«pm^ WmWw Mw!-VA /'Wv , - ^ ^ UiraiOTra fcsft»£taifc • C && *& MgafcOT^sr© ,<, •■ mmmmmmm* tf fc v : LIBRARY OF CONGRESS, t %mm tiWtyJZ UNITED STATES OP AMERICA, f ^pm§ wzwM&mfflmm ^vvVMuW oU .WVv -v ^ mw: twmws&® «juuvuyy,wv *yvvvw»;- v g*vv 8<*i&WSB ! <^^ ;uvyv;v s?l)0uwy«,«i» Wffl&VH i~uyyyyy*" ri^^msms l \J V \J V 'Vvy:-yvij.^vLv v • wv-,» yv w wwyvi ill; «iswwy^M$is r ''/WW* * YvvwMr^SViv fPK$ u?«K V* u/^V tf ^^. wm N8 jM.^y KMNHBHB v:v^vi w,:,,. SPANISH GUIDE CONVERSATION AND COMMERCE, IN TWO PARTE BEING A SEQUEL TO THE AUTHOR'S SPANISH GRAMMAR AND TRANSLATOR BY JULIO SOLER, n PROFESSOR OF THE SPANISH LANGUAGE AND LITERATURE IN THE UNIVERSITY OF THE CITY OF NEW YORK; OF THE SPANISH AND ITALIAN LANGUAGEJ._-<, Qf COT? IN RUTGER'S FEMALE INSTITUTE, &C/. V" SPANISH PRINTING OFFICE No. 54 Gold-street. 1843. Entered according to act of Congress, in the year 1843, by JULIO SOLER, in the Clerk's office of the District Court of the Southern District of New York. CONTENTS. PART FIRST SPANISH GUIDE FOR CONVERSATION. SECTION FIRST A selection of interesting narratives, descriptions, 6fC, upon subjects which frequently occur in common con ■ versation ; being intended as an introduction to Spa- nish Conversation. I. Paseo por las calles II. El Prado .... III. Las visitas de dias . IV. Una visita a san Bernardino V. El alquiler de un cuarto VI. El dta de fiesta VII. Una buena especulacion . VIII. La casa de huespedes. Page. 1 13 21 28 41 50 63 74 SECTION SECOND. Observations on Spanish Conversation. I. use of Don and Sehor. ... 98 II. ABOUT QUESTIONING AND ANSWERING. . 99 IV. CONTENTS. III. ABOUT HEALTH . IV, ABOUT AGE .... V. ABOUT THE TIME OF THE DAY VI. ABOUT THE WEATHER . VII. EXPRESSIONS OF POLITENESS. Salutations .... VIII. TO WRITE A LETTER . The days of the week . The months of the year. Names of Nations, Provinces, &c Christian names most used . EXERCISES SECTION THIRD. Phi'ases and words which frequently occur in conversation. I. WHEN RISING FROM BED II. TO BREAKFAST III. OF DRESSING ONESELF IV. OF A VISIT . V. AT DINNER . VI. OF WALKING. VII. OF THE THEATRE . VIII. BEFORE GOING TO BED 101 101 102 103 104 106 107 109 109 109 111 . 113 common 118 120 121 124 127 134 137 139 PART SECOND. SPANISH GUIDE FOR COMMERCE. SECTION FIRST. la bolsa. — A tale on a commercial subject . 141 CONTENTS. SECTION SECOND. Mercantile letters intended as examples to make the pupil acquainted with the Spanish idiomatic expres- sions which most frequently occur in commerce. I. CIRCULAR . . 155 State of the market 155 II. ORDER. 157 III. ORDER EXECUTED. 159 Invoice 161 Bill of lading 163 Bill of exchange . 163 Endorsement 165 IV. CONSIGNMENT 165 V. RECEPTION OF GOODS 167 Account sales 167 VI. ACCOUNT CURRENT REQUIRED. 169 VII. ACCOUNT CURRENT FORWARDED 171 Account current . v 172 Note 175 Receipt ..... 175 EXERCISES . 176 SECTION ^THIRD. Commercial Terms. 183 DRY GOODS ..... 186 WEIGHTS AND MEASURES 188 OFFICES CONNECTED WIT "H COMMERCE 188 TA.OE LINE 1 2 99 5 105 11 110 6 110 15 110 43 110 44 116 22 115 32 122 13 123 34 127 18 129 12 130 1 130 23 131 37 133 11 153 5 ERRATA. INSTEAD OF "Spanish Guide for Conversa- tion and Commerce." " assure it," "yon," . " Jorgia, Jorgiano," "Icelandic," " Swizo," "Spanish," " (See page 100,)" " after (medio)," "this fits," "black petticoat," "earth," "the," " the," "desert," " nostaza," "yerba cafia," "comerce," READ. Spanish Guide for Conversation, assert it. y° u - Georgia, Georgiano. Icelander. Suizo- Spanish, Spaniard. {Seepages 100, 10 L. after half (medio). this suit Jits. black out skirt. hearth. the. this. dessert. mostaza. yerba cana. commerce. i PART FIRST. SPANISH GUIDE FOR CONVERSATION AND COMMERCE. SECTION FIRST. A selection of interesting narratives, descriptions, fyc., upon subjects which frequently occur in common conversation ; being intended as an introduction to Spanish conversation. I. Nada hay mas natural en un forastero que la curiosi- dad de conocer el aspecto general del pueblo que por primera vez visita, y nada tambien suele ser tan fre- cuente como el decidir por esta primera impresion de la belleza 6 mezquindad del tal pueblo. Aventurado por cierto seria aquel juicio, aplicable & nuestro Madrid, pues que variaria absolutamente segun el lado de donde viniese el forastero, y por donde pudie- ra observar su primera vista. El gallego y castellano, por ejemploj mirando la poblacion por su parte mas PASEO POR LAS CALLES. antigua y escabVosa, atravesando su escaso rio sobre el magnifico puente a que Juan de Herrera imprimio la severidad de su escuela, y entrando por una mezquina puerta, solitaria y empinada calle, cuyos tejados forman una dilatada escalera, apenas encontraria diferencia notable con sus tetricas ciudades, si la presencia del palacio real a su izquierda no le hubiera dado de ante- mano a conocer la capital del reino. Muy diferente idea formara el andaluz que viene de la parte del Mediodia, abrazando con su vista toda la poblacion por su parte mas vital y variada. Los suntuo- sos edificios del seminario, cuartel de guardias y palacio a la izquierda; la fabricade tabacos, el hospital general y el observatorio, a su derecha ; el puente, paseo y nue- va puerta de Toledo aJ frente ; intermediado todo por variados edificios, caprichosas torres, numerosos grupos de casas de distintas formas, y revelando, por decirlo asi, la existencia de un pueblo grande y vivificado con la presencia del gobierno, prestan por este lado a Ma- drid su vista mas completa e interesante. Los catalanes, aragoneses y valencianos, arribando a la capital por la soberbia puerta de Alcala y la de Atocha, formaran una idea aun mas risuena y magnifica, por los elegantes paseos de las Deliciasy el Prado, los pintorescos jardines del Retiro y Botanico, y las suntuosas calles de Atocha y Alcala; y rinaimente, los procedentes de las provincias del Norte juzgaran a nuestra villa arida y solitaria al entrar par las puertas de San Fernando 6 de. Santo Domingo. Si deseando modificar estas primeras impresiones, y conocer a un golpe de vista el conjunto del pueblo que PASEO POR LAS CALLES. 3 los recibe, solicitasen subir a una altura centrica y de la elevacion correspondiente para medir y conocer a vista de pdjaro todo el piano de la capital, seria aim mas di- ficil el indicarsela, careciendo, como carecemos, de un gran templo central, que suele ser en otros pueblos el sitio a, donde los forasteros acuden para satisfacer este deseo. La torre de la parroquia de Santa Cruz es la finica que puede suplir en Madrid aquella falta, aunque ni su elevacion ni su situacion son suficientes para abra- zar distintamente todo el piano, y conocer a un golpe de vista las varias fisonomias de los cuarteles de esta villa. Sin embargo, colocados en aquella altura puede obser- varse el corte de la poblacion, uno de los mas comodos y ventajosos que conocemos, pues que partiendo sus ca- lles principales de un centro comun, que es la Puerta del Sol, se prolongan en forma de estrella hasta los ul- timos confines de la villa. Asi que, conocidas una vez la direccion al E. de las calles de Alcala y San Geroni- mo, de la Montera, Hortaleza y Fuencarral al N., de la Mayor al O., y de las Carretas, Concepcion Gerdnima y Toledo al S., llega a ser facil evitar la confusion que un pueblo nuevo infunde. La frecuentacion de sus calles hara. conocer al forastero que todas ellas le llevan como por la mano a estos puntos capitales, que en la mayor extension del radio se modifican y cruzan por otros mas subalternos y parciales, como las calles de Atocha, an- cha de S. Bernardo, Jacometrezo y otras. Por lo de- mas, en cuanto a, la belleza del aspecto general, men^ guada idea podra formar desde aquel punto, no divisando desde el sino la desigualdad, tristeza y mezquina forma de los tejados de nuestras casas. 4 PASEO POR LAS CALLES. Esta desfavorable impresion sera sin embargo modi- ficada cuando descendiendo a las calles hiera la vista de observador la espaciosidad y desahogo de estas, la regu- Iaridad bastante general de su alineacion, la variada y caprichosa pfntura de las fachadas de las casas, y sus distintas formas y dimensiones, que si bien puede con- denarlas un ojo artistico por su falta de orden y sime- tria, ilevan la ventaja de entretener agradablemente la vista, alterando a cada paso la insoportable monotonia de las cindades edificadas bajo seguro plan y severas condiciones. Las calles de Londres y de Paris, por lo general planas y sin notables desniveles, sujetas sus casas a una perfecta alineacion, y presentando en su forma exterior un aspecto casi uniforme, son aun mas fatigantes, mas tristes y enfadosas que las de Madrid con sus cuestas y la irregularidad de sus casas. Afiadase a esto las in- mensas ventajas que nuestro clima nos proporciona de la sequedad constante del piso, la perfecta conservacion de los colores en las fachadas, y la animacion que pro- duce la costumbre de los balcones ; comparese todo ello a la densidad de una atmosfera nebulosa, la casi perpe- tua humedad del piso, el ennegrecido moho de las fachadas, la severidad de aspecto de la linea de ventanas, j la metodica uniformidad, en fin, de los edificios, en aquellas capitales, y habra muy pocos que dejen de preferir un paseo por nuestra villa (haciendo para ello abstraction del mayor movimiento y vida de aquellas poblaciones) al cansancio y fatiga de cuerpo y de espi- ritu que puedan proporcionarlesi otras ciudades mas importantes. PASEO POR LAS CALLES. No es esto decir que nuestro Madrid actual no pueda y deba recibir graves modificaciones para imprimirle mayor regularidad y agrado, y las numerosas y conti- nuas que hace veinte anos experimenta, revel an, por decirlo asi, el grado de belleza a que aun puede llegar. Cuando se haya reformado del todo el empedrado de las calles, cuando en la forma y revoque de las casas se haga genera] el gusto que se observa en las nuevamente edificadas, imitando a las de Cadiz; cuando se modifique la forma de los tejados y buhardillas, y desaparezcan del todo los canalones ; cuando, en fin, se vean genera- lizadas aquellas variaciones que observamos ya parcial- mente, entonces sera cuando Madrid llegara al punto de belleza que su situacion local y el hermoso sol meridio- nal le proporcionan, y merecera con mas justicia los dictados que aun los mismos extranjeros le prodigan de la villa blanca, la villa joven del Mediodia. Mas si prescindiendo ya del aspecto material de sus calles y casas, intentaramos dibujar, aunque ligeramente, su vitalidad y movimiento ; si dejaramos las piedras por los hombres, los ordenes arquitectonicos por el orden de la sociedad, el Madrid ffsico, en fin, por el Madrid moral, \ que escena tan varia ! j que espectaculo tan animado no podriamos presentar a nuestros lectores! Tosco y desalifiado es nuestro pincel para tamaflo intento ; pero no podemos resistir a la tentacion de em- prenderlo. No nos propondremos seguir metodicamente para ello las distintas fases de tan variado teatro segun las diversas boras del dia, las estaciones y demas cir- cunstancias que alteran y modifican los usos populares. Escogeremos cualquier dia del aiio ; por ejemplo, el dia 1* 6 PASEO POR LAS CALLES. en que nos hallamos : procedeiemos libremente y como al aeaso ; dejaremes vagar a nuestro discurso, y pues que el moderno romanticismo nos autoriza, renuncia- remos a todas las unidades conocidas ; y tanto mas To- rn anticos seremos, cuanto menos pensemos en lo que vamos a escribir. II. Ningun momento del dia nos parece mas oportuno para sorprender a los madrileflos en el espectaculo dcsu vida exterior, que aquellas apacibles horas que aproxi- mando el dia a la noche nos libertan del trabajo para acercarnos al descanso y al placer; aquellas horas que en la estacion ardorosa en que nos hallamos, vienen a miti- gar los rigores de nuestro sol meridional, y en que la po- blacion, ansiosa de disfrutar la apetecida brisa de la no- che, abandona el interior de las casas, y se muestra generalmente en las calles y plazas, en las puertas y balcones. No haya miedo el cojuelo Astarot, ni su licen- ciado don Cleofas, que para tal momento solicitemos sus auxilios con el objeto de levantar los tejados de las casas, y reconocer lo que pasa en el interior : por la ocasion presente dejemoslo a los ladrones y enamorados, que tambien suelen aprovecharse a tales horas de aquel aban- dono, y pues que todo el pueblo se halla en la calle, bueno sera mezclarnos y confundirnos con todo el pueblo. El reloj de nuestra Senora del Buen Suceso ha dado Jas seis: la animacion y el movimiento, interrumpidos PASEO POR LAS CALLES. 7 durante la siesta, han vuelto a renacer en las calles ; los vecinos de las tiendas, descorriendo Lis cortinas que las cubren, hacen regar el frente de sus puertas, asoman al cancel de ellas, y llaman al ligero valenciano, que con sus enagiietas blaneas, su pafiuelo a la cabeza y su garrafa a la espalda, cruza pregonando el Gua e sebd fria. . . . Otros escogen en el cesto de aquella desenfada- da manola ties 6 cuatro naranjas para remojar la palabra, dirigiendola de paso algunas mcdianamente disimuladas, si bien mejor recibidas ; y otros, en fin, se contentan con un vaso de agua pura que les ofrece en eco lastimero el asturiano, por cuatro maravedis. En tanto los muchachos, que a la primer campanada de las seis ha lanzado una escuela, improvisan en medio de la calle una corrida de toros, 6 atan disimuladamente a la rueda de un calesin alguna canasta de fruta, que al echar a andar el carruaje rueda por el suelo, con nota- ble provecho de la alegre comparsa ; 6 bien tratan de enganar a un barquillero, distrayendole para que no mire el juego ; 6 ya disparan sendas carretillas de pol- vora a los perros y a los que no lo son. A semejantes horas todavia no se sienten circular mas carruajes que los del riego 6 los bombes facultati- vos, y sin embargo, en todas las cocheras se disponen y preparan ya los que de alii a un rato han de conducir al Prado a la flor y nata de la aristocracia. Los cafes, oscuros aun y abiertos de par en par, no reciben todavia mas que uno u otro provinciano que saborea el primero un gran cuartillo de leche helada, algun militar que fuma un cigarro mientras ojea la gaceta, 6 un quidam que entra mirando el reloj, espera un amigo que viene de alii a un rato, y juntos parten a paseo. 8 PASEO POR LAS CALLES. "De la loteria—aaa a o-cha—vo a ochavito losfijos. — iTJna calesa, mi amo 1 — De lafuente la traigo, iquien la bebe? — Sehores, a un lao ckds. — Elpwpel que acaba de salir ahora nuevo. — Cartas de pega. — OrchateroP Grece la animacion por instantes : el rapido movi- miento se comunica de calle en calle; las puertas vomi- tan gentes ; los balcones se coronan de lindas mucha- chas; cruzan las elegantes carretelas, los ligeros tilburis, las damas y galanes a caballo; grupos interesantes, nu- merosos, variados, se dirigen a los paseos ostentando sus adornos y atractivos ; otros medio hombres y medio esquinas ocupan las encrucijadas de las calles, y presen- cian a pie firme el paso de la concurrencia. Punto central de esta agitacion es la Puerta del Sol y principales calles que la avecinan, observandose el reflu- jo de la poblacion en direccion al Prado. Las calles apartadas del centro no ofrecen tanto interes, si bien tienen el suficiente para ser consideradas. Cuando las de Alcala, la Montera y Carretas ostentan rapidamente lo mas elegante y bullicioso de nuestra poblacion; cuan- do sus balcones, por lo regular abandonados, demuestran que sus vecinos se hallan en paseo ; cuando el ruido y el polvo de los carruajes ofuscan los sentidos y tienden un denso velo que nos impide ver a cuatro pasos, salve- monos de este laberinto, y traslademonos, por ejemplo, a la calle ancha de San Bernardo 6 a la de Hortaleza, a la de San Mateo, 6 a la de Leganitos. Todo es tranquilidad en el dilatado recinto que media desde el monasterio de las Salesas hasta el seminario de Nobles. El silencio y soledad de las calles, apenas es interrumpido por el paso de los pocos transeuntes. Tal PASEO POR LAS CALLES. 9 cual matrimonio del pasado siglo, precedido de algunos retonos, representantes de la futura Espana, y diri- giendose pausadamente a las puertas de Santa Barbara 6 San Bernardino con el objeto de llegar al obelisco 6 a la cuesta de Harineros ; tal cual corro de dilettantis a la puerta de una taberna, saboreando el compas de la tirolesa de Guillelmo Tell, tocada por el organillo del perro ; tal cual grupo de mozos de esquina ensayando sus ociosas fuerzas colosales; tal cual cuerpo de guardia 6 batallon pasando la lista al son de sinfonias y cabale- tas : he aqui ios unices episodios que alteran de vez en cuando la unidad de accion de aquel clasico espectaculo. Los conocedores, sin embargo, encuentran en este cuadro multitud de bellezas, y el mas indiferente suele verse sorprendido al pasar por bajo de algun balcon, donde no sospechaba tales tesoros. Aquella cortinilla, que parece casualmente recogida en los hierros de aquel balcon, esta mejor dirigida que lo que aparenta : jamas ningun marinero manejo con tal destreza la vela de su bajel como la personita escondida bajo de ella hace ser- vir a su gusto a la oficiosa cortina. Pero vedla que la descorre de pronto, que deja el asiento, tira la labor y ostenta en pleno balcon toda la esbeltez y primor de su figura. \ Y habra todavia quien hable contra nuestros balcones. . -. . ! Lindo pie encerrado sin violencia en un gracioso zapatito, limpio y elegante vestido de muselina primorosamente sencillo, que deja admirar una contomeada cintura por bajo la graciosa esclavina que cubre los hombros y el pecho ; elegante nudo recogido a la garganta, gracioso rodete a la parte baja de la cabeza, a semejanza de la Venus de 10 PASEO POR LAS CALLES. Medicis, dos primorosos bucles tras de la oreja, otro par de rizos peg-ados en la sonrosada mejilla, y diestramente combinados con unos lazos azules que hubieran puesto envidia al rnismo sol : tal es el espectaculo delicioso que ha asomado en aquel balcon. ^Mas porque no lo hizo antes? £ porque tan precipitadamente ahora?— El por- que, senores mios, yo me lo se, pero no se como decir- selo a ustedes. " Mariquita. — Matilde. — ^Has visto? — jQ,ue quieres; paciencia ! — Yo no se que tendran. — Lo que es N... es- taba de guardia cerca de aqui, pero el otro.... — El otro.... apostare que esta en el Prado haciendo el galan con la de.... — No lo creas puede que hayan pasado pero mira, ^no reparas aquellos dos que han vuelto la esqui- na ? — j due ! pero si no, no son i a ver ? saca el panuelo. — Si, mira, mira como han sacado el suyo, mira como se rien. — Si, ellos son jAy que vergiien- za, Matilde ! cerremos los balcones. — i Pues que ? — i Que no son ellos. . . . ! " "Bravo, senoritas, lindamente," gritaban en esto otros dos caballeros de gentil aspecto que llegaban precisa- mente en aquel momento por la parte opuesta de ambos balcones. — g Que te parece, Carlos ? j hemos quedado lucidos! — i Que haremos? — Yo seria de opinion de desafiar a aquellos dos. — Yo de matarlas a ellas. — Hombre, no, en tal caso matarnos nosotros es mas noble. — Mira, lo mejor sera que todos vivamos, y nos vengue- mos marchandonos al Prado. — No dices mal." Bien diferente colorido presenta por cierto a los ojos del observador el otro trozo del pueblo comprendido desde el Palacio a la puerta de Atocha : las calles de PASEO POR LAS CALLES. 11 Toledo y Embajadores, del Meson de Paredes y de La- vapies no ceden a, tales horas en movimiento a las mas animadas de Londres. Las enormes galeras de los ordinarios valencianos y andaluces que salen para hacer noche en la venta de Villaverde; los calesines que esperan flete para los Carabancheles ; el barbero que rasguea su vihuela a la puerta de su tienda ; el corrode andaluces que sentados en el banco del herrador entonan la caiia ; los alegres muchachos, que subidos en los mostradores y sobre las sillas de las tiendas, rien de las habilidades de Juan de las vinas 6 del perro que salta al monotono son de la dulzaina de aquel ciego; la terrible cohorte de cigarreras de la fabrica que al anochecer dejan el trabajo y se mezclan y confunden con los no pequenos grupos de mozallones que esperan su salida. j due confusion, que bullicio por todas partes ! Tambien el amor embellece este animado cuadro. Sigamos, por ejemplo, a. alguna de estas parejas, veremosla dar fondo en cualquiera de las innumerables tabernas que ostentan al paso sus variadas provisiones de bacalao y sardinas, ensaladas y huevos duros. Mirad a aquel galan que dejo su tienda armado de punta en bianco, y demostrando que va de servicio de teatro 6 de patrulla. ^Mas porque no siguio la calle de Embajadores a la de Toledo, y ha dado esa vuelta para venir a la plaza ? \ Cosa clara ! I No habeis reparado en aquella tienda de cordonero de la calle de las Maldonadas 1 j No le habeis visto pararse delante de ella, dudar un rato mirando por las vidrieras, dejar el fusil apoyado en ellas mientras encendia un cigarro en la tienda de enfrente 1 i No habeis reparado una blanca mano que disimuladamente ha echado algo 12 PASEO POR LAS CALLES por el cafion del arma? — i Glue fue ello? — Nada, repa- rad al mancebo que la vuelve a echar al hombro con ligereza ; apostaria a que la nina ha burlado las pre- cauciones de un padre tirano : el fusil encierra el miste- rio del amor. Jamas parte de una victoria fue conduci- do con mas alegria. Pero ya la campana de San Millan y San Cayetano llaman a los fieles al rosario ; la trompeta y el tambor desde el vecino cuartel dan el toque de oracion ; las tiendas y cajones de comestibles van encendiendo sus farolillos ; los profundos coches del siglo XVII y los desvencijados calesines abandonan el puesto ; y las tinie- blas de la noche van, en fin, oseureciendo aquel animado teatro. Este espectaculo nocturno merece otro cuadro aparte, y tal vez algun dia le emprendere : el que inten- taba dibujar por hoy concluye aqui. Madrid, Julio de 1835. El Curioso Parlante. 