanente del Cuerpo Legis- lative — 1857. 79 — « dictores. La politica para mi, es como la relijion. Todaslasrelijio- « nes reconocea unSer Supremo reguladorde las acciones de los « hombres. — En politica reconozco el respeto a la Ley. » La iibertad de la prensa, las garantias individuales, tuvicron en £1 un caluroso defensor. En su vida publica presidio la Academia Teorico-Practica de Ju- risprudence, que precedio a la Catedra de Procedimientos, donde se formaron doctos, que mas tarde iiguraron en la magistratura. En las integraciones frecuentes del Superior Tribunal, su voto fue siempre fundado en el estudio concienzudo delos hechos yen la aplicacion imparcial del derecho, segun testimonio de sus colegas. Desempeno por varias veces la Defensuria de pobres en lo cri- minal, y durante muchos afios fue tambien defensor de pobres en lo Civil, sin lastimar nunca la susceptibilidad del indijente. El ano 62 fu6 honrado por el Gobierno de la Republica, con una mision especial cerca del Gobierno Argentino presidido por el ge- neral Mitre, que le recibio con las distinciones cordiales dignas de su cardcter, de sus antecedentes y prendas personales. En la ruidosa cuestion con el Vicariato, cupole la satisfaccion de arreglar las bases, en su mision a Buenos Aires, para el restableci- miento de la armonia entre las Potestades civil y religiosa. Desempeno distintas comisiones, se asocio a todo pensamiento util, y empleo en tantas ocasiones la influencia de su posicion social en bien de sus semejantes y de cuanto tendia al progreso del pais- Hombre bien intencionado, de levantado civismo, de ideas mo- deradas, de espiritu conciliador, de probidad a toda prueba, y de sentimientos generosos, fue mas de una vez el iris en las tempesta- des y el ancora de salvacion en los naufrajios. El ano 65, hizo parte de la Comision Pacibcadora, que tanto tra- bajo por el renacimiento de la paz publica y de la armonia entre los orien tales. Dentro y fuera del pais el nombre del doctor Castellanos, era re. putado como el de una de sus primeras ilustraciones, y de sus per- sonajes mas conspicuos. — 8o — Relacionado con lo mas distinguido de la marina extrangera que visito el Plata, con los Representantes de las Naciones amigas, y con lo mas honorable de la poblacion nacional y extrangera, gozaba en la alta sociedad los respetos, las simpatias y las distinciones a que le hacian acreedor sus meritos, su cultura y su bondoso caracter. Elano 66, siendo miembro dellnstituto de Instruccion Publica y aprovechando la feria de los Tribunales, visito d su costa los Es- tablecimientos de educacion primaria de los departamentos de Flo- rida y Durazno. Llevo a ellos el aliento de su palabra fervorosa y el consejo de su saber y experiencia, produciendo un informe lumi- noso sobre su estado, haciendo indicaciones muy fundadas y opor- tunas en bien de la educacion popular en la campana. « Ahadio es- te servicio — decia La % evista del Tlata — a la serie de los que ha rendido al progreso intelectual de la juventud de su Patria. » Gran Maestre de la Orden Masonica, fue por muchos ahos la co- lumnarobusta del gran Oriente del Uruguay, « el centro y luz de la Fraternidad » al decir de La Tribuna, (diario) prestando en aquella Institucion senalados servicios a la Humanidad, principal- mente en losaciagos dias del flajelo que azoto d esta ciudad. La mano benefica y filantropica del Dr. Castellanos, siempre es- tuvo pronta para socorrer el infortunio. Una dolencia mortal vino a arrebatarlo a la vida, el 24 de Se- tiembre del ano 67, cortando el estambre de aquella existencia tan amada de los suyos, tan querida y respetada de la sociedad a que pertenecia y tan preciosa para la Patria. Amoroso padre, la p6rdida de una hija idolatrada, labro profun- damente su corazon, hirio su exquisita sensibilidad, y aquel fisico robusto, aquel espiritu sereno en las tempestades de la vida, no pu- do resistir el acervo dolor producido en su alma paternal por su per- dida y ese sentimiento acelero el termino de su existencia . Su muerte fue un duelo publico. La Republica sufria una sensible p&rdida en tan dignisimo ciudadano. Lo mas selecto de la sociedad de Montevideo, concurrio i rodear el ftretro del ilsutre finado, que enel transito de la vida, y aunen me- — 8i — dio de todas las viscitudes politicas qiae ajitaron al pais, salvo ileso como hombre publico, respetado de todos, sin dejar un solo ene- migo. Su entierro fue la significacion mas cumplida de las simpatias que gozaba el ilustre muerto, y el ultimo homenaje rendido a sus altos meritos y virtudes. Enelactodela inhumacion pronunciaron sentidos discursos, encomiando los meritos y virtudes del finado, los Dres. D. Mateo Magarinosy D. Carlos de Castro, y el Dr. D. Adolfo Pedralbes en representacion del Instituto de Instruccion Publica, D. Adolfo Vai- llant y otras personas. De el los extractamos lo siguiente: Discurso del Dr. D. Mateo Magarinos Cervantes « Vamos a depositar los restos mortales de uno de los miembros mas conspicuos de iagran familia que esparcidapor toda la super- iicie de la tierra, se afana por realizar el dogma de la Fraternidad Universal. El H.