2H& IPJR^E)®, " Iras al Prado, Leonor, En cuya grata espesura Toda divina hermosura Rinde tributo al amor. " j Cnantds mirandote alii Aumentaran sus desvelos! No quiei-an, Leonor, los cielos Que te los causen a ti." Comedia antigua. " Hacia la parte oriental (de Madrid) luego en salien- " do de las casas sobre una altura que se hace, hay im " suntuosisimo monasterio de frailes Hieronimos con " aposentamientos y cuartos para recibimiento y hospe- " deria de reyes, con una hermosisima y may grande " liuerta. Entre las casas y este monasterio hay a* la " mano izquierda en saliendo del pueblo una grande y " hermosisima alameda ; puestos los alamos en tres 6r- " denes que hacen dos calles muy anchas y muy Iargas " con cuatro 6 seis fuentes hermosisimas y de lindisima " agua, a trechos puestas por la una calle, y por la otra " muchos rosales entretejidos a los pies de los arboles por " toda la carrera. Aqui en esta alameda hay un estan- " que de agua que ayuda mucho a la grande hermosura " y recreacion de la alameda. A la otra mano derecha 2 14 EL PRADO. " del mismo monasterio, saliendo de las casas, hay otra " alameda tambien muy apacible, con dos ordenes de " arboles que hacen una calle muy larga hasta salir al " camino que Hainan de Atocha. Tiene esta alameda " sus regueros de agua. y en gran parte se va arriman- " do por la una mano a unas huertas. Llaman a estas " alamedas el Prado de San Hieronimo, donde de in- " vierno al sol, y de verano a gozar de la frescura, es " cosa muy de ver, y de mucha recreacion la multitud de " gente que sale de bizarrisirnas damas, de bien dispues- " tos caballeros, y de muchos senores y senoras princi- " pales en coches y carrozas. Aqui se goza con gran " deleite y gusto de la frescura del viento todas las tar- " des y noches del estio, y de muchas buenas miisicas, " sin danos, perjuicios ni deshonestidades, por el buen " cuidado y diligencia de los alcaldes de la corte." He aqui una pintura del Prado de Madrid hecha en el siglo XVI, y consignada en un librote nuevo de puro vie jo, que como varias personas, no tiene otra recomen- dacion que los muchos anos que sobre si cuenta. jQ,ue diria el autor (maestro Pedro de Medina) si levantara la cabeza y fuerale permitido dar ahora un paseo desde la puerta de Recoletos hasta el convento de Atocha? Diria.... j que habia de decir ! que el mundo se rejuve- nece como cabeza de setentona con los especificos del doctor Onez, y que lo que ayer era bianco, suele apare- cer prieto al siguiente dia. Por lo demas, si tales alabanzas prodigaba al Prado, cuando lo desigual e inculto de su inmenso termino, lo espeso de sus matorrales, la oscuridad de sus revueltas, EL PRADO. 15 el inmundo arroyo que corria por toda su extension, y demas circunstancias que le afeaban, hacia olvidar tal cual trozo mas bello que de treclio en trecho pudiera amenizarle, i que diria, vuelvo a repetir, si le atravesase hoy en toda su extension de cerca de media legua, marehando siempre por una superikie plana y solida, diestramente compartida en magnificas calles de arboles, cuyas ramas se eutrelazan formando una boveda encan- tadora? &que al contemplar en toda su extension ocho primorosas fuentes, entre ellas las de la Alcachofa, Neptuno, Apolo y Cibeles, cuya excelente ejecucion honra la memoria de los artistas espanoles? £que del lindisimo Jardin Botanico, de la elegante perspectiva del Museo, del gracioso peristilo de la Real Platerfa, de las magnificas calles que desembocan en el paseo, y de tantos objetos, en fin, como constituyen su actual hermosura ? Verdad es que en aquellos siglos de valor y de galan- teria, el amor embellecia, como en estos, los sitios mas asperos y escabrosos, pues aunque el festivo Lope de Vega en un momento de mal humor se dejo decir " Los prados en que pasean Son y seran celebrados; Bien haceis en hacer prados, Pues hay bien para quien sean." el mismo, Tirso de Molina, Calderon, Moreto y demas poetas de su tiempo, se esmeraron en encomiarle a por- fia con las descripciones mas interesantes y romantica?. Asi que, el Prado desde aquel tiempo ha seguido 16 EL PRADO. ocupando un lugar privilegiado en las comedias y nove- las espanolas. i Q,uien no time en la memoria aquellas escenas in- teresantes, aquellas damas tapadas que a hurtadillas de sus padres y hermanos venian a rste sitio al acecho de cual 6 cual galan perdedizo, 6 bisn que se le encontra- ban alii sin buscarle ! jquicn no cree ver a estos tan valientes, tan pundonorosos, tan comedidos con la dama, tan altaneros con el rival ! j aquellas criadas. malignas y revoltosas, aquellos escuderos socarrones, en fin, que el actor Cubas nos representa tan al vivo en el teatro ! j Que es el escuchar en estas ingeniosas comedias (unicas historias de las costumbres de su tiempo) aquellos levan- tados razonamientos, aquellas intrigas galantes, aquella metafisica amorosa, que no solo estaba en la mente de Ios autoies, pues que cl publico la apian dia y ensalzaba como pintura fiel de la sociedad y espejo de sus acciones! j Que gratas memorias no deberian acompafiar a este Prado que todos los poetas se apropiaban como suyo ! Pero al mismo tiempo \ que de venganzas, que de intri- gas, que de traiciones no cubrieron tambien su suelo ! Con efecto, su L.agosidad, las circunstancias politicas, y la inmediacion a la corfee del Retiro, llegaron a. darle en los ultimos reinados de la casa de Austria una celebri- dad casi funesta. Por fortuna, en el estado actual de nuestras costum- bres el Prado solo ha conservado la parte galante. Las damas, no ya encubiertas, sino ostentando todo el en- canto de sus amables atractivos, vit nen periodicamente todas ks tardes a este delicioso sitio, seguras de hallar EL PRADO. 17 en el al galan 6 galanes, objeto u objetos de sus suspi- ros ; la reunion de la parte mas visible del pueblo, y la franqueza que da la costumbre de verse en el, hacen a este paseo la primera tertulia de Madrid. Figuremonos verle en una de las apacibles tardes del verano, cuando ya pasada la hora de la siesta, regado durante ella, y refrescado ademas con las exhalaciones de los arboles y las fuentes, empieza a ser el punto de reunion general. Sea en aquel mornento en que la multitud, abandonando las calles estrechas del lado de San Fermin, y las de Atocha, las del Jardin Botanico y las del paseo de Recoletos, viene a refluir en el gran Salon, centro de todo el Prado. Situemonos para el efecto de la perspectiva en la entrada de dicho Salon por delante de la fuente de Neptuno ; a la derecha tendre- mos la calle destinada a los coches que corre a lo largo de todo el paseo. Miraremosla henchida de carruajes de todas formas, de todos tiempos y de todos gustos, que desrllan en vuelta pausadamente, dejando en el medio espaeio para los coches de la familia real, a cuyo paso todos paran y saludan con respeto. Esta parte del paseo tiene un caracter de originalidad peculiar del pais y de la epoca, y que revela la confusa mezcla de nuestras costumbres antiguas con las imitadas de los paises extranjeros; v. g., detras de un elegante tilbury, que Londres 6 Bruselas produjo, y que rige su mismo dueflo desde un elevado asiento, conducundo pacificamente al lacayo sentado una cuarta mas bajo, viene arrastrando con diiicultad un cajon semi-oval y verdi-negro, a quien el maestro Medina podria muy 2* 18 EL PRADO. bien Ilamar carroza en el siglo XVI, y en el XIX 11a- maincs Simon, verdadero anacronismo ambulante. Si- guele en pos linda carretela abierta, charolada y reful- gente, con sendas armaduras en los costados y letras doradas en el pescante ; hermosas damas elegantemente ataviadas a la francesa con sombreros y plumas ocupan el centro ; el cochero, de gran librea, obliga con pena a los briosos caballos a seguir el paso del farlon que va delante, y dobles lacayos con bellos uniformes, bandas y plumeros, coronan aquella brillante maquina. Inme- diato a ella sigue un coche cerrado, conducicio por pa- cientes mulas que duermen al paso, permitiendo tambien gozar de las dulzuras de Morfeo al cochero, al lacayo y al senor mayor que va adentro : no lejos de el pasa el modcsto bombe que la bondad marital de un medico dispenso aquella tarde a su esposa ; ni falta tampoco almagrado y extraiio coche de camino, con grandes faroles, y ataviado a la calesera; m berlina redonda con ssoberbios caballos andaluces que compromete la publi- ca prosopopeya ; por ultimo, unos de grado y otros por fuerza, todos se sujetan al carril, trazado d( sde la entra- da del paseo por la fucnte de Cibeles hasta la puerta de Atocha, y en el mismo, aunque por entre las fllas de coches, Jucen su gallardia los elegantes ginetcs, quienes solos, quienes acompanados de damas que ostentan su bizarria dominando un fogoso alazan. Inmediato a este paseo mirase una estrecha calle que formaria parte del salon principal, solo interrumpido por la fila de bancos de piedra, si el buen tono no hubie- ra hecho en ella una division mas sensible. Como los EL PRADO. 19 carruajes van despacio, y los elegantes que no tienen coche tomarian muy a mal el ser confundidos con la multitud, eligieron este pequeno recinto como el punto mas a proposito para ccnservar cierta correspondencia con la sublime sociedad que se pasea sentada, y aun a despecho del olor ingrato de las mulas y caballos, y del polvo que ellos y los carruajes levantan : todo lo mas notable del paseo se extracta aqui, no gm graves apre- turas, eneontrones, distracciones, y contorsiones*. Cie- rran con los bancos este recinto multitud de sillas, ocupadas todas mediante el modesto redito de ocho ma- ravedis, que es al poco mas 6 menos el valor del capital. La extension del paseo proporciona la ventaja de volver- se a encontrar varias veces durante la tarde, con un periodo ni tan corto que fatigue, ni tan largo que enoje 6 haga olvidar. j Glue campo tan fecundo para el observador ! Senta- do en una silla, cruzados los pies sobre otra, los anteojos sobre la nariz y el baston bajo la barba, si se inclina al lado de las fuentes en la puerta principal del salon, mira desfilar delante de el la inmensa multitud: por poca que sea su penetracion, muy luego descubre las intriguillas amorosas, sorprende las furtivas miradas de las ninas, las sonrisas de inteligencia de los mozos; marca los saludos expresivos ; nota en los semblantes de las madres los diversos sintomas de la vanidad, del cari- fio maternal, 6 del desprecio; tiembla al contt mplar la imprudente seguridad del padre, que entretenido por el * Esta calle ha desaparecido ya ultimamente con la nueva colocacion de los bancos y ampliacion del salon. 20 EL PRADO. travieso nino, se distrae con el, mientras que su herma- nita acaba de recibir un billete que un apuesto mancebo resbala en su mano ; sorprende las expresiones de doble sentido y las que se dicen al paso y mirando a otro lado; esta en antecedentes respecto al juego de panuelos y al lenguaje del abanico ; y nada, en fin, se escapa a su vista penctrante y escudrinadora. Si girando sobre su silla (eon cuidado por supuesto para que no se destruya tan debil maquina con notable desman del caballero contemplativo) vuelve la vista al estrecho y elegante recinto, advierte la misma escena, aunque mas mimicamente representada. Mira a los elegantes rigoristas, afectando en su traje, en sus moda- les y en su habla las costumbres extranjeras : observa- los andar tortuosamente y sin direccion jfija, ora arriman- dose a los coches para ver pasar uno y recibir la grata sonrisa de alguna hermosa dama, ora volviendo rapida- mente cerca de los bancos para asistir al paso de otra con quien aparece cierta inteligencia; hablar alto, formar corro, acompafiar entre si un momento a estas, y dejarlas rapidamente para dar media vuelta en sentido inverso siguiendo a otras. Madrid, Junto de 1832. El Curioso Parlante. I&^@ wmii^J^U 53)23 23)2&So Entre la varias modiflcaciones que con el tiempo ha recibido la alltiquisima y loable costumbre de felicitar a los amigos el dia de su rlacimiento, una es la de trasla* darse al del santo de su nombre ; y desde rntonces file mas importante cl calendario, asi como resultaron mas clasicos que los demas algur.os dias del ano. Cuando se aproximan v. gr. el 1 P de enero, el 19 de marzo, el 24 de junio, el 16 de julio, el 8 de setiembre, el 8 de diciembre, j que movimiento, que vida en los talleres de sastres y modistas ! j que actividad en las fondas y con- fiterias ! j que calculos entre los proveedores de comes- tibles ! Amanece el dia feliz, y desde muy de manana los mercados presentan el mas lisonjero aspecto ; triples ordenes de ternerillos, salmones, perdices, y demas fami- lia que sustentan los tres elementos, para ponerlos a disposicion del cuarto. jQ,ue dia para los mayordomos! ni la bolsa de Londres ofrece mas animacion, mas com- binaciones que las que presenta a primera hora de tales dias la plazuela de San Miguel. Los compradores de las fondas y casas grandes dan el precio de los viveres y 22 LAS VISITAS DE DIAS. los hacrn pasar a sus oficiales; siguen su movimiento los criados asturianos y demas especuladores subalternos, y las criadas vizcainas y alcarreiias acudtn dtspues a espigar el resto ; todos se retiran cargados y en menos de dos horas dcsaparecen de aquel recinto algunos quin- tales de peso. Empieza dcspues el movimiento rapido de barberos que aquel dia tienen que asistir a todos sus parroquianos a la misma hora ; luego los peluqueros de antano y los de ogano ; los sastres de allende y de aquende y las modistas se cruzan con los mozos de las confiteiias, que sostienen en sus manos sendas fuentes con castillos de dulce, templetes, navios, estatuas y obeliscos. . . . Hay varios modos de dar los dias ; el mejor sin duda es el que va acompanado de alguno de aquellos apendi- ces ; pero aqui no se trata del mejor ; solo si se quisiera trazar el mas elegante. Las ocho, " el barbero ;" las nueve, "el peluqueroj" las diez, "el sastre...." el sastre no parece.... j maldito sastre....! las once, ya esta aqui ; — a ver, probemos.... nada, no vale nada, llevesele usted, maestro....; las doce, " senor, la berlina de la calle del Bano...." vamos alia. La primera hora esta dedicada a aquellas visitas de amigos de confianza, adonde puede uno ir de mafianita antes de las dos de la tarde. — '•£ Adonde, senor ? " — A la calle de Atocha, niimero...., casa de Don Sinforiano Calabaza. — El lacayo, repidendo la orden al cochero, cerro de un golpe la portezuela y echamos a andar. A este punto y hora saque mi cartera y empece a recapitular. . . . una, dos, seis, ocho, doce, diez y siete LAS VISITAS DE DTAS. 23 visitas.... no es nada.... En seguida me puse a contem- plar las tarjetas hechas exprofeso para aquel dia. Grandes habian sido mis cavilaciones para hacer estas tarjetas ; la elegante variedad de la moda las hace mudar tan rapidamente de forma, que apenas hay medio de seguirla.... luego, como yo no podia adornarlas con una corona ducal, ni con un capacete, ni con una orden militar, como hacen otros, no sabia como disponerlas de modo que diesrn golpe. Primero tuve tentaciones de hacerlas estampar en un pie cuadrado de cartulina, y el nombre cruzado en una de las puntas en letra muy me- nuda ; pero me hice el cargo de que ya no era nuevo. Luego quise poner las letras al reves, pero eche de ver que las volverian y quedarian al derecho. Letras go- ticas, alemanas, tartaras, hebreas, chinas, si Has y egip- cias ; todas sufrieron mi inspeccion, hasta que por ultimo me decidi, para mayor claridad, por unas griegas del siglo de Pericles, y las hice estampar en cartulinas octogonas y sobre un ramaje oscuro ; de manera que consegui que no se entendiera lo que decian. Muy sa- tisfecho de mi invencion, me felicitaba de antemano por la sorpresa que iban a causar, y apartaba para las res- pectivas casas las doradas, las plateadas, las azules, las encarnadas y las de tinta simpatica. En esto llegue a casa de D. Sinforiano, y al ir a entrar me hicieron saber que el se habia marchado huyendo los cumplidos, "pero pase usted a la sala, que ahi estan las senoras...." Las senoras no estaban, y an- tes que se presentasen ya habia yo tenido un buen rato para mirar los cuadros, atusarme el pelo, remover el 24 LAS VISITAS DE DIAS. brasero y leer el diario. Aparecio en fin la mama a medio peinar, y por mitad vcstida, cubriendose con una gran eapa y dandorne excusas de no haber salido antes. Yo se las df igualmente de no haber entrado despues ; hasta que conocicndo por su impackncia la mala obra que estaba haciendo, tome el partido de retirarme. Pri- mera visita. Llegue a la segunda casa a eso de la una, y a tiempo que entre las personas de confianza estaban ensayando en una aria coreada que habia de cantar la nifia a la noche. Mi aparicion en la sala turbo a la amable can- tatriz, en terminos que no hubo forma de hacerla seguir mientras yo estuviese alii ; con que me marche. Se- gunda visita. A la otra ya me lisonjeaba de cncontrar mejor aco- gida y no caer tan de improviso y extemporaneo; pero salio un lacayo a decirme que las senoras no recibian, siendo asi que por las risas y el bullicio que yo oia en las piezas inmediatas no pude menos de conocer que habian recibido. Gracias a Dios a. la otra me halle ya con la sociedad mas en regla, y desde la antesala oi la animacion de la concurrencia. Entre en la sala ; cortesias al frente, a derecha e izquierda. Callaron todos y calle yo ; me miraron y les mire ; se sentaron y me sente ; por ulti- mo, despues de un rato de indecision. . . . — ^Usted lia visto que tiempo, senor don Fulano ? (salto unaviejaque ocupaba el flanco derecho del sofa.) " Ya, ya esta bueno ;" — y sobre esto nos apresuramos todos a dar nuestro parecer, amenizando cada cual la LAS VISITAS DE DIAS. 25 conversacion con sus observaciones particulares, hasta que al cabo de un cuarto de hora se agoto la materia, y cuando empezaba a decaer entraron otras senoras. Pasados los camplidos y besos de ordenanza, — "^Ha visto usted que tiempo, mi senora doiia Maria ? " — dijo la mas vieja, y volviendo a renovar la pasada diserta- eion ; llego esta a su ordinaria fiialdad, y ya iba ha- biendo pausas de diez minutos, cuando unas senoras se levantaron,para marcharse ; respondieron otras a esta serial, y luego otras y otros, y nos marchamos todos, despues de habernos convencido cordialmente de que hacia mal tiempo. Otra visita. La siguiente era de una Pepita, belia como un angel y elegante como la que mas. Hervia la sala en jovenes primorosos, oficiales y paisanos. Pepita, vestida muy sencillamente, aparentaba no ser el objeto de la reunion, mientras su mama, su abuela, su tia y hermanitas, ofus- caban con sus ricos trajes y elegantes peinados. Varia- do absolutamente el aspecto de estos, y habiendo susti- tuido toda la riqueza del orden corintio a la sencillez dorica, apenas pude reconocer al pronto a ninguna de las personas de la casa, a quienes veia casi diariamente ; reianse de mis excesivos cumplimientos, y me hablaban con mucha franqueza agitando los abanicos, hasta que en fin j pobre de mi ! acerte a distinguir las inveterar das fkcciones entre aquellos encajes y pedrerias Alii la conversacion fue mas alegre, mas sustancial. . . . se hablo de la opera ; j oh que cosas tan virtuosamente diletanttis se dijeron por aquellos seiiores! j que de reputaciones teatrales fueron a pique! j que de otras subieron a las nubes ! Por ultimo, convinimos todos 3 26 LAS VrSITAS DE DIAS. en que ahora no hay opera, con lo cual salimos tan satisfechos unos de otros. Desde aqui me deje caer en una casa a la antigua, cuyo amo, jefe de una oficina principal, dio punto a sus progresos en el ano de 1806 en que subio a su destino, y desde entonces para el e] siglo ha permanecido esta- cionario. En vano sus hijos y nietos le impelen a marchar en el ; fijo en sus antiguos usos, solo les opone una desdenosa compasion. Entre en la sala, y me le encontre sentado en medio de su familia, con su vestido serio de rico pano, peluca nueva y pechera de encaje. Vino a abrazarme cuando me vio, y me presento a los suyos con una franqueza y amabilidad sin igual. Com- poniase la reunion de antiguos empleados, abogados y comerciantes, varias sefioras respetablcs y algun otro joven, hijo de estos 6 meritorio de la oficina, que se ocu- paban mas que ligeramente de la prosperidad del senor don Jose, y a juzgar por las tiernas miradas de las nie- tecitas, me persuadi que acaso muy pronto le harian subir legalmente una casilla mas arriba en su arbol genealogico. La conversacion era animada, alegre y varia, y dis- traido con ella se me paso el tiempo, hasta que oyendo las tres, se levanto don Jose para rogarme que me que- dara a comer : negucme absolutamente a ello, pero no pude excusarme al convite del refresco por la tarde, ni a una entrada de Jerez y bollo maimon que cireulo en- tre los asistentes, y de la cual me se hizo doble partici- pante. Alegre y satisfecho deje esta amable reunion despues de desear muy felices dias al amo de la casa, en comyania de senora y ninas, repetir a estas la misma LAS VISITAS DE DIAS. ' 27 cancion, dar la mano a todos los concurrentes, y retiiar- me, procurando olvidar las cortesias y las medias palabras. De aqui datan las visitas de alto tono, las que despa- che en un instante ; en unas hacia desde el coche subir la tarjeta con la apostiJla en persona,. En otras me sentaba en una lista preparada por el portero ; en otras entraba, hacia tres cortesias, me sentaba, me levantaba, hacia seis inclinaciones y me retiraba. En algunas terciaba un momento en la conversacion general, que era siempre sobre los dos puntos consabidos, tiempo y opera Madrid, Marzo de 1832. El Curioso Parlante. 28 UNA VISITA A SAN BERNARDINO. *®^& wm^^s. A & s2iia2ff < £S5i>s3ff. Una gran calamidad suele a veces ser causa de un progreso, porque los hombres en los momentos criticos de la desgracia vuelven los ojos del lado de la virtud y de los solidos principios, con mas entusiasmo y fervor que cuando se hallan lisonjeados por la fortuna. La destructora guerra con la Gran Bretana en 1799, y la indigencia a que dio lugar con la paralizacion del co- mercio y de la industria, fue ocasion en la populosa Barcelona a un establecimiento filantropico que por su importancia y regimen puede competir con los mas celebrados en el extranjero ; tal es la Casa de Caridad, que tiene por objcto recoger no solo a los mendigos de aquella ciudad, sino a los de todo el principado, pro- porcionando educacion a los jovenes, ocupacion a los adultos, y la posible comodidad a los ancianos e im- pedidos. Un desastre semejante produjo en Madrid un resultado analogo, pudiendo asegurarse que a pesar de todos los planes y proyectos concebidos, nunca hubiera Uegado a plantearse el Asilo de mendieidad de Sa?i Bernardino sin el desarrollo del funesto colera morbo en nuestra capital. La real orden de su creacion lleva la fecha de 3 de UNA VISITA A SAN BERNARDINO. 29 Agosto de 1834, en aquel los criticos momentos en que atribulada la capital por el terrible azote con que el cielo quisiera probarla, se hallaba mas que nunca dispuesta a ejercer la beneficencia con sus semejantes, y en que las consecuencias palpables de la miseria y de la relajacion de las costumbres hicieron parar la atencion del gobierno sobre la imperiosa necesidad de mejorarlas. Retinieronse por fortuna para dar cumplimiento a sus intenciones cuantas circunstancias ventajosas pudie- ran apetecerse. Un vecindario sensato y filantropico ; una junta de caridad zelosa y distinguida ; una autoridad local, en fin, ilustrada, energica, y ante cuya firme de- cision y voluntad desaparecian como por encanto los obstaculos que hasta entonces se creyeron insuperables ; y lo que acaso no tiene ejemplo en nuestra Espana, a poco mas de un mes de dada la orden, empezo a recibir su cumplimiento. El 18 de Setiembre de aquel ano fue el dia en que entraron los mendigos en el nuevo es- tablecimiento. Yo no le habia visitado desde aquella primera epoca, y no sabia de su estado actual mas que las ligeras indi- caciones que de tiempo en tiempo han publicado los periodicos. Por desgracia, la situacion de aquel edificio (si bien ventajosa bajo otro aspecto) es tan fuera del cuotidiano itinerario matritense, que solo una intencion decidida puede aproximar a el. Esta intencion es la que yo forme el viernes ultimo, y aun hice mas, pues la lleve a cabo. Ya habia salvado el espacio que media entre el portillo de San Bernardino y la cuesta de Harineros, y seguia lentamente la tapia de la esteril montana del 3 # 30 UNA VISITA A SAN BERNARDINO. Principe Pio, sin que persona alguna viniese a inte- rrumpir la soledad. del sitio y el monotono espcctaculo que me presentaba. Sin embargo, no tarde en sentir pasos a mi espalda, y volviendo a contemplar quien era el impul-rado por la misma intencion que a mi me dirigia, observe que su traje y atavios me revelaban uno de los acogidos al establecimicnto que yo iba a visitar. Pareceme que le estoy viendo todavia con su blusa azul, su sombrero encerado en que campeaba el numero 710, su soga encendida en la mano (recurso de fumadores callcjeros\ y su cepillo al cinto para recoger las limos- nas 6 gratificaciones por aquel servicio. Su aspecto era mesurado y tranquilo ; su semblante expresivo y alegre ;■ y su voz, ya cansada por el trans- curso de diez lustros, dejaba escapar por lo bajo una de las canciones favoritas de la guerra de la independcncia "Dupont, terror del Norte, Fue vencido en Bailen." Al ir a pasar delante de mi, se quito su sombrero con cortesia y dignidad, y yo, deseoso de entablar conversa- cion durante el camino, pedile candela, que me ofrecio con voluntad y prontitud, A muy pocns palabras que habiamos hablado, eche de ver que las habia con uno de los decanos del estableci- micnto, que por su honradez e inteligencia se hallaba en el goce de la confianza de los jefes, que sabia todas las interioridades de la casa, y era en ella una rueda indispensable y laboriosa. De jo pensar al pio lector la conveniencia de semejante ballazgo para quien como yo no llevaba al Asilo mas objeto que el enterarse de todos 8us pormenores. UNA VISITA A SAN BERNARDINO. 31 El dialogo que en su eonsecuencia entablamos figu- raria oportunamente en este lugar si su demasiada pro- lijidad lo permitiese. Quisiera, sin embargo, poner en conocimiento de mis lectores lo mas sustancial de el, para que formasen la idea que yo concebi del estableci- miento, razon por la que me veo obligado a estampar aqui las mas notables de sus indicaciones, que la me- moria ha logrado conservar. Despues de contarme por menor la historia de la creacion del Asilo y las inmensas dificultades que hubo que veneer, vino a hablarme de su regimen interior, pro- duciendose poco mas 6 menos en estos terminos : — El establecimiento admite todas las personas que se presentan voluntariamente, y recoge todos los men- digos a quienes se encucntran pidiendo limosna por las calles, teniendo derecho a permanecer en el aqu<41as que llevan siete anos de residencia en Madrid, y los ninos de seis anos de edad. Si no tienen estas ciicunstan- cias se les considera como forasteros, y despues de so- corridos se les entrega el pasaporte para los pueblos de su naturaleza. Una vez entrado ef mendigo y anotado en los re- gistros de la casa, es destinado a una de las brigadas segun sn sexo y condicion, y recibe el vestido y numero correspondiente. Las brigadas se subdividen en escuadras de diez a quince personas, procurando que sean las de un mismo oficio 6 de ocupaciones analogas. Los jefes cabos de brigada son escogidos entre los individuos que tienen mejor conducta. Cada individuo recibe a su entrada una libreta 6 32 UNA VISITA A SAN BERNARDINO. asiento en que se anota los vestidos y prendas que lleva al establecimiento, y los ahorros que produzca con su jornal, asi como los descuentos quo se le hagan por sus faltas. Las horas de levantarse son las cuatro y media en verano, y las seis y media en invierno, y una hora despues se eritra al trabajo hasta las doce, y luego por la tarde hasta el anochecer, recogiendose despues. Los dias festivos se emplean en la ensefianza de la religion, en revista de las ropas, en paseos y lecturas. Los ninos y niilas asisten a la escuela del estableci- miento. Ademas se les dedica de aprendices en los ta- lleres. Los mendigos habiles asisten a los talleres estable- cidos en la casa, segun su inclinacion u oficio anterior, ganando en ellos, ademas de la manutencion, un pe- queilo jornal, que una parte se les entrega cada semana, y la otra parte se les abona en libreta para cuando sal- gan del Asilo. Lo mismo sucede cuando salt n a tra- bajar 6 servir fuera del establecimiento. En el dia hay operarios que tienen en deposito de 300 a 700 rs. Los pobres ademas de este trabajo prestan todo el servicio interior de la casa, como el de cuarteleros, por- teros, cocineros, barber os, lavanderas, barrtnderos y hortelanos. El servicio exterior eonsiste en conducir los enfeimos al hospital, dar lumbre para fumar en calle s y paseos, cuidar las sil'as d§ las iglesias, y asistir a los funerales a que sean invitados, y cualquiera otro servicio que se les reclame fuera del establecimiento. Las penas for faltas son : privacion de todo 6 parte UNA VISITA A SAN BERNARDINO. S3 del jornal 6 de una parte del alimento, recargo del tra- bajo, e imposicion de multas y encierros. Las reeompensas son: mencion honorifica en la lista general, permiso de salida, destino al servicio rnenos penoso, ascenso a jefe de brigada, y alguna recompensa pecuniaria. El.traje de la casa consiste en chaqueta y pantalon de pano pardo con botones blancos con el nombre del establecimiento, dos pantalones de lienzo, tres camisas id., un sombrero encerado, una gorra para df ntro de ca- sa, un par de zapatos, dos panuelos, una blusa azu-1 y un cinturon. Las mujeres un jubon y saya de estame- na con escudo del establecimiento al brazo, dos sayas bajeras, tres camisas. un apretador, dos pares de medias, dos panuelos del cuello, dos de cabeza y dos de bolsillo, dos delantales, un par de zapatos, dos panos. Las ca- mas de la casa constan de un tablado, tin j ergon, una almohada, una funda, un par de sabanas y una manta. El alimento consiste en lo siguiente. Almuerzo : Un cuarteron de pan en sopa condimentada con aceite, sal, ajos y pimiento. Comida : Un potaje de menestras y patatas, condimentado con cabezas de carnero 6 grasas de animales, y aceite en dias de vigilia, y media libra de pan. Cenci : Un potaje do menestras y patatas, y un cuarteron de pan. Todo esto suele alterarse en ocasio- nes extraordinarias, — - El niimero de pobres acogidos hoy en la casa es de 744 personas, a saber: 193 hombres, 179 mujeres, 279 ninos y 96 nifias, y fuera 103 personas en el hospital, 250 sirviendo en Madrid, y 12 aprendices con varios maestros de oficio. Los talleres corrientes son carpinte- 34 UNA VIS1TA A SAN BERNARDINO. ria, ebanisteria, pintura, za pater ia, sastreria, carreteria, fragua, costura, esparteria y albanileria, ademas de los trabajos de la casa ya indicados. — Tales fueron en resumen las oportunas explicaciones del viejo Tomas (que asf se llamaba mi interlocutor), y con ellas entretuvimos curiosamente el tiempo hasta Uegar a la puerta del establecimiento, donde conocida mi idea por los caballeros encargados de su direccion, tuvieron la bondad de acompanarme en mi visita, satis- faciendo en todas sus partes mi exigente curiosidad. Desde luego hubieron de llamar mi atencion los notables aumentos y mejoras del edificio que han logra- do disimular en gran parte su pequenez y deformidad. El nuevo patio de entrada y las habitaciones de ambos lados estan dispuestas con ir.teligencia y sencillez. Los dos hermosos comedores que se encuentran a la derecha son notables por su espaciosidad, excelentes luces, y la idea de la cocina circular que les divide, dispuesta con un mecanismo ingenioso. Las oficinas de la izquierda, porteria, alrnacenes, talleres, botica, barberia, son todas comodas, aseadas y sencillas. Entrando tn lo principal de la casa-convento, se observa en ella la oportunidad de la distribution a pesar de la poca analogia del edifi- cio con su actual objeto, siendo de notar la espaciosidad y aseo de los dormitorios, la limpieza de los transitos, la abundancia de aguas repartidas por toda la casa, y sobre todo un principio general de economia e inteligencia poco comun en nuestros establecimientos publicos, donde suele pasarse desde la miseria mas completa a un fausto y primor exagerados. El establecimiento de San Bernardino, a pesar de su UNA VISITA A SAN BERNARDINO. 35 inmensa utilidad e importancia, no conto para su crea- cion con aquellos cuantiosos recursos que otras casas de beneficencia. Sin embargo, no solo se creo y sostu- vo hasta el dia el gasto corriente, sino que ha empren- dido obras indispensables, cuyo coste pasa ya en el dia de 400,000 rs. Comparese este resultado con el que ofrecen en esta misma capital otros institutes beneflcos que, a pesar de disfrutar cuamiosas rentas, permanecen estacionarios sin progresar en lo mas minimo, y en los mas de ellos sin cumplir siquiera con el objeto de sus fundadorps y donatarios. Feliz fue por extremo la idea de apelar a la caridad individual del vecindario de Madrid, y mas feliz aun la de reducir esta caridad a la moderada cuota personal de una peseta al mes. Semejante regla, limitando los efimeros impnlsos del orgullo, alienta y asegura los mas solidos de la verdadera caridad. Sin embargo, y a pesar de haber correspondido el resultado, el producto solo de la suscripcion no basta para las necesidades de aquel vasto establecimiento, como puede demostrarse numericamente. El maximun que la suscripcion llego a alcanzar fue 37,000 rs. al mes ; pero en el dia en razon de las escaseces generales, atrasos de pa gas &c, solo se pueden calcular en 29,000. Cuenta ademas el establecimiento por ingresos eventua- les con unos 4 ; 000 rs. mensuales por producto de limos- nas, candela, sillas y venta de eftctos fabricados en el mismo, lo cual ofrece un total de 33,000 rs. poco mas 6 menos. La manutencion solo de los acogidos ascendio en el mes de junio ultimo a 34,766 rs.: ademas hay que atender a los demas gastos, pagos de sueldos, obras y 36 UNA VISITA A SAN BERNARDINO. compra de materiales, siendo por lo tanto considerable el deficit que tiene que cubrirse por medio de prestamos. La economia sin embargo no puede llevarse mas adelante, segun se ve por el dicho gasto del mes de junio, pues habiendo habido en el por termino medio 750 personas diarias, arroja un resultado de un real y 18 maravedis por persona, gasto sobradamente econo- mico, atendido a que el establecimiento no disfruta ninguna franquicia, y hasta los derechos de pueitas abona mensualmente a la intendencia de la provincia. Vese por tanto la situacion prccaria de un estableci- miento tan importante, al paso que su utilidad le hace ya tan indispensable, que si desapareciera seria una calamidad para la capital. Ademas, y en tanto que sus productos han rebajado, ban aumentado notablemente sus necesidades por las escaseces del dia, el credito de la casa, y li supresion de los socorros que dispensaban las comunidades extinguidas; de esta manera ha crecido considerablemente el numero de los acogidos, tanto que en el ano pasado por igual epoca no se contaba mas que con 530 personas, y en el actual ya queda dicho que llegan a 744. El pueblo de Madrid ha hecho por su parte cuanto tenia derecho a exigirle un establecimiento semejante. Este, sin embargo, necesita mayor proteccion, y debe recibirla del gobierno, que considerando su importancia en las costumbres y la riqueza publica, debe tratar de aplicarle los fondos suficientes refundiendo en el las rentas de otros institutes analogos en esta capital. Mir'has observaciones morales me ocurrieron durante mi larga visita e inspeccion de aquella casa. El silen- UNA VISITA A SAN BERNARDINO. 37 cio y compostura de los acogidos, su buen humor y as- pecto saludable, convencen al espectador de que el tra- bajo es solo capaz de infundir en el hombre aquella tranquilidad y bienestar tan analogo a la especie civiJi- zada. El aseo y limpieza de las habitaciones, la cortesfa de los encargados, desde el administrador en jefe hasta el ultimo dependiente, la belleza de los artefactos elabo- rados en el establecimiento, la inteligencia y armonfa en todas sus partes, me llenaron de placer y de entu- siasmo. A varios de los pobres dirigi la palabra, y todos me convencieron de la importancia y moralidad de la institucion. Por boca del buen Tomas, que no se apar- to un punto de mi lado, supe la historia de varios de elloSj historia de desgracias y de debilidades. El me hizo observar el obstaculo progresivo que la edad y el habito arraigado oponian a la reforma de las costumbres. En general los ninos presentaban como es consiguiente mayor facilidad que los adultos, los h ombres mayor que las mujeres, y los que en la sociedad ejercieron algun oflcio, mas que los que siempre se ocuparon en la va- gancia y pordioseo. Entre los mismos oficios haJbia una notable diferencia ; por ejemplo, observe que los sastres y carpinteros eran pocos en numero y ya viejos, y muchos mas y mas jovenes los albaniles y zapateros. Esto me inclino en favor de los primeros, como que solo recurren al estado de mendicidad cuando las fuer- zas ffsicas llegan a abandonarles. Mi conductor Tomas, entre tanto, me habia hecho saber su vida llena de desgracias no merecidas. Habia sido soldado diez anos, y tenia su cuerpo lleno de hon- 4 38 UNA VISITA A SAN BERNARDINO. rosas cicatrices. La injusticia de los gobiernos le habia abandonado despues, cuando ya no era apto para apren- der un oficio. Tuvo varios amos, que todos se portaron con el harto mal ; y de una en otra desdicha vino a. tener que pedir su auxilio a este establecimiento, donde su honrada conducta le hacia ofrecer un modelo a sus companeros, atrayendole cargos honorificos y premios que le aseguraban en la caja de ahorros un resultado de 600 reales. Varias veces su narracion me hizo asomar las lagri- mas, y otras tantas las suyas me dieron bien a conocer la lealtad de su corazon. La desgracia vino sin embargo en aquel momento a tarbar la felicidad de Tomas. Al bajar las escaleras vimos conducir al calabozo a un mendigo de siniestro aspecto, cogido en una taberna de esta poblacion. Lar- go tiempo habia burlado la vigilancia de los encargados de recogerle, y otro tanto a favor de sus estafas era el azote de los vecinos honrados y el apoyo de los malhe- chores del pueblo. Su vida era un tejido de crimenes ; desertor de casa de sus padres, desertor de su regimiento, insubordinado y vagamundo, unas veces abiertamente bandolero, otras ratero petardista, holgazan y borracho, este hombre dejaba ver en su aspecto toda la deformidad del vicio, todo el temor del trabajo y del castigo. Tomas sin embargo corrio a abrazarle a pesar de que el lo repulsaba. — " Ya estas aqui, Dios sea bendito;" exclamo. — Este hombre tan opuesto en ideas y en anteceden- tes era su hermano. La desgracia y el vicio suelen encontrarse en el mismo sitio, aunque paftidas de diver- UNA VISITA A SAN BERNARDINO. 39 so punto. La desgracia, sin embargo, halla descanso en el trabajo y la tranquilidad de la conciencia ; el vicio encuentra en ambos un suplicio prolongado. Despues de abandonar aquel triste espectaculo, To- mas y yo nos dirigimos a la huerta y encamiriandorne aquel por entre sus estrechas sendas, dimos vista a un templete formado de ramajes, y con una sencilla porta- da compuesta de utensilios rusticos de las artes y oficios. Delante de esta portada se paro mi conductor, y quitan- dose respetuosamente el sombrero, me serialo a un busto que se alzaba en el interior del templete diciendo- me entusiasmado : — " Mirad abi el protector de los infelices." — Este dictado que le dio el honrado Tomas me liabria recordado la idea del ilustre promovedor del estableci- miento*, si antes no lo hubiera adivinado por la sencilla inscripcion que se leta al pie de su busto : * Gratitud y aprecio." Antes de despedirme de aquel la mansion me presen- taron un Album donde todos los visitantes solian escribir sus observaciones: recorriendo estas encontre algunas muy dignas de atencion y firmadas por las personas mas respetables de Madrid. Por ultimo, tropece con una, consignada por mi amigo don M. R. de T., que por su elegante frase y sublime sentido, excito de tal modo mi simpatia que la tome en la memoria para repetirla al final de este articulo. Decia asi : " No envidio d los que ven con indiferencicu las desgracias ajenas, contentos con su propia felicidad ; * Don Joaquin Vizcaino, marques viudo de Pontejos, ultimo corregidor de Madrid, 40 UNA VISITA A SAN BERNARDINO. y agradezco al cielo el haberme dado un corazon que se identified con las dolencias de mis semejantes, y si no puede remediarlas, al menos las llora. ;Feliz el que puede y sabe no hacer esteriles sus lagrimas como el digno protector de este establecimiento I Su nombre sera mas grato a los hombres sensibles que si de los guerreros y el de los sabios" El Curioso Parlante. in* £Jh®wnEamiR wm w ©w^ms®* A los que acostumbran mirar las cosas solo por la superficie, suele parecerles que no hay vida mas descan- sada ni exenta de sinsabores que la de un propietario de Madrid. Envidiando su suerte, entienden que en aquel estado de bienaventuranza nada es capaz de alte- rar la tranquilidad de tan dichoso mortal, al cual (segun ellos) bastale solo saber las primeras reglas de la arit- metica para recibir puntualmente y a plazos periodicos y seguros el inagotable manantial de su propiedad. — "jSiyofuera propietario (dicen estos tales), que vida tan regalona habia de llevar ! De los treinta dias del mes, los veinte y nueve los r pasaria alternando en toda clase de placeres en el campo y en la ciudad, y solo doce veces al ano dedicaria algunas horas a recibir el tributo que mis arrendatarios llegarian a ofrecerme. Tanto de este, tanto del otro, cuanto del de mas alia ; 4* 42 LL ALQUILER DE UN CUARTO. suman tanto. . . . ; bien puedo descansar y divertirme, y reir por el dia, y roncar por la noche, y compadecerme de la agitacion del mercader, y de la dependencia del empleado, y del estudio del literato, y de la diligencia del medico, y del trabajo, en fin, que todas las carreras llevan consigo." — Esto dicen los que no son propietarios : escuchemos ahora a los que lo son ; pero no los escuchemos, por- que esto seria cuento de no acabar ; miremosles sola- mente hojear de continuo sus libros de caja para ajustar a cada inquilino su respective debe y haber (porque un propietario debe saber la teneduria de libros y cstar enterado de la partida doble); veamosle correr a su posesion, y llamar de una en otra puerta con aire sumi- so y demandante, y recibir por toda respuesta un. " No esta el amo en casa." — " Vuelva usted otro dia." — "Amigo, no me es posible ; los tiempos.... ya ve usted como estan los tiempos...." — " Yo hace veinte dias que no trabajo." — "A mi me estan debiendo ocho mes.es de mi viudedad."— " Yo estoy en enero." — "Yo en octubre de 35."