\ Florentine Castellanos, adornado de todas las virtudes que la Mas.*, consagra, merecio el distinguido puesto de Gr.*. Com.*, de la Orden, a la que presto constantes y valiosos servicios. Inspirandose en los principios que forman la esencia de nuestra institucion, aplico a las transaciones de la vida profana nuestras ideas de paz y concordia; por lo que merecio la consideracion de sus conciudadanos, que lo elevaron a las mas altas dignidades de la Republica. Como fueH.*. fervoroso, cumplio bien su mision de ciudadano; tue amoroso padre de familia, tierno esposo y amigo sincero. La multitud que rodea su feretro es un testimonio elocuente del aprecio que supo conquistar. Feliz el que lleva a la mansion eterna la bendicion de sus ami- gos! » Discurso del Dr. D. Carlos de Castro « Despues de haber consolado la agonia del amigo que muere, despues de haberlo llorado y acompanado al sepulcro, yo, que he 6 — T. IV. — 82 — sido su discipulo, tambien me creo en el deber de decir algunas pa- labras, a fin de que el recuerdo de sus buenas cualidades aproveche de algun modo a los que le sobreviven, 6 al menos sea satisfecho un deber de justicia al finado. El Dr. Castellanos ha bajado a la tumba limpio de toda mancha. Fue modesto e hizo el bien por satisfaccion propia, no para ob- tener aplausos ni gracias. Tuvo corage e independencia de opinion, calidades que le sublevaron algunos enemigos, pero que reconocie- ron mas tarde que ellas emanaban de un sincero afecto hacia la verdad y la justicia, y no movidos de segundos fines. Tuvo modales francos y suaves, honesta jovialidadde semblan- te y de espiritu. No sintio 1b envidia ni la hipocrecia, ni se le nota- ron vicios y defectos capitales. El hecho es que ha muerto venera- do por todos; y sabeis senores, que a los muertos nQ se adula. La bondad del Dr. Castellanos era notada por todo el que lo co- nocia. Era la bondad intelijente yactiva, la bondad del fibre albedrio, porque el Dr. Castellanos tenia alma, pasiones y energia de tempe- ramento, y condiciones optimas para el bien. Practico la profesion de abogado con aplauso y decoro. No fue ambicioso ni avaro; antes se escedia en las cualidades con- trarias. No especulo nunca con la profesion. Al que golpeaba la puerta de su estudio atendia con amor, sin que la compensacion mayor 6 menor pudiese inffuir en sus desvelos, que fueron iguales tanto a favor del que le compensabasu trabajo, cuanto a favor del que lefalto con ingratitud. La existencia util y honrada del Dr. Castellanos ha concluido demasiado pronto. La fama no hard resonar su nombre como el del guerrero afcr- tunado; pero la historia tiene un lugar predilecto para el nombre de los ciudadanos ilustres que cual cl olrecieron las virtudes del legis- lador, del jurisconsulto v del politico de los dias de bonanza. » MOTOR JACINTO VERA PRIMER OBISPO DE LA IGLESIA ORIENTAL * * Modelo de virtudes, personification de la caridad evangtiica, de- chado de mansedumbre, fue Monsenor Jacinto Vera el primer Obispo Diocesano de la Republica Oriental del Uruguay. De humilde orijen, supo elevarse a la mas alta dignidad de la Ca- rrera eclesiastica. Nohabia nacido bajo este cielo, pero desde la infanciase formo en el ragaso de esta Patria, que adopto por suya. Vio la primera luz de la existencia en el mar. Nacio el 3 de Julio de 1813, en lalatitud de Santa Catalina, viniendo en viaje sus padres para Montevideo. A su arribo a Montevideo, la plaza se hallaba sitiada por los pa- triotas, permaneciendo en ella hasta que termino la guerra, 6 algu- 110s anos despues, en que pudo su familia ir a establecerse en la campana. En Pan de Azucar, Departamento de Maldonado, en la modesta y laboriosa vida rural, se deslizaron sus dias en la adolescencia. Como ciudadano, presto sus servicios personales a la patria, en la militia