— Pues yo, senores mios (dice el propietario), estoy en diciembre de 1840 para pagar ad'elantadas las contribuciones, con que si ustedes no me ayudan. . . . Otros la toman por diverso estilo. . . . — "Oiga usted, seilor casero, en esta no se puede vivir de chinches ; es preciso que aqui ponga cielo raso." — " Yo quiero que me blanquee usted el cuarto." — " Yo que me desatasque usted el comun." — " Yo que me ensanche la cocina." — " Yo que me baje la buhardilla." Miremosle, pues, regresar a su casa tan lleno el pe- cho de esperanzas, como vacio el bolsillo de realidades, EL ALQUILER DE UN CUARTO. 43 y dedicarse luego profundamente a la lectura del Diario y la Gaceta (porque un propietario debe ser suscritor nato a ambos periodicos) para instruirse conveniente- mente de las disposiciones de la autoridad sobre policia urbana, y saber a punto fijo cuando ha de revocar su fachada, cuando ha de blanquear sus puertas, cuando ha de arreglar el pozo, cuando ha de limpiar el tejado : 6 bien para estudiar los decretos concernientes a contri- buciones ordinarias y extraordinarias, y calcular la parte de propiedad de que aun se le permite disponer. Veamosle despues consultar los libros forenses, la No- visima recopilacion y los autos acordados (porque un propietario debe ser legista teorico y practico), con el objeto de entablar juicios de conciliacion y demandas de despojo. Escuchemosle luego defender su derecho ante la autoridad (porque el propietario debe tambien ser elocuente), para convencerla de que el medianero debe dar otra salida a las aguas, 6 que el inquilino tiene que acudirle con el pago puntual de sus alquileres, cosa que de puro desusada ha llegado a ponerse en duda. Oigamosle mas adelante dirimir las discordias de los vecinos sobre el farol que se rorapio, el chico que tiro piedras a la ventana de la otra buhardilla, el perro que no deja dormir a, la vecindad, el zapatero que se embo- rracha, la mujer del sastre que recibe al cortejo, el albanil que apalea a su consorte, el herrador que traba- ja por la siesta, la vieja del entresuelo que protege a la juventud, el barbero que corto la cuerda del pozo, y otros puntos de derecho vecinal, para resolver sobre los cuales es preciso que el propietario tenga un espiritu coneiliador, un alma grande, una capacidad electoral, .- 44 EL ALQ.UILER DE UN CUARTO. una presencia majestuosa, actitudes academicas, sonora e imponente voz. Por ultimo, veamosle entablar dia- logos interesantes con el albanil y el carpintero, el vi- driero y el solador, y disputar sobre panderetes, y baja- das, y crujlas, y solarones, y emplo?)iados, y rasillas, y nos convenceremos de que el propietario tiene que saber por principios todos aquellos oficios, y encerrar en su cabeza todo un diccionario tecnologico ; y cuenta, que esto no ha de salvarle de repartir por mitad con aquellos artifices el liquido producto de su propiedad. Pero en ninguno de los casos arriba dichos ofrece tanto interes al espectador la situacion de nuestro pro- pietario, como en el acto solemne en que va a proceder a el alquiler de un cuarto. Figuremonos un hombre de cuatro pies, aunque sus- tentandose ordinariamente en dos, frisando en la edad de medio siglo ; rostro apacible, sereno y vigorizado por cierto rosicler. ... el rosicler que infunde una bolsa bien pro vista ; los ojos vivos, como del que sabe estar alerta contra las seducciones y las estafas ; las narices pronunciadas, como de un hombre que acostumbra a oler de lejos la falta de pecunia ; la frente pequena, se- fial de perseverancia ; los labios gruesos y adelantado el inferior, en muestra de groseria y avaricia ; las ore- jas anchas y mal conformadas, para ser sensibles a los encantos de la elocuencia ; y amenizado el resto de su persona con un cuello toril en diametro, y tan corto de talla, que la punta de la barba viene a herirle la paleti- 11a ; con unos hombros atleticos ; con una espalda como una llanura de la Mancha ; con unas piernas como dos guardacantones ; y colocada sobre entrambas una pro- EL ALQUILER DE UN CUARTO. 45 tuberante barriga, como la muestra de un reloj sobre dos columnas, 6 como un caldero vuelto del reves, y colga- do en una espetera. Envoi vamos esta fementida estampa en siete varas de tela de algodon, cortada a manera de bata antigua ; cu- bramos sus desmesurados pies con anchas pantuflas de pano guarnecidas de pieles de cabrito ; y coloquemos sobre su cabeza un alto bonete de terciopelo azul, borda- do de pajaros y de amapolas por las diligentes manos de la senora propietaria. Coloquemosle asi ataviado en una profunda silla de respaldo, con la que parece identificada su persona, segun la gravedad con que en ella descansa ; haya delante un espacioso bufete de for- ma antigua, profusamente adornado de iegajos de pape- les y titulos de pergamino, animales bronceados y frutas imitadas en piedra, manojos de Haves, y padrones impre- sos ; y ataviemos el resto del estudio con un reloj ale- man de longanisima caja, un estante para libros, aunque vacio de ellos, dos nguras de yeso, unas cuantas sillas de Victoria, y un piano de Madrid de colosales dimen- siones. Y 3>u imaginado todo esto imaginemonos tam- bien que son las ocho de la manana, y que nuestro ca- sero, despues de haber dado fin a sus dos onzas de cho- colate, abre solemnemente su audiencia a los postulan- tes que van entrando en demanda de la habitacion desalquilada. — Buenos dias, seflor administrador. — Dueno, para servir a usted. — Por muchos afios. — I En que puedo servir a usted 1 — En poca cosa. Yo, seiior duefto, acabo de ver 46 EL ALQUILER DE UN CUARTO. una habitacion perteneciente a una casa de usted en la calle de. . . . y si fuera posible que nos arreglasemos, acaso podria convenirme dicha habitacion. — Yo tendria en ello un singular honor, i Ha visto usted el cuarto ? i Le han instruido a usted de las condiciones ? — Pues ahi voy, senor casero, yo soy un hombre que no gusta de regatear : pero habiendome dicho que el precio es de diez reales diarios, pareceme que no estaria demas el efrecer a usted seis con las garantias nece- sarias. — Conocese que usted gusta de ponerse en razon ; pero como cada uno tiene las suyas, a mi no me faltan para haber puesto ese precio a la habitacion. — Pero ya usted se hace cargo de la calle en que es- ta ; si fuera siquiera en la de Carretas. . . . — Entonces probablemente la hubiera puesto en quince reales. — Luego la sala es pequefia y con solo un gabinete ; si tuviera dos — Valdria ciertamente dos reales mas. — La cocina oscura y. . . . — Es lastima que no sea clara, porque entonces hu- biera llegado al duro. — El despacho es pequeno y los pasillos. . . . — En suma, sefior mio, yo por desgracia solo puedo ofrecer a usted el cuarto tal cual es, y como antes dijo que le acomodaba. . . . — Si ; pero el precio. . . . — El precio es el ultimo que ha rentado. EL ALQUILER DE UN CUARTO. 47 — Mas ya listed ve, las circunstancias han cam- biado. — Las casas no. — Los sueldos se han disminuido. — Las contribuciones se aumentan. — Los negocios estan parados. — Los albaniles marchan. — I Con que es decir que no nos arreglamos ? — Imposible. — Dios guarde a usted. — Dios guarde a usted. . . . entre usted, senora. — Beso a usted la mano. — Yyoa usted los pies. — Yo soy una senora viuda de un capitan de fragata. — Muy senora mia ; mal hizo el capitan en dejarla a usted tan j oven y sin arrimo en este mundo pecador. — Si senor, el pobrecito marcho de Cadiz para dar la vuelta al mundo, y sin duda hubo de dark por el otro, porque no ha vuelto. — Todavia no es tarde.... j y usted, senora mia, trata de esperarle en Madrid por lo visto ? — Si senor ; aqui tengo varios parientes de distincion, el conde del Cierzo, la marquesa de las siete Cabrillas, el baron del Capricornio, y otros varios personajes que no podran menos de ser conocidos de usted. — Senora, por desgracia soy muy terrestre y no me trato con esa corte celestial. — Pues como digo a usted, mi prima la marquesa y yo hemos visto el cuarto desalquilado, y, lo que ella dice, para ti que eres una persona sola, sin mas que cinco criados.... aunque la casa no sea gran cosa.... 48 EL ALQUILER DE UN CUARTO. — I Y el precio, sefiora, que le ha parecido a mi se- fiora la marquesa ? — El precio sera el que usted guste, por eso no he- mos de reganar. — Supongo que usted, seiiora, no llevara a mal que la entere como forastera de los usos de la corte. — Nada de eso, no scflor ; yo me presto a todo.... a todo lo que se use en la corte. — Pues sefiora, en casos tales, cuando uno no ticne el honor de conocer a las personas con quicn habla, suele exigirse una fianza y.... — I Habla usted de veras ? jYyo, yo, dona Mencia Quinones, Rivadeneira, Zuiiiga de Moron, habia de ir a pedir flanzas a nadie ? i y para que ? i para un frus- leria como quien dice, para una habitacioncilla de seis al cuarto que cabe en el palomar de mi casa de campo de Chiclana ? Como soy, seilor casero, que eso pasa ya de incivilidad y groseria, y siento haber venido sola y no haberme hecho acompanar siquiera por mi primo el freire de Alcantara, para dar a conocer a usted quien yo era. — Pues sefiora, si usted, a Dios gracias, se ha 11a colocada en tan elevada esfera, i que trabajo puede cos- tarle el hacer que cualquiera de esos sefiores parientes saiga por usted ? — Ninguno, y a decir verdad no desearian mas que poder hacerme un favor ; pero.... — Pues, bien, sefiora, propongalo usted y vera como no lo extrafian, y por lo demas, supuesto que usted es una sefiora sola.... — Sola, absolutamente ; pero si usted gusta de hacer EL ALQUILER DE UN CUARTO. 49 el recibo a nombre del caballero que vendra a hablarle, qiie es hermano de mi difunto, y suele vivir en mi casa las temporadas que esta su regimiento de guarnicion. . . . — jAy 3 seiiora! pues entonces me parece que la casa no le eonviene, porque como no hay habitaciones inde- pendientes. . . . luego tantos criados. . . . — Dire a usted ; los criados pienso repartirlos entre mis parientes y quedarme sola con una niiia de doce anos. — Pues entonces ya es demasiada la casa, y aun pa- receme, senora que la conversacion tambien. Madrid, Agosto de 1837. El Curioso Parlante. IEUd WH&, ®X^ WRIE^&c " Sin que pase la tarde decir no puedes j que dia tan hermoso ! muchos como este." # ## — I Muchacho ? — Senor. — I Son campanas ? — Si senor. — Temprano la han tornado ; j si apenas es de dia ! — Es verdad; pero como hoy es una fiesta solemne ya usted ve. — Y que, j es a fiesta ese tanido 1 — Mire usted, de todo hay : esas que se sienten a lo lejos son las de San Gines, donde se celebra el santo del dia, y por eso tocan a vuelo, y las de mas cerca son las de Santa Cruz, y tocan a muerto, sin duda por aquel droguero gordo de la calle de Postas, cuyo entierro se verifica hoy. — Cierra, cierra bien los bal cones, que voy a es- cribir. — I A escribir, senor ? no vera usted. EL DIA DE FIESTA. 51 — Tanto mejor, con eso no sabre lo que me escribo, y entrare en la moda del dia. Ahora, pues, leamos despacio mis notas, y escojamos materia conveniente. . . . pero han llamado. — Muchacho. — Senor. — Mira quien llama. — Es el vecino de arriba que va a caza, y viene por usted. — I A cazarme ami? — Q,uiero decir, a que usted le acompane. —Buenos dias ; senor Postas. — Buenos dias, vecino; ^que tal, he cumplido la palabra ? — Si ; pero, hombre, salir asi, tan de manana — Pues mire usted, por mucha prisa que nos demos, ya llevaremos por delante cien escopetas que habran estado esperando a que habrieran las puertas. — I Con que es decir que habre de vestirme ? — De cualquier modo ; mireme usted a mi, jquesenci- llo ! zapato bianco, botines de estezado, pantalon gris, chaqueta corta, sombrero de calana, mi morral, mi frasco, y.... nada mas ; lo que importa es ir ligero para poder andar mucho. — lAh! £con que en eso consiste la diversion? Pero. . . . j calle ! i otro convidado mas ? — =No senor, e§ el vecino de la tienda, el sefior Liga, que viene armado con su cafia y demas arreos de pesca para ver si me cogia la delantera en llevarse a usted j pero amigo, por esta vez cha§co se Ueva, 52 EL DIA DE FIESTA. — Ya escucha usted, senor Liga, mi compromiso ; el seiior Postas es mas madrugador que usted. — No consiste en eso, senor vecino, sino en mi mal- dita cana, que he tenido que prepararla con todo cuida- do por si acaso pica alguna pieza grande. — Una ballena tal vez, i no es verdad senor Liga ? — Vaya, senor vecino, no hay que venirse con pullas, que a las veces donde menos se piensa salta la liebre. — Eso de liebre (replico vivamente el senor Postas) me toca a mi, y salte ella una vez, que asi se me escape a mi como por los cerros de Ubeda. — Pues, senores, ya estoy vestido, y a la orden de ustedes. — Ahora falta que escoja entre los dos elementos. —El caso es que yo creo que los cuatro son a cual mejor, y si pudieran reunirse no encuentro motivo para separarlos. — Dice muy bien el vecino ; i hay mas que marchar juntos, y alii donde atravesare el aire algun bulto lucir usted su habilidad, seflor Postas, y donde toparemos agua sacar yo partido de la mia ? — Vamos, seflores, vamos; pues, a nuestra anfibia espedicion. — -Esto diciendo, nos dimos a luz por las pacificas calles donde solo encontrabamos a tales lioras cual 6 cual lechero 6 bunolera que preparaban con sus espe- ditos manjares el camino de la tienda de la esquina que acababa de abrirse, y cuyo amo enjuagaba ya las copas del aguardiente. La campana de la iglesia inmediata nos record© que EL DIA DE FIESTA. 53 la primera obligacion era la de oir misa; entramos, piles, en el templo ; su inmensidad y silencio inspiraban recogimiento y devocion ; el sonido de la campanilla, los tremulos pasos de algun anciano, la tos de algun otro escondido en las capillas, los fuertes golpes de pe- eho de un mozo arrodillado, 6 el silbado rezo de una anciana sentada en el suelo, eran los unicos objetos que alteraban tal vez aquella sublime tranquilidad ; y pene- trado por ella, no pude menos de comparar tal especta- culo con el que algunas horas despues ofreceria el mismo templo henchido de jentes de todos sexos y con- diciones, mezclados sin distincion, y mas ocupados en ostentar sus gracias y sus adornos que en la contempla- cion del acto religioso. Cuando salimos de la iglesia ya las plazuelas iban Uenandose de generos y de compradores, siendo los encargados de las fondas los primeros que acudieron a hacer enormes provisiones, prueba no pequeiia de la solemnidad del dia ; y en tanto que mis acompanantes empleaban algunos maravedises en pan y en frutas, compre yo disimuladamente unas perdices y unos peces, dando encargo a un mozo que nos siguiera con ellos a lo lejos. Saliendo despues por ia puerta de Toledo nos dirigi- mos al Canal, con el objeto de realizar nuestra alterna- tiva diversion ; el seiior Liga en cuanto vio el agua, tomo su posicion academica, enarbolando su cafia, y el senor Postas echo a correr por los vericuetos con la escopeta al hombro ; yo tome asiento al lado del prime- ro con el objeto de ser testigo de sus triunfos ; pero ert 5* 54 EL DIA DE FIESTA*. los tres cuartos de hora que permaneci con el solo obtu- vo por resultado una rana, un zapato y un pez, que me produjeron tres movimientos convulsivos de risa. Glue- riendo disimularla en lo posible, me aleje del vecino, fui a encontrar al lejano mozo, le envie cerca del pescador, con encargo de pregonar sus peces, entretanto que me dirigia a buscar a Postas, cuyos repetidos tiros me da- ban la esperanza de una abundante caza. La victoria, sin embargo, no correspondia a aquella salva, pues todo ello se redujo a un gorrion que, tasado por peritos, podria valer hasta ocho maravedis, a true- que de cinco reales muy cumpiidos de municiones que iban ya consumidas. El heroe, sin embargo, no se desa- nimo, y viendome venir redoblo sus esfuerzos, soste- niendo con guardas y pastores tantas disputas como des- cargas hacia ; pero observando yo lo inutil de su eficacia resolvi acudir al consabido espediente de llamar al de las perdiees para que diese una vuelta al rededor del ca- zador. Situeme despues en un puesto distante, y segun la seiial convenida 11am e con la bocina a mis dos corsarios ; no tardaron en llegar cantando victoria, ostentando con aire triunfal sus presas, y contandome el pormenor de su captura ; yo les felicite como debia ; pero al preparar el almuerzo con ellas, no pude resistir a la tentacion de hacer presente al senor Postas que aquellas perdiees ha- bian sido cogidas con lazo, y aquellos peces eran de otra clase que los que se dan en el Canal ; replicaronme fuer- temente ; aparente convencerme ; mas volviendo a sonar el cuerno, se presento mi montero mayor con el resto de EJL DIA DE FIESTA. 55 las provisiones. Dejo pensar el efecto grotesco que pro- duciria su vista en ambos adalides, y solo dire que, de- seosos de recobrar su honor en el segundo ojeo, corrie- ron de nuevo a las armas, y me dejaron en disposicion de volverme pacificamente a Madrid. Las nueve poco mas serian, cuando atravese la villa de uno a otro extremo, y mientras lo hacia con todo des- pacio, sabareando las diversas escenas que se presentaban a mi vista, sentime llamar por un amigo que me seguia de cerca, el cual, tomando la palabra, i due es eso, se- nor curioso (me dijo), va usted recogiendo materiales para sus Escenas matritenses 1 Pues algunos podria yo darle a. usted, que tambien yo hago mis observaciones, y aun me precio de inteligente en el arte de Lavater. Y sin 6, i quiere usted que le diga el estado y las circuns- tancias de todos los que van pasando a nuestra vista ? pues oigalo usted. I Ve usted aquel caballero tan. bien portado que corre diligente con un lio debajo del brazo cubierto con su pa- fiuelo? Pues ese caballero es un sastre que va a llevar la ropa a los parroquianos ; diez y seis de ellos estan espe- randole sin salir de sus casas, y el no Ueva recado mas que para cuatro, con que los otros doce iran a reconve- nirle al taller ; pero el ha provisto ya a este inconve- niente cerrandole y marchandose a. pasar el dia al Soto de Migas Calientes. Ahora repare usted a estotro lado, y observe esa pa- reja que cruza delante de nosotros : media hora hace que salio la joven (que en su guardapies de primavera, de. lantal negro, panuelo amarillo y mantilla de sarga, 56 EL DIA DE FIESTA. muestra ser diosa de cocina) de una casa en la calle de la Magdalena, y al despedirse del ama, que la encargo que volviera pronto, respondio muy satisfecha . — " Descui- de usted, senora, en cuanto oiga misa." — Pero al volver la esquina de la calle tropezo con aquel mancebo que la esperaba, y aunque en todo este tiempo que van juntos han pasado por diferentes iglesias, en ninguna han dado muestras de entrar ; y no es lo peor eso, sino que por el rato que va trascurrido tendra ya la muchacha que volver a su casa. — i Y a usted que le importa, le replique yo a este punto, esa intriguilla escuderil ? Eleve usted un poco su pensamiento, y repare, si es que ya no lo hizo, en esa mama noble que acaba de salir de su casa, llevando de- lantero un pimpollo de muchacha ; observe aquel cui- dadoso descuido de su traje matutino, y como no ha te- mido su belleza a la peligrosa experiencia de la papalina rizada y pegadita a la cara : vea usted como ese panue- lito corto y recogido al cuello nos deja contemplar su ta- lle delicado, y la botita de color su pie de cinco puntos : mire usted con que gracia nos hace conocer que va a misa, ostentando en las manos su devocionario linda- mente encuadernado a la Gauffre por Alegria 6 por Gi- nesta ; pero sobre todo, j a que no adivina usted por- que vuelve la cabeza tan repetidas veces hacia nosotros ? Pues no se esponje y envanezca, que no repican por el, y sino torne usted su vista hacia ese joven militar con capote de barragan azul forrado de encarnado, que viene detras de nosotros acortando sus pasos, y como midien- dolos a un compas conocido, rizandose los bigotes, y EL DIA DE FIESTA. 57 oblicuando sus miradas a la acera izquierda por donde va la nina. — j Y como ha sorprendido usted su pensamiento ? — -Muy facilmente; observando que el salio de un portal de enfrente al mismo tiempo que ella de su casa, espiando despues sus miradas de inteligencia y...pero j a que cansar ? Sigalas usted si quiere, y por mi la cuenta sino les viere oir una misma misa ; mas no, dejeles us- ted, y"repare en ese joven que se adelanta hacia nosotros con su traje deslumbrante, como que conserva aun todo el brillo de la fabrica ; contemple usted su atusado som- brero, todavia caliente de la plancha, su elevado corba- tin, su lazo tan enigmatico, sus botones de piedras de color, los sellos de similor purisimo ; pues es un honra- do ropero de calle de Toledo que va derechamente a hacer su visita matutina y en gran tren a, su futura la hija de madama Bobine, modista de Orleans ; pero antes reflexiona que sera bien comprar unos guantes amarillos para mayor autorizacion de su blanca mano, y con efecto, entra en aquella mal cerrada guanteria; mas jay! que ese que ha entrado detras de el es un alguacil ; mucho me temo que al guantero le ha de costar diez ducados de multa el vender guantes el dia de fiesta : verdad es que el dia de trabajo nadie se los compra, — No pierda usted, por Dios (me dijo a este tiempo mi amigo), el espectaculo de ese coche simon, nuevo caballo troyano, en cuyo seno han eneontrado cabida hasta once cabezas entre chicas y grandes, formando un grupo piramidal en forma de caricatura, a cuyo pie podria escribirse : Una boda del Barquillo. La novia 58 EL DIA DE FIESTA. es una tabernera de la calle de San Anton, y el novio un alojero de la de San Marcos; el padrino, que es un tocinero rico de la Costanilla, ha tornado el coche para todo el dia, con el objeto de pasear la boda por las ca- lles y saludar a todo el mundo ; pero como las mulas son algo flacas y la carga demasiado gruesa, y como por otro lado han tornado la precaucion de emborrachar al cochero, de aqui viene esa marcha oblicua y desigual que usted observa, y que concluira por dar con la boda en el suelo, no sin grave contento de curiosos y mucha- chos que acompafien con sus silbidos los lamentos de los contusos. Con estos y otros espectaculos eran las once cuando llegue a mi casa, y al pasar por delante de la tienda del senor Liga observe a un mancebo muy agraciado que estaba a la puerta haciendo sonreir a la esposa de aquel, con lo cual no pude menos de exclamar : \ Cosas del mundo ! j su marido acaso no habra sacado aun un pez, y a ella sin buscarlos se le vienen a la mano ! Subi diciendo esto a mi cuarto, cuando senti abrir la puerta de mi vecino el sefior don Magnijico Pabon, cuyo criado, cuadrandose en la escalera, pregunto : — " i Es el peluquero de su sefloria ? "— No, amigo, le contests ; pero segun el tufo de esencias que me ha dado al pasar, jurare que le dejo a la puerta de la tienda componiendo una receta de mil flores ; y asi era la verdad, pues a este tiempo subia ya el mancebo, prepa- rando los peines al son del romance frances de Le Trouvadour. Encerrado por fin en mi quarto, me proponia apro- EL DIA DE FIESTA. 59 vechar el resto de la manana en disponer mi articulo ; mas no bien lo empezaba a hacer, cuando entro por la puerta el senor don Magnifico en persona, radiante como un reverbero, que iba a la corte con su uniforme nuevo ; -propusome acompanarle para hacer despues juntos varias visitas; acepte el ofrecimiento, y henos aqui caminando a palacio por entre una multitud de carruajes de todas edades y condiciones, y de otra aim mas numerosa de pedestres en canillas, cuya vista, fija en los pies, se hallaba ocupada en defender las nacaradas medias de la inmunda profanacion del lodo. Llegados a palacio subio mi companero, y yo mar- che a esperarle a casa de un amigo, donde no tardo en Uegar, con lo cual empezamos nuestras visitas de buen tono ; pero tuvimos la suerte de despacharlas pronto, porque las senoras habian salido, cual a la misa de la tropa, cual a la de las dos en el Buen Suceso, cual a la revista en el Prado, y cual, en fin, a otras visitas, y esto me convencio de la ventaja de hacerlas en dia de fiesta. A todo esto eran ya las tres, y por indicacion de don Magnifico, y aunque no teniamos necesidad de ello, atravesamos a lo largo la calle de la Montera, en cuya acera izquierda se hallaba reunida a aquella hora entre sol y sombra la flor y la nata de la andante caballeria, y al pasar por aquellos grupos no pudo prescindir mi vecino de bajar el cristal y sacar por el ventanillo la manga de su uniforme, con la cual quedo satisfecho de haber fijado la conversacion general por cinco minutos. La tarde de un dia de fiesta necesitaria por si una prolija descripcion en que podria lucir el pintor el efec- 60 EL DIA DE FIESTA. to de los contrasted Pintaria de un lado a una buena parte de la multitud, piadosa y recogida, poblando las iglesias para asistir al jubileo 6 al sermon, en tanto que otra gran parte del pueblo corre bulliciosa a los circos a presenciar las gracias de un novillo 6 las desgracias de un volatin ; opondria la variedad y alegria de los retirados paseos, como la Pradera del Canal, la Virgen del Puerto, la fuente Castellana y otros asi, en que las meriendas improvisadas, las danzas provinciales, y los juegos bulliciosos ofrecen una animacion exagerada, y aun peligrosa algunas veces, a la prosopopeya uniforme de los paseos de buen tono, como el Prado y el Retiro • las riiidosas disputas de las tabernas, y las acaloradas discusiones de los cafes: la complacencia extraordinaria de los espectadores de la escena muda del descuartizado, ejecutada por el primer fantasmagorico espanol, 6 de los azares de don Simplicio Bobadilla, y la fria indife- rencia de la sociedad altisonante escuchando pocas horas despues el Cid de Corneille 6 el Pirata de Belling Esto me hizo repetir la observacion que alguno ha hecho antes que yo, a saber : " que las fiestas son varie- dad en el aburrimiento del rico, consuelo y verdadero placer del pobre." Tarareando aun el rondo final de la opera regrese a mi casa para descansar de una vez ; pero me halle con un nuevo suceso que vino a distraer mi atencion, y fue que al entrar en mi cuarto me halle tendido al senor Postas llorando su desventura. — I due hay, senor Postas, que llanto es ese ? —Pobre de mi, senor vecino, pobre de mi, que he EL DIA DE FIESTA. 61 ido por lana y vuelvo trasquilado ; quiero decir, que yo sali de mi casa a cazar sin haberlo conseguido, mien- tras que otro ha cazado en mi casa todo lo que liabia en ella. — i Glue desgacia ! — Verdad es que no habia nada, pero menos he halla- do yo fuera, como no sea este fogonazo que me ha abrasado media cara. — Vaya, consuelese usted, podra ser que.-.'. . pero I que voces son estas que se sienten arriba, u ;que me mata ! i vecinos ! " que es esto. — Nada, senor vecino, no se asuste usted, sera el tio Curro Carifiena, el oficial de zapatero que vive en la buhardilla de la esquina, que vendra con el refuerzo acostumbrado en tales dias, y tratara de disculparse con su mujer dandola de palos. — j Infeliz ! vamos a socorrerla. Hicimoslo en efecto, no sin grave trabajo ; y dejando al sefior Postas en su habitacion, tome yo a la mia para acostarme, como lo hice, procurando desechar pcnas y enojos ; pero el ruido del baile que aquella noche daba don Magnifico, pared por medio de mi alcoba, no me dejaba sosegar un momento, haciendome renegar de mi vecindad y del dia de fiesta, cuando de repente siento una agitacion universal en toda la casa, y entre carreras y gemidos llegan a mi las voces de "fuego, fuego" Salto precipitado de mi lecho, corro al peligro, y encuentro que era el fogon del senor Liga, que habiendole abandonado sin precaucion por todo cl dia, el marido ausente en la pesca, y la mujer en los 6 62 EL DIA DE FIESTA. novillos, salia ahora con la ocurrencia de que se estaba quemando desde las seis de la tarde. La consternacion entonces se hizo general ; toda la vecindad acudio a apagar el incendio, y aunque felizmente lo conseguimos muy pronto, tardamos aun el resto de la noche en reco- ger las reliquias de muchos efectos que algunos amigos oficiosos, para libraries de todo peligro, habian arrojado violentamente por el balcon. Madrid, Abril de 1833. El Curioso Parlante. wm/& mw?EM£. ^^iPii(SW2L^(sa®sg'c — Pues senor, estamos de acuerdo, dijo el librero, embozandose en su capa de rico sedan, guarnecida de pieles de chinchilla ; — una satira que haga rebentar de risa a todo Madrid ; sin piedad, y duro a todo el minis- terio. Con la gracia que se yo que tiene vd., es cosa que se vender a como pan bendito. Caballero, he tenido mucha satisfaccion en conocer a vd. . . en cuanto al precio, ya esta dicho : — veinte duros sobre la mo.rcha. — I Estamos ? — Corriente. — Beso a vd. la mano. j Ah ! se me olvidaba ! que no pase de pliego y medio de impresion. Cinco mil ejemplares, a 2 reales — son?... eso es. Lo dicho, dicho, pliego y medio ; — y sobre todo, que haga reir, — Repito. — I Gusta vd. que le alumbre? —Si. . . j este demonio de escalera ! — Todos los grandes hombres han empezado asi. . . Cervantes. . . el Taso. . . la alegria habita en las buhardillas. Rendido estoy de haber subido estos cinco pisos. Se me olvi- daba — j Si tengo la cabeza hecha un bombo con esta 64 UNA BUENA ESPECI7LACI0N. desgracia ! — Mariana a las ocho en punto estare aqui sin falta a recoger el manuscrito y a traer la suma. — Tengo antes que leerselo a **** . . .que esta a un paso . ..con que vendre yo mismo. A las doce se reune el Estamento, — a las ocho y media ha de entrar en prensa — que no falte por Dios. — Esto decia el librero F. . . ., bajando con precaucion la escalera, precedido de Alfredo que le alumbraba. — j Ah ! gracias a Dios ! afiadio bajado el ultimo tramo. No se moleste vd. en ir mas adelante. Con que el manuscrito a las ocho, y veinte duros sobre la marcha. — Beso a vd. la mano. i Si a lo menos se hubiera atrevido Alfredo a pedirle algo a cuenta de aquella suma ! Pero un sentimiento de orgullo le impidio hacerlo ; aquel dinero no le per- tenecia hasta las ocho de la manana siguiente. Ademas, no conocia a aquel hombre. — Recurrir a el, no hubiera sido pedirle un beneficio, sino una limosna. — Beso a vd. la mano, respondio Alfredo. Subio el mancebo en cuatro brincos la empinada es- calera, y abrio con precipitacion la puerta que separaba las dos unicas piezas de que se componia su vivienda: — jLuisa! Luisa mia ! exclamo, jalegrate! era un librero que venia a encargarme un trabajo para manana temprano. j Mariana seremos ricos !.. . veinte duros ! -^•j Maflana \ respondio una voz doliente. Y en tanto un rayo de alegria brillo en la frente palida de la pobre nina, y sacando con trabajo de entre los pliegues de las sabanas su mano trasparente, apreto con ternura la mano de Alfredo.. UNA BUENA ESPECULACION. 65 — I Como te sientes ahora % la dijo. — Mejor. . . me siento mejor. — ^Estas bien abrigada? — j esta noche hace un frio horroroso ! — Si, si. . . estoy bien; jpero tu! con este frio que hace y estas asi ! . . . En efecto Alfredo habia amontonado sobre el lecho de la enferma su capa, su chaleco, y hasta su unico frac. Aquella estancia presentaba el cuadro completo de la indigencia, pero de una indigencia decorosa ; no habia alii mas que lo estrictamente necesario. En aquel momento, una tos seca y ronca, hizo re- chinar el peclio de la enferma. — i Oh ! siempre esa tos ! cada vez que te oigo toser asi, me estremezco. . . una cucharada de este jarabe que ha mandado el medico . . . Cogio la botella que estaba junto a la cama— la bo- tella estaba vacia. — j Se acabo ! •• , . Dios mio ! . . . — Manana, Alfredo, manana seremos ricos. — i Si, manana! — pero hoy! !... Y el medico ha dicho que si no tomas esa bebida cuando te da la tos. . . i Oh ! Dios mio ! Dios mio ! — Luego anadio, como hablando consigo mismo: — j Ningun recurso ! Eduardo salio esta manana para Se villa. . . Ya todo lo he ven- dido. . . hasta la sortija que me dejo mi madre al morir ... j Oh ! Dios mio ! Y el infeliz se cubria el rostro con ambas manos. — j Todo por mi, Alfredo ! . . . Mi larga enfermedad ha agotado tus recursos, . f — i Calla, calla I 6* 66 UNA BUENA ESPECULACIONV — Por mi, ni aun quiere responderte tu padre ; yo te he hecho infeliz. . . Alfredo j me perdonas 1 — Luisa, tus palabras me desgarran el corazon. Tu eres la que debes perdonarme, tu que eras feliz y que lo has perdido todo por mi, por unir tu suerte a la fatalidad que me persigue. — No hablemos mas de eso. Vamos, ponte a traba- jar, aqui, junto a mi. No se que presentimiento me dice que esa obra te va a dar mucha fama, — que va a mejorar nuestra suerte. . . Ademas, me siento mej. . . No pudo proseguir ; la misma tos de antes, cascada, seca, vino a desgarrar el alma de Alfredo. — Luisa, Luisa ! exclamo, lanzando un quejido dolo- roso. — Y ya no queda ni una gota de ese calmante que encargo el medico !.. . que hacer? — no tengo a quien recurrir. .. Oh ! esto es volverse loco. — Mariana, Alfredo, manana ! . ... — Y si entre tanto ! ... oh no, no, eso no puede ser ; es imposible esperar hasta manana. — Mira. ahora me ocurre una idea : ese librero no tendra inconveniente en adelantarme algo a cuenta de lo que me ha de dar manana. Es una humillacion — pero ^ que importa ? ire a verle ahora mismo. . . — Ahora ! esta lloviendo a mares. — Alfredo, no puedes salir. — Si, si — eso es lo mejor. . . esta muy cerca — Luisa mia ! — voy a dejarte por un momento — no tardare. . . — Te yas y con este frio ! — No hay remedio. Si te vuelve la tos, luego sera ya tarde para comprar ese jarabe. — Vida mia ; no puedo UNA FUETCA ESFECULACION. 67 perder un momento. . .ese hombre tendra compasion de mi. — No tardare nada. . . Dios no querra que te pongas peor mientras este yo fuera. — No te vayas ! mira . . . te aseguro que me siento mejor. No te vayas — ponte a trabajar. — Trabajar mientras te veo sufrir ! pensar en cosas alegres cuando tus dolores me despedazan el alma ! — Te aseguro que me encuentro mejor — i no es verdad que manana tendremos dinero 1 Alfredo quedo pensativo, indeeiso. — Tienes razon — manana con el produeto de mi tra- bajo, compraremos todos los remedios necesarios. Voy a trabajar — voy a hacer por alegrarme. Serian las nueve de la noche, una noche de enero, fria y lluviosa. Acerco Alfredo a la cama una mesita, puso una luz sobre elJa, sentose a la cabecera de la enferma, cogio una piuma y empezo a escribir. Luisa parecia algo aliviada ; la pobre nina se violen- taba para no toser. A cada instante la miraba Alfredo ; viola al parecer mas serena. . . cobro algun aliento y escribio la primera estrofa. — Pues no esta mal ! dijo, despues de haberla leido. — Luisa, Luisa ! Ya he escrito la primera estrofa. Escucha. — — Tiene gracia ! dijo Luisa haciendo un violento es- fuerzo para no toser. porque en efecto sufria atrozmente. Como casi siempre sucede, aquellas primeras lineas le pusieron en vena. — Escribio otra estrofa y luego 68 UXA BUENA ESPECULACION. otra ; y cada vez estaba mas contento de su trabajo, tanto mas cuanto Luisa no daba seiial de sufrir. Ni siquieia advertia Alfredo el frio y humedo relente que penetraba por las rendijas de la puerta y de la ventana. Pero a pesar de todos sus esfuerzos, no pudo Luisita contener por mas tiempo la tos ; tanto se habia violen- tado, que aquella vez, al retirar el panuelo que habia acercado a la boca, le sac 6 lleno de sangre. El grito que dio Alfredo en aquel momento, hubiera quebrantado un corazon de piedra ; en seguida echo a llorar amargamente, sollozando como un nino. — Esa bebida me haria bien ! dijo Luisa, y el vivo dolor de su pecho enfermo la arranco algunas lagrimas, que ella se apresuro a enjugar sonriendo. — Voy a traertela ! ... no hay remedio. — Luisa, no te aflijas por Dios. . . vuelvo al instante. — Si; ve, ve ! dijo con voz apenas inteligible, ve. . . La infeliz necesitaba llorar, y no queria que lo viera su marido. Alfredo se puso el frac y salio de la estancia como un insensate II. Media hora despues volvio Alfredo, chorreando agua de la lluvia que habia caido sobre el, los ojos desenca- jados, los cabellos casi blancos ; Luisa se estremecio profundamente al verle de aquella manera. — Mirola el de hito en hito, con una expresion de amargura infinita, y luego se dejo caer sobre el lee ho, desesperado, loco : — la pobre enferma conocio que era necesario esperar UNA BUENA ESPECULAOION. 69 hasta el dia siguiente el unico calmante que podia apla. car sus acerbos dolores. — Como ha de ser ! exclamo resignada. — Si— todo ha sido inutil ! Suplicas, lagrimas, deses- peracion, nada ha podido conmover aquella alma de estopa. Me he humillado como un perro. . . nada ! Se lo he declarado todo ; — le he dicho que era para salvar a mi esposa, a una nina de diez y seis anos, a un angel ...nada! Le he maldecido, — he pedido a Dios que haga morir delante de el al ser que mas ama en este mundo . . . nada, nada ! ! . . . Oh ! Luisa, Luisa ! esto es morir condenado. — Pobre Alfredo ! — animate, el cielo se compadecera de nosotros. Desde que te fuiste, no te puedes imaginar cuanto me ha calmado la tos. Me siento tan bien que creo que voy a dormir un poco. — Oh ! si pudieras dormir ! si yo pudiera lograrlo a costa de mi vida ! . . . Si. . . &ientate aqui a escribir, para que manana ten- gamos dinero. — Mira. . . me parece que voy a descan- sar. En efecto, no tardo en cerrar los ojos, quedando en una especie de sueno 6 letargo, parecido a la muerte ; la desdichada se hallaba en aquel grado de dolencia, en que no sufrir mucho es gran mejoria. De vez en cuando se la oia respirar. . . — Esta es acaso su ultima noche, dijo Alfredo, miran- dola con ojos mates como vidrio ; — si ella muere, yo morire tambien. — Voy a cumplir mi ultimo deber de hijo ... mi padre lo sabra todo. 70 UNB BUENA ESPECULACION. Cogio un pliego de papel de cartas y empezo a, es- cribir. " Vivia en uno de los barrios mas retirados de Madrid, con una anciana que la servia de aya. Luisa no conocia a sus padres ; yo creo, y ella cree tambien, que es hija de al- gun personaje a quien intereses de fatnilia obligan a no reconocerla publicamente. Por lo demas, seguramente es hija de persona rica ; pues Luisa, hasta la epoca fatal para ella en que unio su suerte a la mia, vivio en la abundancia, aunque sin ver nunca al autor de sus dias, al menos bajo este titulo. Yo la conoci, y la ame con delirio; vd. se obstino en no darme su consentimiento para este enlace, — ella me amaba, y fue mi esposa. Nadie lo supo, ni mis mas intimos amigos, ni aun el aya que habia servido de madre a mi amada ; ambos temiamos que el descubrimiento de los padres de Luisa pusiese algun obstaculo a nuestra felicidad. Al cabo de tres meses cayo Luisa peligrosamente enferma ; fue preciso venderlo todo, y sin embargo, llego un momento en que ni aim teniamos para comprar los remedios in- dispensables. . . Q,ue horror ! ! . . . Fui a casa del libre- ro ; le pedi adelantado lo que quisiera darme — para salvar a mi esposa. — Dijo : ' que no me conocia, — que no tenia costumbre de hacerlo, — que habia llevado muchos chascos ;' — en fin, no quiso. Atroz egoismo ! Solo el recuerdo de mi pobre Luisa me impidio cometer un crimen. Era una cosa horrible, padre mio ; aquel hombre opulento, anciano ya, que debia comprender las miserias de la vida, y sin embargo, frio a las suplicas 1 UNA BUENA ESPECULACI0N. de un alma desesperada, inmobil, apoyado en su rico bufete. Oh ! tuve que salir, porque ya no bastaba a contenerme el recuerdo de Luisa. Pero antes, no pu- diendo vengarme de otro modo, quise echarle mi mal- dicion, a el y a la cosa que mas el ama en este mundo ! — Entonces, tuve un momento dc horrible ansiedad ; mi maldicion produjo en el un efecto extraordinario. . . Le vi conmovido, paJido. . . Sus labios se abrieron con un movimiento convulsivo, y en ellos vagaron algunas palabras incoherentes . . . ' Mi hija ! . .mi pobre hija ! — un hombre desesperado ! . . . lo que mas amo en este mundo. .. ella !. .' — Oh! yo no puedo decir lo que paso entonces en mi corazon ! — Vi una lagrima en sus ojos.. . Saco la Have del bolsillo para abrir la gaveta, y. . . el interes vencio por fin ! — Volvio a guardarse la Have, y a repetir aquellas palabras malditas ... 'no me conocia, — habia llevado muchos chascos. . .' " Ahora escribo a vd. junto a su lecho de muerte, — Adios ! — Cuando lea vd. estas lineas, ya no existira su hijo, — Alfredo" Cerro su carta con la calma de la desesperacion ; volvio a leer las primeras estrofas, y sonrio amarga- mente. — Tienen gracia ! dijo ; precisamente han de hacer reir mucho ? . . . Y volvio a escribir con nuevo fervor. Estrellabanse en su cabeza los pensamientos horribles, palpitantes, infernales, alegres con la alegria de los demonios . . . una satira como la hubiera escrito Byron. A veces se interrumpia para mirar a Luisa. 72 UNA BUEXA ESPECULACION. — Duerme, duerme, decia ; ese sueno te aliviara ! . . Empezaba ya a despuntar el dia, muy a tiempo por cierto, pues casi en el mismo instante se consumio el aceite de la lampara que alumbraba al poeta ; la escasa luz se apago como un enfermo que exhala el ultimo suspiro. A la cenicienta claridad de una mafiana de invierno siguio escribiendo Alfredo, cada vez mas animado ; el viento que silbaba en la estrecba calle, agitaba su alma como una inspiracion sobrenatural. — Ya se acerca la hora, y no me faltan mas que al- gunos versos. . .! — Bien ! bien ! Llamaron entonces a la puerta ; era el librero que venia a recoger el manuscrito. — Un momento, — me faltan dos versos... dijo Al- fredo, recibiendole en la pieza inmediata. — Entre tanto voy a contai el diner o ; — pero despa- chemos por Dios. Los cajistas estan perdiendo tiempo, y me cu estan. . . — Ya esta. Tome vd. En aquel momento salio un debii suspiro del lecho de la enferma. — Luisa ! exclamo Alfredo volando a ella frenetico de alegria. — Ya somos ricos ! ya somos felices ! Cogiola una mano . . . aquel la ma no estaba fria . . . su corazon habia cesado de latir . . . Ya estaba muerta ! ! . . . III. Al grito que dio Alfredo, entro el librero despavorido en el cuarto de la enferma. \ UNA BUENA ESPECULACION. 73 — Mi hija ! exclamo. — Horror ! horror ! ! . . . Era en efecto su hija natural, el fruto de una pasion desgraciada, la cosa que mas amaba en este mundo. — La maldicion del poeta habia caido sobre el. Alfredo se volvio loco. El librero hizo una buena especulacion ; vendio los cinco mil ejemplares de la satira contra el ministerio, y el manuscrito le salio de balde. E. DE O. (Del Semanario Pinto resco de Madrid, tomo 1.°, fag. 29.) De cuantas mujeres respiraban la niebla y el humo de Londres, mistris Tibbs era sin duda alguna la de menor estattira, la mas diestra, la mas viva y la mas economica; y de todas las casas de Great Coram-street, la de mistris Tibbs era ciertamente la mas curiosa y aseada. La puerta de la calle, el escalon de la entrada, la aldaba, la argolla de bronce y la plancha de cobre sobre la cual se leia esta interesante inscripcion, — Mistris Tibbs, — atraian por su brillo las miradas de cuantos pasaban. Todas las mananas se empleaba una hora en lavar, frotar, acepillar y brufiir aquellos objetos. Las ventanas de la sala baja tenian sus trasparentes de tela gris, y el salon principal colgadura celeste bordada de oro, con sus pintadas cortinillas de resorte, que por lo comun se haliaban levantadas. El farol de la entra- da estaba tan diafano como una pompa de jabon : todas las mesas eran otros tantos espejos, y cualquiera podia (permitaseme la expresion) bruflirse contra las sillas. Los tramos de la escalera estaban barnizados de cera, y LA CASA DE HUESPEDES. 