ciudadana. De costumbres morales, tuvo vocation por el sacerdocio en el curso de la vida. Las primeras lecciones de latin las recibio del presbitero D. Lazaro Gadea. Paso a Buenos Aires con ese proposito, en compania del que fu£ Padre Cristobal Bermudez. Hizo sus estudios para la carrera eclesiastica en el Colegio de Je~ suitas, en que era maestro el doctor don Francisco Mageste. Alii se formo vistiendo la so tana clerical, recibiendo sucesiva- mente el subdiaconado, el diaconado y el presbiterado, cantando su primera misa. - 84 Ya uncido de sacerdote, como eran sus aspiraciones, volvio a Montevideo, donde fue destinado al Curato de Canelones, que desempeno por ei espacio de 13 anos consecutivamente, con satis- faccion de los feligreses. A consecuencia del fallecimiento del Vicario Apostolico de la Repiiblica don Jose Benito Lamas, acaecido en Mayo del 57, habia necesidad de llcnar la vacante dejada por aquella sensible perdida. Elgobierno de la epoca, presento en Enero del 58 a Monsenor Marino Marini Arzobispo de Palmira y Delegado Apostolico, al presbitero Estrazulas para llenarla, pero se habian acordado Bulas al preshitero Vera, cura de Canelones, en las que se le conferia motu propio la Prelacia de la Iglesia Oriental. El Gobierno no concedio pase a esas Bulas, y en ejercicio del Patronato, presento en terna para el Vicariato a tres sacerdotes, in- cluyendo en ella a don Jacinto Vera. El Delegado Apostolico elijio a este, y fue as! reconocido, reci- biendose del Vicariato en Diciembre del mismo ano 58. Desde entonces fue elPrelado de la Iglesia Oriental. Pocos dias despues de recibirse del Vicariato Apostolico, enalte- cia con su presencia en la capilla de la Caridad, la ceremonia reli- giosa derecepcion de las cinco primeras pretendientes de Herma- nas de Caridad, que tomaron el liabito entre nosotros, y prestaba su eficaz cooperacion a la Sociedad de San Vicente de Paul reciente- mente instituida, y que tantos beneficios ha producido hasta la ac- tualidad, socorriendo a los pobres, fundando y sosteniendo escuelas* Como Vicario y como Obispo, nunca dejo de prestarle su con- curso, y mas de una vez por su intermedio hizo distribuir entre los pobres las cantidades recibidas por legados testamentarios li otros donativos para ese fin caritativo. En comprobacion de este aserto, baste recordar el hccho referi- do en la Memoria del Consejo, correspondiente al ano 76. « Entre las cantidades recibidas por el Consejo en este ano — de- cia — y distribuidas a las Conferencias y Escuelas, se cuentan 724 pesos recibidos del Sr. Obispo, a quien se los entrego D. Domingo - 85 - Pineyrua como albacea testamentario de dona Maria Fernandez, pa- ra ser repartid is a los pobres, v que Su Senoria se digno distribuir- los por medio de nuestra Sociedad. » El ano 6 1 surjio desgraciadamente un conflicto entre las Potes- tades Civil y Eclesiastica, que se prolongo hasta principios del 63, de cuyas resultas fue extranado el Prelado en Octubre del 62, reti- randose a Buenos Aires. Al fin, por interposicion del Internuncio de su S anti dad se acordaron en Buenos Aires con el comisionado del G-obierno Dr. don Florentino Castellanos, las bases para restablecer la armonia entre ambas Potestades. En consecuencia, por decreto de 8 de Marzo del 63, quedo sin efecto el de extranamiento y el ve- nerable Prelado volvio a ocupar su puesto. En la guerra civil encendida poco despues, como ministro de paz, propendio en cuanto pudo al restablecimiento de esta, entre los par- tidos en armas. En Diciembre del 64 cuando los sucesos tremendos de Paysandu, obligaron a las familias a refugiarse en la Isla de Almiron, abando- nandolo todo y sufriendo las neccsidades consiguientes a tan acerva situacion, los sentimientos de caridad y patriotismo del noble Prela- do lo impulsaron a ir en su auxilio, llevandoies socorros y consuelo. Con ese piadoso y caritativo proposito partia el 1 3 de Diciembre a bordodel Tevere , acompanado de los sacerdotes don Rafael Yere- gui, don Martin Perez y don Domingo Irigaray, algunas Herma- nas de Caridad y el Dr. en Medicina y Cirujia don Emilio Garcia Wich, D. Jacinto Vargas, D. Eduardo de las Carreras y D. Claudio Balparda. Su presencia en aquel lugar de infortunio y de lamenta- ciones, en que sobre dos mil mujeres y ninos sufrian todo genero de penalidades, albergadas unas bajo la debil cubierta de algunas lo- nas proporcionadas por la humanidad de la marina extrangera, y otras a la sombra de los arboles, sin