75 las varillas de cobre que sujetaban la alfombra en cada escalon, relumbraban hasta incomodar a los ojos. Si mistris Tibbs era pequena, su eSposo Mr. Tibbs no era alto : tenia las piernas cortas, y como por via de com- pensacion, la cara era extremadamente larga. Con respecto a su mujer, era Mr. Tibbs lo que el cero al nueve en el numero noventa ; es decir, de alguna im- portancia a su lado, y de ninguna sin el. Mistris Tibbs hablaba sin cesar, y Mr. Tibbs raras veces; mas si hallaba ocasion de soltar una palabra, en el momento en que debiera callar, no dejaba de aprovecharla. Mistris Tibbs aborrecia las historias demasiado largas, y su marido solo contaba una, cuya conclusion no pu- dieron jamas oir sus mas intimos amigos. Esta historia empezaba asi: " Cuando 3^0 pertenecia al cuerpo de voluntarios en 1806", pero Mr. Tibbs se explicaba con lentitud y a" media voz, y su mujer hablaba de prisa y en tono muy alto, de suerte que el desgraciado historia- dor se veia siempre precisado a detenerse en la ultima palabra de esta especie de formula preparatoria. El estado pagaba a Mr. Tibbs una pension anual de 43 libras esterlinas, 15 chelines, 6 dineros ; y el padre y la madre de Mr. Tibbs, y cinco vastagos de esta rama, disfrutaban de igual suma, que les concedia la patria reconocida, como premio de los servicios que le habian prestado y que nadie habia podido averiguar. No pu- diendo esta pequefla renta proporcionar a solos dos in- dividuos todos los goces de la vida, mistris Tibbs re- solvio con la ayuda de 700 libras que habia heredado de un pariente, establecer una casa de huespedes en el 76 LA CASA DE HUESPEDES. cuartel que separa el British Museum de la aldea de Somertovvn ; la calle que eligio fue la de Great Coram- street. Alquilada la casa, amueblada decentemente y recibidos los criados, hizo insertar en los periodicos de mas aceptacion en la capital un anuncio coneebido en los siguientes terminos : — " Se avisa al publico, que seis personas hallaran todas las comodidades de una vida agradable, en el seno de una familia distinguida, domi- ciliada a diez minutos de distancia de todos los barrios de la ciudad." Desde la maiiana siguiente, y durante algunos dias, se recibieron en la casa anunciada numerosas peticiones, la mayor parte firmadas con simples iniciales. Parecia que todas las letras del alfabeto experimentaban un de- seo repentino de ocupar la casa de huespedes. Se en- tablo una activa correspondencia entre mistris Tibbs y los signatarios de aquellas numerosas epistolas, y por una y otra parte se guardo el mas profundo secreto sobre las negociaciones prelim inares de los tratados fu- turos. E. esperaria algunos dias antes de decidirse ; a Y. no le acomodaba tal 6 tal cosa ; Y. O. V. detestaba tal otra; A. P. M. Gt. S. encontraba los precios muy altos ; G. R. no habia jamas dormido en cama francesa, etc. Sin embargo, antes de concluirse la primera se- mana, mistris Tibbs recibio a tres caballeros en clase de huespedes, bajo las condiciones convenientes a ambas partes contratantes. Se repitio el anuncio en los papeles, y al fin una viuda con dos hijas se decidio a ocupar las tres plazas que aun habia vacantes. — Mistris Maplesone es una mujer encantadora, dijo LA CASA DE HUESPEDKS. 77 la Tibbs, sentada al lado de su marido y cerca del fuego, despues del desayuno. Seguramente es una encanta- dora mujer, volvio a repetir inmediatamente (mas bien por decfrselo a si misma que por hacerlo saber a su marido a quien jamas hablaba,) y sus dos hijas son de- liciosas. Sera preciso comprar pescado, porque hoy vendran a comer por primera vez. Mr. Tibbs coloc6 las tenazas formando angulo recto con la badila, y en- sayo una contestacion ; mas, al abrir la boca, se acord6 de que nada tenia que decir. Las senoritas, continud mistris Tibbs, me han ofrecido traer su piano. Una idea repentina vino a ocupar a Mr. Tibbs. — Es probable, dijo este . . . — No apoyes la cabeza en el papel de la pared, inte- rrumpio mistris Tibbs : no pongas los pies en el guarda fuego. Tibbs levanto la cabeza, retiro los pies, y con- tin u 6 su frase interrumpida. — Es probable que alguna de las senoritas agrade a alguno de los caballeros, y que un casamiento — No pronuncies esa palabra, dijo su mujer con el acento de la indignacion : un casamiento ! pues ! un ca- samiento que estableceria a mis huespedes y me privaria de ellos ! no, no, ni por el universo entero. Acostumbrado Tibbs hacia largo tiempo a no respon- der a los argumentos de su mujer, puso fin a la conver- sacion, manifestando ser llegada la hora del trabajo. Salia diariamente de casa a las diez de la manana, y no volvia hasta las cinco de la tarde, hora en que se pre- sentaba muy desaseado y exhalando cierto tufillo a hu- medad. i A donde iba? Cuando se le hacia esta pre- 7 # 78 LA CASA DE HUESpEDES. gunta, respondia su mujer en tono de importancia, que tenia ocupaciones en la ciudad. La sefiora Maplesone y sus hijas llegaron a las dos en un coche de alquiler, acompanadas de un conjunto prodigioso de maletas, envoltorios de carton, sombreros, estuches, sombrillas, cajas de guitarra y paquetes de pa- pel gris de todas las formas imaginables, sujetos con al- fileres. — La diminuta mistris Tibbs se hallaba en su elemento : subia, bajaba, saltaba, colocaba, removia, arreglaba, mandaba, gritaba y hacia un ruido terrible, distribuia toallas y jabon, etc. etc. No se restablecio el sosiego normal hasta que mistris Maplesone y sus dos hijas se encerraron en sus cuartos respectivos, ocupando- se de su tocado para presentarse a la mesa. — I Que os han parecido esas senoritas ? j son lindas ? pregunto monsieur Simpson a Mr. Septimus Hicks, otro de los huespedes, en tanto que los dos se tendian sobre los sofas del salon, contemplando sus escarpines. — No lo se, contesto Mr. Hicks, joven alto, flaco, palido, provisto de gafas, y con una cinta negra al cuello en lugar de corbata, personaje de grandes esperanzas, lleno de talentos futuros y ejerciendo por el momento la profesion de estudiante en medicina. No se le conocia defecto alguno ; y citaba con frecuencia algunos frag- mentos de lord Byron, que por lo comun ninguna rela- cion tenian con el asunto de la conversacion. El otro huesped, Mr. Simpson, era en la sociedad lo que los comparsas en el teatro, es decir que desempenaba su papel peor que los mas malos actor es. Su cabeza no estaba mas llena que la calabaza de San Pablo : se ves- LA CASA DE HUESPEDES. 79 tia constantemente por figurin, 6 mejor dicho, por las caricaturas del ultimo numero del diario de modas, y escribia Cardcter con K. — Al entrar he visto en el corredor un sinnumero de paquetes ; dijo Mr. Simpson sonriendo. — Que contendrian sin duda objetos de tocador, con- tinuo el lector del don Juan : Encajes, telas, — medias, chinelas, Peines, cepillos, — y chismecillos De tocador, Con que la nina — cubre y alifia En las ciudades — sus fealdades Y mal olor. — Son esos versos de Milton ? pregunto Simpson. — No, de Byron, contesto Mr. Hicks, dirigiendo a su vecino una mirada de profundo desprecio. Estaba se- guro de su autor : jamas habia leido otro. — Mas silencio, prorrumpio casi al mismo tiempo : las senoritas bajan, y los dos huespedes continuaron ha- blando en alta voz. — Mr. Hicks, Mrs. Maplesone y las senoritas Maple- sone, dijo desde luego mistris Tibbs presentando a sus huespedes reciprocamente. y adelantandose en el salon con rostro encendido y cubierto de innumerables gotas de sudor, pues venia de vigilar en la cocina los prepa- rativos de la comida, y parecia la pobre senora un pe- dazo de cera medio derretida por los rayos de un sol ardiente. Mr. Simpson, perdonad, mistris Maplesone y senoritas Maplesone, y vice versa. Los dos jovenes se levantaron y saludaron ; las senoras se sonrieron, hicie- ron una cortcsia, tomaron asiento, recogieron sus pa- 80 LA CASA DE HUESPEDES. nuelos que habian dejado caer, y los aplicaron a las narices como si exhalasen los mas deliciosos perfumes. Mr. Simpson y Mr. Hicks, no atreviendose a ocupar sus asientos, y sin saber que posicion tomar, se apoyaron en fin contra unos grand es jarrones inmediatos a. las cortinas, y permanecieron inmoviles guardando un pro- fundo silencio, Mr. Simpson sin pensar en nada, y Mr. Hicks buscando en su memoria algunos fragmentos de su poeta favorito. Entre tanto, mistris Tibbs ejecutaba la mas graciosa pantomima con un criado que habia venido a pedirle algunas noticias sobre la salsa del pes- cado ; las senoritas Maplesone se miraron sonriendo, y bien pronto todos los circunstantes parecian haber des- cubierto algo gracioso en el modelo del guarda-fuego de la chimenea. — Julia, querida mia, dijo en fin la Maplesone a su hija menor en voz baja, sin duda, mas de.modo que to- dos lo oyeran. Julia. — Si, mama. — Ponte derecha. Esta advertencia maternal no tenia otro objeto que el de Uamar la atencion general sobre el talle de Julia, que realmente era elegante. En efecto : todas las miradas se dingier on a Julia, y hubo un instante de silencio. — Hemos traido un cochero muy malo ; dijo la Ma- plesone a la Tibbs, en tono confidencial. — Pobre senora ! replico el ama de la casa, con un tono de profunda conmiseracion. No pudo concluir la frase, porque el criado voh T io a presentarse en la puer- ta y dio principio de nuevo a sus jestos telegraficos. LA CASA DE HUESPEDES. 81 — Creo que los cocheros de los carruajes de alquiler, no son buenos, en general, dijo Mr. Hicks en el tono mas persuasivo que pudo dar a su voz. — Soy de vuestra opinion, repuso mistris Maplesone, como si tratase de una verdad que se le ofrecia por primera vez. — Los cocheros de birlochos, no son mejores que los demas, dijo Mr. Simpson ; mas esta juiciosa observacion, no produjo efecto alguno, porque nadie manifesto ni de palabra, ni por medio de la gesticulacion conocer los habitos y costumbres de tales gentes. — [ Glue quereis Robinson ? pregunto mistris Tibbs al criado que para dar a entender a su ama que estaba aili, habia cinco minutos que estornudaba, tosia, sorbia, escupia, se sonaba, hacia ruido con los pies, y daba pal- madas a la puerta del salon. — Mi amo quiere una camisa, contesto Robinson. No habia gravedad que resistiera a semejante peticion ; asi pues, los dos jovenes se volvieron hacia la ventana, y prorrumpieron en una carcajada subita y estrepitosa como la explosion de una botella de cerveza. Las Sras. introdujeron los panuelos en la boca y mistris Tibbs, mas encarnada que la cresta de un gallo furioso, se lanzo fuera de la sala, a fin de dar una camisa £ su marido, y una leccion a su criado. Pocos minutos despues de la salida de la Tibbs, entro en la sala M. Calton sesto y ultimo huesped. Era este un viejo mozo, lo que se llama un ex-joven. Jamas dejaba de manifestar a los que por primera vez le veian, que si sus facciones no se distinguian por una belleza 82 LA CASA DE HUESPEDES. regular presentaban no obstante, algtina cosa de signifi- cativo. Y con efecto asi era la verdad. No podia mirarse la cara de M. Caiton, sin acordarse involunta- riamente de un aldabon de puerta, mitad leon y mitad mono, y esta comparacion tenia una aplicacion igual- mente exacta a su caracter y conversacion. Jamas habia promovido ninguna, ni etnitido una idea nueva ; mas cuando se le colocaba sobre un tema comun, no es- taba en su mano el detenerse. Desde la edad de veinte anos, es decir hacia cuarenta y cinco que buscaba una mujer rica que quisiese admitirlo por esposo. Gozaba de una renta de 300 lib 3 . ; era muy vano y desordenada- mente egoista. Pasaba por el hombre mas flno de los tres reinos, y diariamente paseaba en Regent's-Park y Regent-Street. Desde el momento de su llegada, este respetable per- sonaje se esforzo en agradar a la Maplcsone madre : y a la verdad que el deseo de parecer todo lo amable que posible fuese, se habia hecho linico por aquel momento en los seis personajes alii reunidos. La Tibbs habia imaginado, no se porque, el mani- festar a los caballeros que tenia algunas razones para creer que las senoritas eran ricas, y a estas que todos los caballeros eran eiegibles. Creyo tal vez que un poco de amor y coqueteria, sin producir un resultado serio, prolongaria la permanencia de los huespedes en su casa. L»a Maplesone era una viuda de 50 anos, dotada de una figura en otro tiempo agradable, de un talento perspi- caz, y de una sensibilidad exquisita. Jamas habia podi- LA CASA DE HUESPEDES. 83 do consolarse enteramente de la muerte de su esposo, y desde aquel momento fatal observaba, por consejo de su facultativo, un regimen severo que exigia ios mayo- res cuidados, segun manifesto a, mistris Tibbs al entrar en su casa. A las ocho de la manana y antes de levan- tarse, se le servia una costilla de carnero : a las diez se repetia igual refaccion. Sin los efectos poderosos de este metodo, la inconsolable viuda hubiera sucumbido & la fuerza de su dolor. Por lo demas, era tan buena madre corno habia sido excelente esposa. " Amo a mis hijas con tal extremo, decia con frecuencia, que no titu- bearia en volverme a casar si el hacerlo pudiera ser util a estas queridas ninas." Estas por su parte no eran insensibles a las dulzuras de un buen establecimiento ] la una contaba 25 anos, y 22 la otra. Habian concu- rrido cuatro temporadas a tomar las aguas, habian acu- dido a diferentcs bibliotecas, ocupandose de la lectura en el balcon, vendido en los bazares en beneficio de los pobres, bailado en un gran numero de retjniones, habla- do sentimentalmente etc. En una palabra, habian hecho para casarse, mas en vano, cuanto podian poner en practica unas jovenes industriosas. — Que bien viste M. Simpson ! dijo Matilde acercan- dose al oido de su hermana Julia. — Tiene exquisito gusto, respondio la hermana menor. — Q,ue patillas ! ! dijo esta. — Hermosas! afladio Matilde, y que cabeJlosH El traje negro marron de M. Simpson, le daba cierto aire de figurante en los teatros subalternos de Londres. 84 LA CASA DE HUESPEDES. Los cabellos tenian toda la apariencia de peluca, y las patillas, que iban a cruzarse bajo la barba, parecian dos cordones negros destinados a sujetar la raandibula infe- rior en caso de accidente. — La comida esta pronta, senora, dijo un muchacho que se presento por primera vez, vestido de pies a cabeza con un capote viejo de su amo. — Oh I M. Calton, quereis dar el brazo a mistris Maplesone ? M. Calton obedecio. — Gracias, dijo mistris Tibbs. M. Simpson ofeecio el suyo a Julia, Septimus Hicks acompano a la interesante Matildc y todos se dirigieron al comedor. M. Tibbs fue presentado a las senoras. a quienes hizo una profunda reverencia, y todo lleno de vergiienza se puso en salvo en un extremo de la mesa, en donde quedo escondido detras de una sopera. Las damas y caballeros tomaron sus asientos sucesivamente, quedando al fin colocados como lo esta el pan y el jamon en los emparedados. Mistris Tibbs mando a Jaime quitar las tapaderas y aparecio a ]a vista de los convidados el salmon, la salsa de cangrejos y demas accesorios ordinarios ; patatas petrificadas y pedazos de pan tostado, que parecian dados por su tamano y figura. — Sopa para mistris Maplesone, dijo la Tibbs, que delante de gentes llamaba querido a su marido. Tibbs se hallaba ocupado en comer pan, y calculando cuantos minutos tardarian en servir el salmon. La voz de su mujer le hizo temblar, y por poco se ahoga al tragar LA CASA DE HUESPEDES. b<5 con demasiada viveza ; y se dio tal priesa a servir la sopa deseada, que estampo sin querer una pequena isla sobre el mantel, y la oculto con el vaso, para poneria a cubierto del ojo escudrinador de la duena de la casa. — Julia, i quereis pescado 1 — Un poco, si teneis la bondad ; oh ! eso es dema- siado : gracias. Y en el plato solo habia un pedazo del tamano de una nuez. — Julia es poco corhedora, dijo la Maplesone a su vscino Calton. El hombre aldaba se hallaba extasiado devorando el salmon con sus ojos. y solo respondio con esta exclama- cion : — ah ! — Gluerido mio, dijo la Tibbs a su marido, despues de haber servido a sus huespedes, ^quequieres? Esta pregunta iba acompaiiada de una mirada que queria de- cir: no quieras pescado, porque ya queda muy poco. Pero creyendo Tibbs que su mujer le reprendia por la mancha del mantel, dijo con frialdad: tomare un poco de pescado. — I Con que quereis un poco de pescado ? (otro frun- cimiento de cejas mas pronunciado.) — Si, querida mia, contesto Tibbs con la expredon de un hombre que no ha comido en ocho dias. Los ojos de la Tibbs se arrasaron en lagrimas, en tanto que ser- via al monstruo de su esposo (asi lo llamaba interior- mente en aquel momento.) el unico trozo de salmon que quedaba. — Jaime, lleva esto a tu amo, y quitale el cuchillo. Esta era una venganza infernal, porque Tibbs no sabia 86 LA CASA DE HUESPEDES. comer pescado sin el. El infeliz se vio obligado a dar caza en derredor de su plato a algunos bocados de sal- mon, armado de una corteza de pan y un trinchante, y el numero de las tentativas de exito feliz estaba en razon de 1 a 17. — Jaime, muda los platos, dijo la Tibbs, a tiempo que su marido conseguia la cuarta victoria ; y los platos desaparecieron con la velocidad del relampago. — Jaime, quisiera un poco de pan, dijo el pobre Tibbs, mas hambriento que nunca. — Jaime, mira si esta pronto el segundo servicio, dijo la Tibbs, en tono que no admitia contradiccion. Durante el intervalo que separo los dos servicios, M. Calton y Hicks se hicieron traer dos botellas : para todos hubo vino menos para Tibbs, de quien nadie se acordaba. Como el asado no llegaba, no pudo Mr. Hicks resis- tir al deseo de encajonar en la conversacion una cita singularmente acomodada a las circunstancias. En donde no hay vacada Raras veces se come vaca asada, Y se pone el puchero Con cabra, con oveja 6 con cordero. Pero el domingo Uega, Y las carnes del chivo y la borrega Juntas, sin mas adobo ni primores, Se ensartan en los toscos asadores. — Ah ! dijo Calton llenando su vaso, Tom Moore es mi poeta. — Y el mio tambien, dijo la Maplesone. — Y el mio, repuso Julia. — Y el mio, dijo Mr. Simpson. LA CASA DE HTJESPEDES. 87 — Leeis sus obras ? pregunto el hombre aldaba. — Ciertamente, respondio Simpson. — -Leeis el D. Juan ? prorrumpio Septimus Hicks. — Sin duda son bellas todas esas poesias, respondio Septimus Hicks, que jamas habia leido otro libro que el don Juan ; pero i en donde encontrais un pasaje superior a la descripcion del sitio al principio del setimo canto ? — A proposito de sitios, dijo Tibbs, que aun mascaba un bocado de pan : cuando yo pertenecia al cuerpo de voluntarios mandado por sir Charles Rompart, en 1806, un dia. . . . — Jaime, prorrumpio su mujer con voz amenazadora e interrumpiendo a su marido, di a tu amo que me envie aquellas aves si no quiere trincharlas. A estas palabras el voluntario de 1806 dio principio a su obra, y trincho unos polios con tanta destreza como su mujer manifestaba al mismo tiempo en una pierna de carnero. ^Concluyo su historia ? No lo sabemos : y todo lo que podemos decir es que nadie oyo el fin de ella. Verificado el paso del Rubicon, reinaba el contento en los convidados, y sobre todo en Tibbs, que se habia acostad® al levantarse de la mesa. Mr. Hicks y las senoras discurrian con una elocuencia prodigiosa sobre la poesia, los teatros, y las cartas del lord Chesterfield. Mr. Calton repetia lo que unos y otros decian : mistris Tibbs prodigaba sus aplausos a todas las observaciones de mistris Maplesone ; y Mr. Simpson, repitiendo al- ternativamente cada cinco minutos un si y un no, acom- panados de una Hgera sonrisa, adquirio la reputacion de hombre de talento. Los huespedes dejaron el eomedor, 88 LA CASA DE HUESPEDES. y se trasladaron a la sala. Mfstris Tibbs y mistris Maplesone se pusieron a jugar al cribbage* los caba- lleros se entregaron a los placeres de la musica y de la conversacion. Las senoritas Maplesone cantaron sus mas bellos duos acompanadas de la guitarra, adornada con grandes lazos de cinta azul celeste. Mr. Simpson se puso un chaleco color de rosa, y parecia ebrio de placer. Mr. Hicks se vio arrebatado al setimo cielo de la poesia, 6 lo que es lo mismo, al setimo canto del D. Juan. La Tibbs se contemplaba dichosa con tales hues- pedes, y su marido paso la tarde segun tenia de cos- tumbre : se acosto, se levanto, poco despues se volvio a acostar, y se levanto de nuevo a la hora de cenar. . . . No dejaremos transcurrir muchos aiios, siguiendo la costumbre de los novelistas : nos tomaremos solo la libertad de suponer que pasaron seis meses desde el dia de la comida que acabamos de describir, y que en este tiempo los huespedes de la Tibbs han cantado y bailado juntos, y asistido a unos mismos es'pectaculos, como lo han hecho y lb haran siempre todos los huespedes de ambos sexos, pasados, presentes y futuros. Una de las maiianas del setimo mes Mr. Hicks re- cibio un billete, en el cual Mr. Calton le suplicaba ba- jase a su cuarto, situado en el segundo piso. — Di a Mr. Calton que voy al momento, dijo Hicks al muchacho portador. ^Esta enfermo Mr. Calton? anadio el estudiante poniendose la bata. — No senor, respondio el criado, sin embargo estaba muy palido. % Juego de naipes desterrado de la buena sociedad. LA CASA DE HUESPEDES. 89 — Se puede estar palido y no enfermo, murmur 6 entre dientes Mr. Hicks, sin saber lo que decia en medio de su inquietud y agitacion. Bien, voy al instante. En efecto, llego a la puerta de Calton al mismo tiempo que el muchaeho : aquella se abrio y apareci6 Mr. Calton en un sillon, y mas parecido que nunca a una aldaba. Ambos huespedes se dieron afectuosamente las manos, y Mr. Calton senalo con el dedo un asiento a Mr. Hicks. Despues de un momento de silencio, este ultimo tosio, y Mr. Calton sepulto en sus narices una enorme cantidad de tabaco. Hicks tomo la palabra. — He recibido un billete, dijo con voz cortada, y sin concluir la frase. — Si, dijo Calton; os he enviado un billete. — I Me habeis enviado un billete 1 — due vos habeis recibido. No obstante ser estas explicaciones positivas y con - cluyentes, los dos caballeros comprendieron que tenian algun secreto de importancia que revelarse, y obraron como cualquiera habria hecho en igual situacion. Di- rigieron sus resueltas miradas a la mesa. M. Calton prosiguio la conversacion en tono enfatico y pomposo. — Hicks, os he suplicado que vinieseis a verme, porque en esta casa pasan sueesos que quiza terminaran en boda. — En boda! ! exclamo Hicks casi sin poder respirar. No es mayor el asombro de Hamlet al presentarsele la sombra de su padre, que el de Hicks al escuchar aque- lla palabra. 8* I'O' LA CASA DE HTJESPEDES. — Si, una boda, continuo Calton que no habia sepa- rado la vista de las demudadas facciones de su compane- ro. Os be ro-gado que vinieseis para daros una prueba de mi amistad. — I Que me descubrireis? pregunto Hicks alarmado y sin echar de ver las palabras de que se servia. — Yo descubriros ! y vos lo hareis conmigo? — Jamas, jamas, hasta mi ultima hora nadie sabra que os habeis mezclado en este asunto, respondio Hicks cada vez mas agitado. Su cara presentaba el color de la purpura y sus cabellos se erizaban como si hubiesen recibido una descarga electrica. — Pst ! tarde 6 temprano sera preciso descubrirlo : dentro de un afio a mas tardar tendremos hijos. — Tendremos ! y eso no os disgusta 1 — No, seguramente. — Y en efecto ; porque os habia de disgustar ? dijo Hicks que empezaba a no comprender ni una palabra de semejante conversacion. Mas M. Calton se hallaba demasiado absorto en sus sueflos de ventura para percibir que ni el uno ni el otro se entendian y en su delirante alegria se dejo caer sobre un sillon, articulo el nombre de Matilde, acompanado de un suspiro y apoyando su mano derecha en el cuarto boton del chaleco, exclamo de nuevo con acento patetico. jOh Matilde ! — I due Matilde? pregunto Hicks levantandose so- bresaltado. — Matilde Maplesone, contesto Calton levantandose igualmente. — Manana mismo me caso con ella, grito Hicks furioso. LA CASA DE HUESPEDES. 91 -— Es falso, replied su rival, yo, yo soy el que me caso. — lYos os casais ? ■ — Yo me caso ! — Os casais con Matilde Maplesone ? — Me caso con Matilde Maplesone! — La senorita Matilde se casa con vos? — La senorita Matilde ! No. La senora Maplesone. — Gran Dios ! prorrumpio Hicks cayendo sobre una siiia: vos os casais con la madre y yo con la hija. — He aqui una circunstancia extraordinaria y no poco embarazosa por cierto, dijo Calton ; porque Matil- de, no queriendo participar el casamiento a sus hijas, hasta despues de la ceremonia, no se atrevia a suplicar a ninguno de sus amigos, que la pusiese en manos de su nuevo. esposo. En cuanto a mi, tenia mis motivos particulars para tener oculto este asunto, y hoy por la manana me proponia suplicaros me sirvieseis de padrino. — Con mucho gusto lo haria, respondio Hicks con acento dolorido, sino me casase yo tambien manana. I Porque no os dirigis a M. Simpson, estoy seguro que aceptara la proposicion. — No quiero pedirle semejante favor, contesto Calton, no es muy complaciente. Hicks dirigio la vista al techo, miro en seguida al suelo y como iluminado por una idea feliz, indico para padrino al dueno de la casa. — Ya se me habia ocurrid© ; pero Matilde por razo- nes que no comprendo, se ofenderia de que Tibbs sos- pechase la menor cosa antes de la conclusion de nuestro casamiento. 92 LA CASA DE HUESPEDES. — Tibbs es el mejor de los hombres, cuando se le sabe manejar, dijo Hicks : recomendadle el secreto y fiad en el. — En este momento sonaron dos golpes en la puerta de la calle : dabalos Tibbs, y nadie mas que el podia ser, puesto que ninguno llaraaba con mas suavidad ni empleaba mas tiempo en limpiarse los pies. Venia pues de pagar su cuenta al panadero. — Amigo Tibbs, dijo Calton, en tono de voz melifluo. — Sefior ? respondio aquel. — I Q,uereis tener la bondad de pasar a mi cuarto ? — Seguramente, contesto Tibbs gozoso al ver que se hacia caso de el. La puerta de la alcoba se abrio y volvio a cerrarse de nuevo ; Tibbs dejo el sombrero sobre la alfombra (como todo hombre timido) y habien- dose sentado, echo en derredor de si sus miradas, cual si de improviso hubiese sido presentado ante el tribunal de la inquisicion. — Senor Tibbs, dijo Calton con una voz cavernosa ; cierta circunstancia desagradable me obliga a consuita- ros, y a, suplicaros al mismo tiempo no descubrais a vuestra esposa lo que voy a manifestaros. Tibbs prometio guardar el secreto que iba a confiar- sele con gran curiosidad por saber lo que habia ocurrido, y creyendo que M. Calton por lo menos habia roto las mejores piezas de bajilla de su mujer. — Me encuentro en la mas penosa situacion, continue Calton. Tibbs miro a Hicks como si creyese que la presencia de este era la causa de la penosa situacion de Calton ; LA CASA DE HUESPEDES. 93 mas al fin, no sabiendo que decir, se contento con excla- mar simplemente : Bah ! . . . . . Cuidado ! dijo el hombre aldaba, no dejeis esca- par ninguna exclamacion que pueda ser oida por los criados ; cuando os dire. . . . Reprimid la subita explo- sion de vuestra sorpresa cuando sepais. . . . que dos per- sonas de esta casa deben casarse manana ; y retiro algunos pasos la silla, como para juzgar mejor el efecto producido en su auditorio por esta nueva inesperada. Si Mr. Tibbs hubiese rodado la escalera, 6 abriendo la ventana se hubiese arrojado de cabeza ai patio en el delirio de su sorpresa, Mr. Calton se hubiera admirado menos que al verle meter tranquilamente las manos en los bolsillos de sus inezplicables (calzones),* y respon der con una ligera sonrisa. — I Y eso podra ser cierto ? — i No os sorprendeis, senor Tibbs ? — En manera alguna, contesto este, ^pues que no es cosa natural ? Cuando dos jovenes de diferente sexo se encuentran reunidos, ya sabeis que. , . . — Seguramente, seguramente, replico Calton altamen- te satisfecho de si mismo. — Con que es decir que no mirais este casamiento como una cosa extra ordinaria ? dijo Hicks, que hacia tiempo espiaba las facciones de Tibbs. — No senor, yo a su edad, hubiera hecho lo mismo, y se sonrio al pronunciar estas palabras. — Que bien llevo yo mis anos ! ! dijo para si entu- * En Inglaterra no se nombra esta prenda del vestuario varonil con su nonabre propio, sin faltar a la decencia. 94 LA CASA DE HUESPEDES. siasmado el joven de otro tiempo, porque no ignoraba que Tibbs tenia 10 anos menos que el. — En este caso. y siguiendo el hilo de nuestra conver- sacion, i no rehusareis el ser padrino en esta circuns- tancia ? — No senor, contesto Tibbs ; no mas sorprendido de la pregunta que de la noticia de la boda. — 2,Con que no rehusais 1 — No, ciertamente : respondio Tibbs, tan sereno como un fiasco de mala cerveza destapado. — Mr. Calton, estrechando con viveza la mano del pequefio Tibbs, le juro desde el momento una amistad eterna. Hicks siguio el ejemplo de su companero, siempre poseido de una admiracion y estupefaccion profundas. — Confesadlo francamente, dijo Calton a Tilibs a tiempo que este tomaba el sombrero ; este casamiento os ha sorprendido. — Un poco ; respondio el ilustre personaje teniendo la mano derecha levantada sobre la cabeza ; un poco la primera vez que llego a mi noticia. En fin, dijo riendo Mr. Calton a Mr. Septimus Hicks ; gracias a vuestro consejo, ya he encontrado el padrino que buscaba. — i,Vos habeis hallado un padrino ? No, el es quien lo ha encontrado. — Como ! Quien ? grito desesperado Mr. Hicks. • — 2,Q,uien es el ? pregunto Calton. — I El 1 quien ? estais enterado de mi secreto ? pro- rrumpio Septimus, i La palabra eZ, es aplicable a mi? LA CASA DE HUESPEDES. 95 — A vos 1 no ; bien sabeis de quien hablo, contesto Tibbs arrojandole una mirada de inteligencia. — Por Dios, seiior ! g de quien hablais ? pregunto Calton, que as! como su companero, nada entendia de esta extrana confusion de pronombres. — Quien ! el ? Voto a tal ? el senor Simpson, iquien quereis que sea ? — Ah ! ya he adivinado la verdad, dijo el lector de Byron : Simpson se casa manana con Julia Maplesone. — Eh, sin duda ! dijo Tibbs muy satisfecho de haber sido comprendido. Simpson se casa manana con la senorita Julia, y yo soy su padrino. j Como pintar el efecto producido por esta manifestacion inesperada en las facciones de Calton y Septimus? el pincel de Hogarth hubiera solo podido dar una idea de los diver- sos y extraordinarios gestos que hicieron los dos co no- vios estupefactos. No seriamos mas felices, si bien mejor entendidos de nuestras bellas lectoras, si nos atre- viesemos a ensayar la descripcion de los medios emplea- dos por las tres damas, para coger en sus redes a los tres amantes. Cualesquiera que hubieren sido dichos medios, lo cierto es que obtuvieron su resultado. Mistris Maplesone sabia el proximo casamiento de sus dos hijas, y estas no ignoraban las secretas intenciones de su amo- rosa madre. Decidieron, no obstante, aparentar que no sospechaban los sucesos futuros, y que seria mas conve- niente que las tres bodas se celebrasen en un mismo dia, a fin de que el descubrimiento de una alianza clandesti- na no perjudicase a las otras dos. De aqui la mortifi- cacion de Hicks y Calton, y el favor exigido por Simpson al imprudente Tibbs. 06 LA CASA DE HUESPEDES. Al dia siguiente, Mr. Septimus Hicks ; se unio con miss Matilde Maplesone ; Mr. Simpson contrajo igual- mente una santa alianza con Julia : y Tibbs desempe- flo por primera vez las funciones de padrino. Mr. Cal- ton de temperamento menos ardiente que los otros dos jovenes, se afecto desagradablemente de este doble des- cubrimiento, y no encontrando quien quisiese ponerle en posesion de la viuda, discurrio que el mejor medio de salir de compromises era el quedarse sin ella ; mas mistris Maplesone, apelo desolada a las leyes del pais ultrajadas. Asi se expreso su abogado en el pleito que promovio a Mr. Calton, por no haber cumplido su pa- labra de casamiento. Los jueces indignados, le concedieron 1,000 libras por los perjuicios, y el desgraciado hombre aldaba tuvo que pagar aquella suma, so pena de pasar el resto de sus dias en la carcel. Cansado al fin de visitar continua- mente unos mismos hospitales, Mr. Hicks se embarco para America ; y su esposa abandonada, vive en la actualidad con su madre en Boulogne. Mr. Simpson, habiendo tenido la desgracia de perder a su mujer seis meses despues de su boda, (porque se fugo con un oficial, durante la prision de su marido en Fleet-Street, por no haber podido pagar a la modista), y viendose deshere- dado por su padre, tuvo al menos la satisfaccion de obtener la plaza de primer dependiente de un peluquero de moda. Desde la niiiez habia cultivado Mr. Simpson este arte, para su uso particular. Debemos anadir a estos tristes detalles, que los tres casamientos hicieron perder a mistris Tibbs todos sus huespedes, excepto LA CASA DE HUESPEDES. 97 aquel que hubiera perdido de mejor gana, es decir, su marido. Cuando este ser diminuto y desgraciado entro en su casa el dia de las bodas, se hallaba embriagado a punto de no poder sostenerse. Alterados sus habitos ordina- rios por la maligna influencia del vino, por el estado de excitacion en que se hallaba y por la desesperacion, se atrevio a hacer frente a la colera de su mujer. Desde este momento fatal come y duerme en la cocina, de don- de solo sale para ir a su trabajo, y en donde algun dia es probable que concluya su historia del cuerpo de voluntaries. Sketches by Boz. (De la Biblioteca recreativa del Liberal Barcelones.) SECTION SECOND. OBSERVATIONS ON SPANISH CONVERSATION, Use of don and senor. Don, (Mister, or Esquire.) Doha, (Mrs., Miss, or Lady.) Have no plural, and are used only before christian names : Don Francisco Pio, Mr. Francis Pio. Doha Francisca Pio, Mrs. or Miss Frances Pio. Doha Frasquita Pio, Miss Fanny Pio. Observe that the christian name of a young lady is generally expressed by a diminutive noun. Sehor, Sehores, Sehora, Sehoras, Sehorito, Sehorita, are used: 1st. Before surnames El Sehor Pio, Los Sehores Pio y O- , El Sehorito Pio, La Sehorita Pio, La Sehora Pio, (Mister or Sir.) (Messrs. or Gentlemen.) (Mrs., Madam, or Lady.) (Ladies or Mesdames.) (Master.) (Miss or Young Lady.) Mr. Pio. Messrs. Pio and Co. Master Pio. Miss. Pio. Mrs. Pio. USE OF DON AND SENOR. 99 2d. When neither the name or surname is expressed: Si senor, Yes sir. Si sehora, Yes madam, or miss. Estos senores Jo dicen, These gentlemen say so. Estas senoras lo ctfirman, These ladies assure it. Estas sehoritas lo niegan, These young ladies deny it. Senor is also used before christian names, but it is not con- sidered as respectful as Don. In Spain a married lady generally takes the surname of her husband preceded by the preposition de (of): La SeTwra de Pio, Mrs. Pio. Before the name or surname of a young lady we frequently omit, in conversation, the word Dona or Senorita: Vi a Frasquita, I saw Fanny. Vi cl la Pio, I saw Miss Pio. Senor, Senores, Senora, Senoras, are used before padre, madre Ho, tia, hermano, hermana, &e. as a mark of respect : Vi & su senor hermano, I saw your brother. About questioning and answering. In the interrogative phrase we place the nominative after the verb (Gram. no. 283), and do not translate the auxiliary to do, (Gram. no. 142) : I Que dice tl ? What does he say ? I Que dicen ellos ? What do they say 1 l Que dijeron ellos ? What did they say ? As we do not use an auxiliary verb to announce an interrogation, and as the nominative, by its being placed after the verb, does not always denote it (Gram. nos. 283, 299), we use, for this purpose, the note of interrogation (?) inverted d) before the interrogative phrase : Pedro, i te vas ? Peter, are you going ? In speaking, the interrogation is denoted by a peculiar into- nation of the voice. 100 ABOUT QUESTIONING AND ANSWERING. In English; very often, to ask a question they begin either by affirming or contradicting what they are going to ask, and then put the question in this way : He will travel, will he not ? He will not travel, will he ? In such a case we simply state what we wish to know, adding the question, I Es verdad ? or (Is it true ?) I No es verdad ? (Is it not true?) : El viajard, i no es ver- He will travel, will he dad? not? El no viajard, i es ver- He will not travel, will dad% he? When one of the auxiliaries shall, to do, to will, or to have, stands, in English, instead of a repetition of a phrase, we repeat, in Spanish, the verb to which the auxiliary refers, preceded by a corresponding personal pronoun : ; Comprard us ted Jos U- ) au „ , ,, , , -l ? \ Shall you buy the books ? — Si, los comprare. — Yes, I shall (buy them). I Ama usted a su esposa ? Do you love your wife? — Si, la amo. — Yes, I do (love her). I Ha comprado usted los li- Have you bought the hros ? books ? — No Sehor, no los he com- — No Sir, I have not prado. (bought them). But if the auxiliary be the verb to be (ser or estar), then we repeat the same auxiliary, preceded by the personal pronoun : I Es usted casado 1 Are you married ? — Si, lo soy. — Yes, I am (married). I Estd usted enfadado ? Are you angry? — No Sehor, no lo estoy. — NoSir,Iamnot(angry). ABOUT HEALTH. ABOUT AGE. 101 When to have (tener) is used as an active verb (Gram, nos. 335, 336), we may repeat it either with or without the pronoun : I Tiene usted hijos? Have you any children'? — Si, los tengo, or, — Yes, I have them, or, — Si, tengo. — Yes, I have. Whenever, by the particular meaning of the phrase, the pronoun could not be used in English, it must be omitted in Spanish : I Vendra usted & vermc ? Shall you come to see me % — Si, vendre. — Yes, I shall (come). I Ha estado usted en casa ? Have you been at home ? — Si, he estado. — Yes, 1 have (been). About health. When the verb to he or to do is used in. English to inquire after the health of some person, it is rendered in Spanish either by the verb estar, or by the verb pasar preceded by the pronoun lo (it), which refers to cl tiempo (the time) : I Como est a usted ? How do you do 7 I Como est a su hermana ? How is your sister ? iComo lo ha fas ado usted ? How have you been % In a familiar way of speaking we use the verb ir (to go) : I Como va, amigo ? How are you, my friend 1 To ache is rendered by doler and ache by dolor : Me duele la cabeza, My head aches. Tengo dolor de cabeza, I have a headache. To have a sore is also rendered by doler : Me duele la garganta, I have a sore throat. About age. Speaking of the age of a person we use the verb tener (to have) and the noun edad (age), where the verb lo be (ser) and the adjective old (viejo) are used in English : 9* 102 ABOUT AGE. ABOUT THE TIME OF THE DAY. I Que edad tiene usted ? How old are you? Tengo mas edad que usted. 1 am older than you. Murid a los veinte anos de He died when twenty years edad. old. When the noun anos (years) is expressed, edad is generally omitted : ; Cuantos anos tiene us- ) rT 7 7 c . , ? > How old are you ? , T ■ , . 7 . . . $ He died when twenty years Murw a los veinte anos. j -,-, J J About the time of the day. To express the time of the day we use a correspond- ing numeral, preceded by the feminine article la or las, the noun liora or horas being understood : Es la una, It is one o'clock. Son las dos, It is two o'clock. The following examples will show how the several parts of an hour are expressed : Las dos y cinco minutos, Five minutes past two. Las dos y cnarto, A quarter past two. Las dos y media, Half-past two. Las dos y tres cuartos,~\ Las tres me'nos cuarto, ! . iL r. 7 . , > A quarter to three. Or, los tres cuartos para j ^ las tres, J Las tres me'nos cinco mi- ) -n- • . , .1 > Five minutes to three. nutos, ) Idiomatic expressions. Son cerca las tres, It is nearly three o'clock. Tr , . 7 ( It is upon the stroke of Van a dar las tres, < three ~ 7 : ( It is iust three, or, It is San las tres en funto, | ^ ^ fe preciselyi Dan las tres, It strikes three. ABOUT THE WEATHER. 103 Acaban de dar las tres, Han dado las tres, or Son las tres dadas, It struck three just now. It has struck three. About the weather. To express what kind of weather it is, we use the verb hacer (to do or to make) with a corresponding- noun : f calor, frio, fresco, viento, Hace^ buen dia, un tiempo hermoso, mal tiempo, tiempo humedo, ^tiempo seco, Sec warm, cold, cool, windy. It is I fine day. beautiful weather, bad weather, damp weather, (.dry weather, &c. But if the noun tiempo is the nominative, we use the verb estar and a corresponding adjective (Gram, no. 329): [ calient e, r, 7 ,. hermoso-, El hemvo j , ~ r < oorrascoso, esta I j sereno, \_nublado, s< ' warm. The weather ] b f eautifuL < stormy. I clear. l_ cloudy. If the quality expressed by the adjective is considered as inherent to the subject, then we use the verb ser (Gram, no. 328) : Este iuvierno ha sido muyfrio, This winter has been very cold. t, 7 i s ■ \ He is is a man of a very cold Estombre muyfrio, j disposition. * To express the sensation produced by the weather, we use the verb tener and a noun (Gram. nos. 336, 337) : Tencro calor, I am (or feel) warm. Tengo frio, I am (or feel) cold. 104 EXPRESSIONS OF POLITENESS. Tener is used also instead of to have (Gram. nos. 335, 336) : Tendremos buen dia, We shall have a fine day. El invierno pasado tuoimos mu- Last winter we had a great cha nieve, deal of snow. Expressions of politeness. Note. — When in the following observations the English translation of a Spanish phrase is contained between two pa- rentheses, it gives only the literal meaning of the Spanish phrase to which it refers. To ask for something in a polite manner, we gene- rally use one of the following expressions : tener la bondad, (to have the goodness) ; hacer el favor, (to do the favour) ; And to thank for something we have received we say : gracias, (thanks). muclias gracias, (many thanks). le doy a usted las gracias, (I give thanks to you). le quedo a usted muy agra- (I remain very much decido, obliged to you) : Tenga la bondad de sen- ) D1 . , . 6 > Please to sit down. tarse, ) — Gracias. — I thank you. Hdgame el favor de darme Be so kind as to give me ese libro, this book. — Aqui estd, — Here it is. Muchas gracias, I am much obliged to you. We use the phrase para servir a usted (to serve you) or a la disposicion de usted (at your disposal) as a complimentary expression to a person that inquires after our health or that of some near relative or intimate friend : ,, Como estd usted ? How do you do ? "deTsted U diSP ° SiCim \ -Very well, I thank you. I Y sus sehores padres ? And your parents 1 — Tambien buenos para — They are also well, I servir a usted. thank you. EXPRESSIONS OF POLITENESS. 105 We use also & la disposition de usted as a mere compliment to a person who speaks of some thing that belongs to us, espe- cially when he praises it : SenorL6pez,ime dice usted que Mr. Lopez, will you tell me liora es ? what time it is ? — Las siete enpunto, — Just seven o'clock. / Que reloj tan bonito tiene us- "What a beautiful watch you ted ! have ! — Senorita, estd & la disposicion — Miss, it is at your dis- de usted. posal. Muchas gracias, estd muy Men I am much obliged to yon, it empleado, is very well in your hands. To send our compliments or love to some person we generally say : Expresiones de mi par-~) ■n/r 6 l ' • > \ My compliments to . . . Muchas memorias a . . . J r Muchos recados a . . . _ Salude usted de mi parte Make my compliments a . . . to . . . Presente mis respetos a . . . Present my respects to . . . This last expression is considered the most respectful. To send our respects to a lady we may say : Pongame a lospies de . . . (Place me at the feet of. . .) To compliment a person on his birth-day, we say: Felices, {Happy). Felices dias, or (Happy days) or Que usted los tenga muy (That you may have them feliceS) very happy). On Christmas, Easter or New-year's day we con- gratulate our acquaintances by saying: Felices pascuas, (Happy Christmas). To congratulate a person on any happy event what- ever, we say : Le doy a usted la enliora- (I give you joy, or my con- buena, or gratulations). 