calzado algunas, desprovistas de ropas otras, 6 despedazadas por las ramas y espinas de la isla montuosa, produjo en todas animo y consuelo. Con relacion. a ese cuadro de dolor y de amargura, que tanto hi_ zo por mitigar la filantropia propia y extrana, decia la Comision -- 86 — oficial de Socorros: « Merced a la presencia del Sr. Vicarip Apos- tolico, D. Jacinto Vera, de los sacerdotes Perez, Yeregui e Iriga- ray, y de las Hermanas de Caridad que los acompanaban, los des- graciados habitantes de esta Isla (que desde entonces se llamo de la Caridad') han gozado de los socorros espirituales. La celebracion de la misa, la administracion del sacramento de la confirmacion, las pricticas religiosas y esplicaciones doctrinales, las rogativas en provecho de los necesitados, han llenado de consuelo a las almas de los desvalidos, preparandoles a la resignacion para sobrellevar la desgracia. « Abordo de los buques de las estaciones extrangeras donde se hallaban asiladas varias familias, se ha celebrado tambien el santo sacrificio de la misa. « En los dias de nuestra permanencia fueron atendidos por el Dr. Garcia Wich de 1 5 a 20 enfermos diarios y suministradas las medicinas. » (1) Habia sido distinguido por la Santa Sede con el titulo de Ohispo dt Megara , y en esa dignidad fue consagrado el 16 de Julio del ano 65 por Monsenor Mariano Jose de Escalada, Obispo Diocesano de Buenos Aires, que vino expresamente con ese objeto a Monte- video. En su caracter de Vicario Apostolico de la Republica, antes y despues de su consagracion de Obispo de Megara, se le vio siempre solicito del cumplimiento de sus deberes religiosos, propendiendo a la propagacion de sus dogmas, a la observancia de las practicas del cristianismo,al decorodel culto catolico, y por fin, a dar impulse al clero nacional, empenandose en la formacion de sacerdotes O rientales, no escatimando a ese noble proposito su proteccion personal, sus recursos propios, para auxiliar al que los necesitaba. Como ministro de altar, el confesionario y el pulpito lo tuvieron a su servicio. (1) Nota de la Comision de Socorros al Gefe Politico, del 30 de Diciembrede 1864. « - 8 7 - La grey catolica tenia en el un digno y bondadosisimo Pastor, que unia a una modestia v mansedumbre ejemplar, la piedad cris- tiana y la caridad sin limitacion, socorriendo con su limosna al indi- jente que la solicitaba. Paciente, abnegado, empenoso, llevo en sus frecuentes misiones a los Departamentos de campana, la palabra edificante, la moral evangelica, las practicas sacramentales y el espiritu de caridad y de paz atesorado en su corazon y en sus labios como Pastor espirituai y dignidad de nuestra Iglesia. Kizo dos viajes a Roma. — Uno el ano 67 asistiendo a la Catedra de San Pedro, y otro el ano 69, para asistir al Concilio Vaticano. Tuvo el pesar en el primero, de encontrarse en el inesperado fa- llecimiento del Sr. Obispo Escalada, su companero de viaje, acaeci- da en Roma, prestandole en sus ultimos momentos los servicios y consuelos del amigo y del sacerdote en la medida de sus facultades. En su segundo y ultimo viaje a Roma, acompanaronle los pres- biteros D. Inocencio Yereguy y D. N. Letamendi. A su regreso a la Republica volvio el venerable Prelado al ejer- cicio de sus funciones, prestando, como siempre, sus recomendables servicios a la religion y a la Iglesia. Fundo el ano 7 5 el Club Catolico, contribuyendo a su estableci- miento y sosten constantemente . La Iglesia Uruguaya aparecia « como una estrella palida en el lirmamento del Continente Sud-Americano. » La Iglesia del Esta- do, reclamaba ya otro rango, nombre propio v puesto de dignidad en el concierto de la Iglesia Americana. El Gobierno solicito en el ano 78, de la Santa Sede, la ereccion en Diocesis del Vicariato Apostolico de Montevideo, y el nombra- miento de Obispo Diocesano, sublimando con esa instititucion la gerarquia Eclesiastica de la Republica, y propuso para ocupar la Silla Episcopal a Monscnor Jacinto Vera. Su Santidad Leon XIII se digno acceder a la solicitud, expidiendo las Bulas y Breves correspondientes el 8 de Agosto del referido ano 78. . — 88 — En consecuencia, con fecha 3 1 de Diciembre de ese ano, se decre. to el pase a las Bulas y Breves Pontificios, y el 8 de Enero de 1879 prestaba Monsenor Vera el juramento de Obispo Diocesano deia Republica, en estos terminos: « Juro y prometo por los Santos Evangelios, obediencia y fide- « iidad al Gobierno de la Republica, e igualmente prometo no coad-