106 SALUTATIONS. Buenas noches, Que le sea a listed la en- ) /rr ,, . . M , . ■&■ \ horabuena, J (That joy may be to you.) Salutations. The most general mode of salutation used in Spain is, in the morning : Buenos dias, (Good days). In the afternoon : Buenas tardes, (Good afternoons). In the evening or night : i (Good evenings or good I nights). Sometimes, instead of buenos, buenas, we use felices (happy) To salute a lady, we say : Beso a usted los pie's, or ( I kiss your feet) A los pies de usted, (At your feet) j And to salute a gentleman : Beso a usted la mano, (I kiss your hand). On taking leave of a person, we generally say : Que usted lo pase Men, (Thatyoumaypassitwell). The most usual manner of taking leave among friends or persons who are familiar is by saying : Adios, (Adieu) Que vaya Men, (That it may go well) Vaya usted con Dios, or (Go with God) Quedese usted con Dios, (Remain with God). When taking leave of a friend or a person whom we wish to see again, we sometimes say : Hasta la vista, (Until I see you again) Hasta otro rato, (Until another moment). When taking leave of a person who is to undertake a journey, we say: Feliz or buen viaje, (Happy or good travel), (That 2/ou may have a happy travel). Que Ileve usied feliz viaje, SALUTATIONS. 107 When we salute a gentleman or inquire after his health, we either omit the translation of the English adjective Sir, or render it by cahallero (gentleman) : Buenos dias, cahallero, Good morning, Sir. —Como esta usted ? How do you do, Sir ? In South America, however, they use senor instead of caha- llero. In the phrases : Buenos dias. que vaya bien, que usted se divierta (that you may enjoy yourself), and the like, the verb desear isunderstoood: Lc deseo buenos dias, I wish you a good morning. Deseo que usted se divierta, I wish you a pleasant time. To write a letter. In addressing a letter we generally use both Sehor and Bon or Sehora and Doha as a mark of greater respect : Al Sehor Don Juan Yidal, John Vidal, Esq. At the beginning of a letter, Sir, or my dear Sir, j£ Muy Sehor mio, Gentlemen, -3 Muy Sennres mios, Madam, £ Muy Sehora mia, My dear brother, friend, "§ Querido hermano, ami- Sec, h go, Sec. . m When the letter is signed by more than one person, instead of mio, mios, we use nuestro, nuestros, (our) : Muy Senor nuestro, Dear Sir. Muy Senores nuestros, Gentlemen. In the date, the day of the month is expressed by a cardinal number, followed by the preposition de (of) and the name of the month ; Nueva York, 12 de Junto New York, June 12th, 1843. 1843. After the name of the month the preposition de is sometimes expressed, although it may be omitted both before and after it. 108 TO WRITE A LETTER. The first of the month is expressed by an ordinal number : El 1™- de Mayo. The 1st of May. (See Gram. Appendix, lists 3 and 4.) In every other case the day of the month is expressed as in the date, with the difference that the article el must precede the numeral, the noun dia (day) being under- stood : Llego el seis de este He arrived on the sixth of mes, this month. The noun expressing the day of the week is preceded also by the article el, except when used in the date : El vierncs pasado, Last Friday. Viemes, \ro. de Mayo, Friday, May 1st. Instant, when applied to the present month, may be rendered by del corriente or del actual. Ultimo is rendered by pjno. pdo. or ultimo. (See abbreviations Gram. Appendix, list No. 13.) I have just received is rendered by acabo de recibir. Favour or esteemed favour may be rendered by apre- ciada, favorecida, estimada or grata. At the end of a letter, instead of truly yours or your obedient servant, we use : su muy atento y seguro servi- dor (your most attentive and sure servant) or su seguro servidor (your sure servant) which are contracted thus ; a a i (su muy atento y seguro sumuyato.yS.S. , ^ -^ * « S. S. S. (su seguro servidor). If the letter is addressed to a lady, after su muy ato y S. S. or S. S. S. we generally add : Q. S. P. B. which are the initials of que sus pie's besa (who kisses your feet) ; And if addressed to a gentleman, we add : Gt. S. M. B. (que sus manos besa). THE DAYS OF THE WEEK. 109 The Days if the Week. Domingo, Sunday. Ju6ves, Thursday. Lunes, Monday. ViSrnes, Friday. Mdrtcs, Tuesday. Sabado, Saturday. Mttrcoles, Wednesday, The Months of the Year, Enero, January. Julio, July. Febrero, February. Agosto, August. Marzo, March. Setiembre, September. Abril, April. Octubre, October. Mayo, May. Noviembre, November. Junio, June. Diciembre^ December. Names of Nation s, Provinces, 6fc. Nouns. Adjectives. Africa, Africa. African, Africano. Algiers, Argel Algerine, Argelino. America, America. American, Americano. Arabia, Arabia. Arabian, Arabe, arabigo. Andalusia, Andalucia. Andalusian, Andaluz. Asia, Asia. Asiatic, Asiatico. Austria, Austria. Austrian, Austriaco. Asturias, Asturias. Asturian, Asiuriano. Barbary, Berber (a. Berberisk, Berberisco. Bavaria, Baviera. Bavarian, Bdvaro. Biscay, Vizcaya. Biscayan, Vizcaino. Bohemia, Bohemia. Bohemian, Bohemo. Bolivia, Bolivia. Bolivian, Boliviano. Brazil, Brasil. Brazilian, B>asileno. Great Britain, Gran Bretana. British, Britanico. Brittany, Bretana. Briton, Breton. Burgundy, Borgona. Burgundian, Borgones. Catalonia, Cataluna. Catalonian , Catalan. China, China. Chinese, Chino. Castile, Castilla. Castilian, Castellano. Cantabria, Cantabria. Cantabriai , Cdntabro. Chili, Chile. Chilian, Chileno. Colombia, Colombia. Colombian , Colombiano. Cordova, C6rdoba. Cordovese, Cordobes. Corsica, C6rcega. Corsican, Cor so. Dauphiny, Ddfinado. Dauphin, Delfino. Denmark, Dinamarca. Dane, Dinamarques. Egypt, Egipto. Egyptian, Egipcio. Estremadu ra, Estrcmadura, Estremadurian, Estremeno. 10 110 XA Europe, England, Finland, Flanders, France, Georgia, Galicia, Germany, Granada, Greenland, Greece, Guatemala, Holland, Hungary, Iceland, Ireland, Italy, Japan, Leon, Lombardy, Levant, Malta, Mexico, Murcia, Navarre, Naples, Netherlands, Palatinate, Persia, Peru, Piedmont, Poland, Portugal, Prussia, Porto Rico, Russia, Sardinia, Savoy, Saxony, Scotland, Sicily, Sweden, Switzerland, Spain, Tartary, Turkey, United States, UttES OF NATIONS, PROVINCES, &C. Europa. European Europeo. Inglaterra. English, Ingles. Finlanda. Finland er , Finlandes. Flandes. Flemish, Flamenco. Francia. French, Frances Jorgia. Georgian, Jorgiano. Galicia. Galician, Gallego. Alemania. German, Alcman. Granada. Granadine. Granadino. Groenland. Greenlander, Grocnla'udes. Grecia. Greek, Gri iego. Guatemala. Guatemal ean, Guatemalteco Holanda. Dutch, Holandes. Hungria. Hungarian, B& ngaro . Jslanda. Icelandic, Jslandes. Irlanda. Irish, Irlandes. Italia. Italian, Italiano. Japon. Japanese, J a pones. Leon. Leonese, Leones. Lombardia. Lombard, Lombardo. Levante. Levantine Levantino. Malta. Maltese, Makes. Mejico. Mexican, Mcjicano. Murcia. Murcian, Murciano. Navarra. Navarrese , Navarro. Ndpoles. Neapolitar , Napolitano. Paises bajos. Dutch, Holandes. Palatinado. Palatine, Palatino. Persia. Persian, Persa. Peru. Peruvian, Peruano. Piamonte, Piedmontese, Piamontes. Polonia. Pole, Polaco. Portugal. Portuguese , Portugues. Prusia. Prussian, Prusiano. Puerto Rico. Porto Rican, Puerto- Riqucno Rusia. Russian, Ruso. Cerdena. Sardinian, Sardo. Savoya. Savoyard, Savoyardo. Sajonia. Saxon, Sajon. Escocia. Scotch, Escoces. Sicilia. Sicilian, Siciliano. Suecia. Swede, Sueco. Suiza. Swiss, Sicizo. Espana. Spanish, Espanol. Tartaria. Tartar, Tar tar o. Turquia. Turk, Turco. Est ados Unidos. American, Americano. CHRISTIAN NAMES MOST USED. Ill Valencia, Valencia. Valencian, Valenciano. Venezuela, Venezuela. Venezuelian, Venezolano. Zealand, Celanda. Zealander, Celandes. West Indies, Indias Occidentals, or Antillas. Christian Names most used. Albert. Alberto, Fulgence, Fulgencio. Alexander. Alejandro, Gaetan, Cayetano. Alexis. Alejo, George, Jorge. Alphonso. Alfonso, Godfrey, Godefredo. Ambrose. Ambrosio, Gregory, « Gregorio. Andrew. Andres, Grace, Gracia. Ann. Ana, Helen, Elena. Antony. Antonio, Henry, Enrique. Athanasius. Atanasio, Hugh, Hugo. Augustin. Agustin, Hyacinthus, Jacinto. Augustus. Augusto, Ignatius, Ignacio. Bartholomew Bartolom6, Isabel, Isabel. Basil. Basilio, Isidorus, Isidoro. Baptist. Bautista, i Jaime, Jacobo Benedict. Benito, James, < Diego, San- Bernard. Bernardo, I tiago. Blaise. Bias, Janarius, Genaro. Boniface. Bonifacio, Jeremy, Jcremias. Camillus. Camilo, Jonathan, Jonatas. Candid. Cdndido, John, Juan. Casimir. Casimiro, Jane, Juana. Catherine, Catalina, Jerome, JerSnimo. Charles*. Cdrlos, Joachim, Joaquin. Charlotte. Carlota, Joseph, Jos 6. Christopher. Cristobal, Josephine, Josefina. Clement. Clemente, Joshua, Josue. Cornelius. Cornelio, Julius, Julio. Dyonisius. Dionisio, Lawrence, Lorenzo. Dominico. Domingo, Lazarus, Ldzaro. Dorothy. Dorolea, Leander, Leandro. Edward. Eduardo, Lucy, Lucia. Elisha. Eliseo, Luke, Lucas. Eugene. Eugenio, Lewis, Luis. Eusebius. Eusebio, Mark, Marco. Eustach. Eustaquio, Marcellus, Marcelo. Eleonor. Leonor, Margaret, Margarita. Faustus. Fausto, Mary & Maria, Maria. Ferdinand. Fernando, Matthew, Mateo. Florent. Florencio, Maurice, Mauricio. Francis. Francisco, Michael, Miguel. Frederic, Federico. Moses, Moises. 112 CHRISTIAN NAMES MOST USED. Narcissus, Narciso. Roger, Rogerio. Nathan, Natan. Sarah, Sara. Nicasius, Nicasio, Sophia, Sofia. Oliver, Oliverio. Susan, Susana. Patrick, Patricia. Stephen, Est 6b an. Paul, Pablo. Sixtus-, Sesto. Philip, Felipe. Thaddeus, Tadeo. Peter,. Pedro. Theodore, Teodoro. Pius. Pio. Theresa, Teresa. Rachael, Raquel. Thomas, Tomas. Raphael, Rafael. Theophilus, TedfUo. Raymond , Raimundo. Timothy, Timoteo. Remy, Remigio. Victoria, Victoria. Reynold, Reinaldo. Victorianus, Victoriano. Roch, Roque. Vincent, Vicente. Richard, Ricardo. William, Guillermo. Robert, Roberto. Walter, Gualtero. EXERCISES Use o/don and senor. Mr. John Lopez is an excellent man (sugeto) ; his lady, Mrs. Jane Lopez, is an excellent lady ; and their daughter, Miss Jane Lopez, is a very amiable young lady [Gram. No. 281);. but their eldest {mayor) son, Master John Lopez, is a very impertinent boy. Mr. Lopez (Gram. Nos. 315,317) and Mrs. Allen went to see Mr. White {Gram. Nos. 201, 21 9), but they did not find him at home {Gram. Nos. 142, 143, 220). I wrote to Messrs. Curtis. Mr. Butler (Gram. No. 321) have you seen ( Gram. No. 248) Miss Lopez ? — Yes, Sir, I saw her last night {anoche) at Mrs. Allen's {or at the house of Mrs. Allen, Gram. No. 282). This morn- ing there were {Gram. No. 133 %) many young ladies in Broadway. Ladies, Mr. Cowl and his lady are {Gram, No. 331) in the parlour. Madam, I am {Gram. No. 329) ready. Gentlemen, dinner {la comida) is ready. Mrs. Costa, Mrs. Cordoba and many other Spanish ladies (Gram. No. 281) went to visit Mrs. Hohon. Miss Jane, where is your brother? (Gram. No. 248). — He went out (Gram. No. 229) with Miss Sanchez. About questioning and answering. Have you seen Miss Tibbs ? —-Yes, Sir. Did you speak to her % —Yes, Sir. What did she say? — Nothing. 10* It4 EXERCISES. — ABOUT HEALTH. I was {Gram. No. 331) this morning at Mrs. Moore's, and whom {Gram. No. 259) do you think {Gram. No. 162, note) I saw there? I do not know ; did you see Miss Fanny ? — No, I saw Miss Pio. You have studied your lesson, have you not ? — I did not say so (7o), did I ? You should go now to see Miss Bott, should you not ? . . . Do you not understand what {Gram. No. 80) 1 say? —No Sir, I do not. Are you angry with me? {Gram. No. 246). — Yes, I am. Shall you take this glass of water ? — No Madam, I shall not. Will (*) you go to the post-office? — Yes, I will. Shall you go to the post-office ? —Yes, I shall. About health. How does your brother do ? — He is sick {Gram. No. 329) ; but I hope that he will soon be well {bueno). And how is your daughter ? — She has been very ill, but now she is much better {Gram. No. 195). Do you know how Miss Abbott is to-day ? — She is worse. And your lady, how is she ? ( Gram. No. 143.) — She was a little indisposed, but to-day she feels (se siente) well. When she had the headache, I had the toothache. (*) When the verb to will is not used as an auxiliary verb it is rendered in Spanish by querer {Gram. No. 142). EXERCISES. ABOUT AGE, TIME OF THE DAY, &. 115 About age. How old is your sister ? — She is fifteen years old. How old was she when she came to this country ? — She was twelve years old, How old are you ? — Never ask me how old I am. Why? — Because I am (soy) very old (viejo). About the time of the day. At four o'clock precisely I shall go to see you. — I shall await you until five minutes past four, be- cause, at a quarter past four, I must be (Gram. Nos. 342, 331) at Mrs. Bett's; but at half-past four I shall be again in my room, where I shall stay until a quarter to five. What o'clock (que hora) is it now 1 — It is nearly half-past three. Well, in less than ( # ) half an (f) hour I shall be in your room. About the weather. This winter the weather has been very raw. I hope that to-morrow we shall have fair (buen) weather. It is very unpleasant now. The weather begins to be de- lightful, it is (no es) neither (ni) too warm nor (ni) too cold. Yesterday the weather was very moderate (tern, plado). The mornings and evenings are very cold. I am afraid (Me temo) that we shall have a severe (ri. guroso) winter. (*) Than, when used before a numeral, is rendered by de. (t) The English article a or an is not rendered in Spanish, when used either before or after (medio). 116 exercises: EXPRESSIONS of politeness. Expressions of politeness and salutations. Good morning, Sir. — Good morning, Madam. How have you been % — Very well, I thank you. How is your lady 2 — She is somewhat indisposed. What is the matter with her ? (i que tiene ?) — She has a bad cold (resfriado). I am sorry for it (Lo siento) ; and the children, how are they ?- — All well, I thank you. Is your mother at home? {Gram. No. 220.) No, Sir ; she went out this very (mismo) moment. Do you wish to see her 1 — Yes, Madam ; because, this afternoon, I shall go to Boston. Indeed ! (/ De veras !) and how long do you think you will stay (estarse) there ? — Only about [unos) three days. Shall you go to see Miss Davis ? — It is very likely (probable) that I shall (See page 100 and Gram. Nos. 150 to 157.) If you see her, please to give her my compliments. — I will do it with much pleasure. Why do you get up % (*) — Because I must (tengo que) go (f ). So soon ? — It is already four o'clock, and at five I must be at the steam-boat (vapor). My mother will be very sorry (%) not to have seen you. — I should bo very happy (§) to see her ; but, to-day, I must deprive myself of this pleasure. Good bye. Pleasant journey to you. — Thank you. (*) To get n.p— Utantarse {Gram. Nos. 229, .250). (t) When the place where we go is not expressed, the verb ir requires the reciprocal pronoun. CP To be sorry — sentir. (§) To be happy— alegrarse. EXERCISES. — TO WRITE A LETTER. 117 To write a letter. John Smith, Esq. Havana. New York, June 19th, 1843. My dear Sir : I take (Me tomo) the liberty of recommending to you Mr. James Curtis, the bearer (Gram. No. 320) of this letter (de la presente. Gram. Nos. 303, 304) and (Gram. No. 261) an intimate friend of mine (Gram. No. 238), who intends (se propone) to stay some months in your (esa. Gram. No. 71 *) city, with the object of learning the Spanish language. Whatever kindness (fineza) you may think proper (vd. tenga a Men) to bestow on him (dispensarle) will exceedingly oblige (se lo estimard muchisimo) Your obedt. Servt., George King, Monday, July 2oth, 1843, Dear Madam : Wishing to have the pleasure of seeing you, I hope you will have the kindness (bondad) to (de) tell me where I shall be able (podre) to meet you to-morrow, at six o'clock in (de) the afternoon. Truly yours, Caroline Hull. SECTION THIRD. PHRASES AND WORDS WHICH FREQUENTLY OCCUR IN COMMON CONVERSATION. AL LEVANTARSE DE LA CAMA. Frasquito, estd usted aun en cama ? Duerme usted ? D e spier te. Es usted muy dormilon. No estd aun despierto ? Levdniese pronto. Es hora ya de levantarse ? Sin duda lo es. Luego dardn las siete. Que verguenza estar a estas horas en cama ! Me recogi anoche muy tarde. VeU liasta media noche. No he podido levantarme mas pronto. Como ha pasado usted la noche 1 No he dormido bien. En toda la noche no he ce- rrado los ojos. Usted se acuesta demasia do tarde. WHEN RISING FROM BED. Frank, are you in bed still. Do you sleep ? Awake. You are a great sleeper. Are you not avake yet ? Rise soon. Is it already time to rise? It is so undoubtedly. Seven o'clock will present- ly strike. What a shame to be at this hour in bed ! I retired very late last night. I sat up till midnight. I have not been able to rise sooner. How have you passed the night ? I have not slept well. I have not closed my eyes in the whole night. You fifo to bed to late. WHEN RISING FROM BED. 119 Vamos, despaclie usted. Porque no se da listed prisa ? Cuidado. Se caerd usted. Por poco se cae. Acerquese a la Jumbre. Abriguese Men. Se resfriara usted. Vista se hie go. Pdinese. Pongase las medias, Cdlcese los zapatos. Ldvese las manos, la boca y la cava. Limpiese los dientes. Pongase la bata. Aytideme usted. Acabo usted ya ? Aim no. Que pesado es usted ! Tenga unpoco depaciencia. Place media hora -que Tian tocado la campanula. Vamos, pues, ya estoy listo. < Alcoha, alcove. coma, bed. armazon de cama, bedstead. almohada, pillow. funda de almohada, pillow-case. sdbanas, sheets. cobertor, counterpane. colcha, quilt. manta, blanket. colchon, mattress. colchon deplumas, feather-bed jergon, straw-bed. Come, make haste. Why do you not make haste % Take care. You will fall. You come near falling. Draw near the fire. Clothe yourself warm. You will catch cold. Dress yourself directly. Comb your hair. Put on your stockings. Put on your shoes. Wash your hands, your mouth and your face. Clean your teeth. Put on your morning gown. Help me. Have you already done ? Not yet. How tedious your are 1 Have a little patience. It is half an hour since the bell rung. Let us go, then, I am rea- dy now. lavamanos, washing-stand jarro, aljqfaina, toalla, pitcher. basin. towel. j abort, soap. navaja, razor. tijeras. scissors. espejo, peine, peinador, chinelas, looking-glass, comb. combing cloth slippers. bata, morning-gown 120 TO BREAKFAST. DEL ALMUERZO. Buenos diets, sehores. Buenos dias, caballero. Que quiere usted para al- morzar ? Lo que usted guste. Quiere usted pan con man- teca, molletes calientes, leche, chocolate ? Gracias, no soy aficionado al chocolate. Pues digame usted Jo que mas le gusla. Quiere tomar cafi ? Con tal que no le cause a usted demasiada molcs- tia. Muchacho, trae la cafetera y ponla alfuego. El cafi estd en la mesa. Quiere usted tostadas 6 pan ? Suphco a usted que haga como si estuviese en su propia casa. Le aseguro que no hago cumplimientos. Permitame que le de un poco de jamon. Con mucho gusto. Pruebe este U que lo ha- llard delicioso. Lo encuentro algo fuerte. Que tiempo hace esta ma- hana ? Hace un tiempo hermoso. Piensa usted quita ? salir* Pa- TO BREAKFAST. Good morning, gentlemen. Good morning, Sir. What will you have for breakfast ? Whatever you please. Will you have bread and butter, hot rolls, milk, chocolate ? I thank you. I am not fond of chocolate. Then tell me what you like best. Will you have some coffee? Provided it don't give you too much trouble. Boy, bring the coffee-pot and set it on the fire. The coffee is on the table. Will you have toast or bread 1 Pray make yourself at home. I assure you I make no compliments. Allow me to give you some ham. With pleasure. Try this tea, you will find it delicious. I think it is rather strong. How is the weather this morning? It is very fine weather. Do you intend to go out, Miss Fanny ? TO BREAKFAST. 121 teago que hicer al- Yes : I have to make some is visitas. Me permtte listed que la ocompahe 1 Ij.o iengo inconv entente. Me voy d vestir y vuelvo en u n instante. Af»/g( Hen, a qui me encon- trara usted. calls. May I have the pleasure to accompany you ? I have no objection. I go to dress and will re- turn presently. Yery well, you will find me here. Ton. Bread, i an bianco, wh i t s bread pan bazo, brown bread pan de centeno, rye bread. pan casero, home-made bread. van fresco fresh bread. pan duro, igaja, orteza, o.za, tl'itillo, vr.hara, t >.-:Mllo, < iipdor. stale bread, crumb. cru-t. cup. saucer. spoon. knife. fork. huevos, eggs. huevos duros, hard eggs. huevos blandos, soft eggs. huevos frescos, fresh eggs- huevos estreliados, fried eggs. huevos cocidos. boiled eggs tortilla, jamon, picadillo, azucar, azucarero, tetera, cafetera, chocolatera, omelet. ham. hash. sugar, sugar-pj- tea-pot, coffee-pot. chocolate-pot. T>KL VESTIRSE. has ocho . . . El barber o. Las nueve . . . El peluquero. I as diez . . . El sastre. LCI sastre no viene. Maldilo sastre ! Las once . . . Aqui estd. Sehor maestro, trae vd. vestido ? ^ sailor ; a qui estd. 11 OF DRESSING 0NE.-FLF. Eight o'clock . . . The barber. Nine o'clock . . . The hair dresser. Ten o'clock . . . The tailor. The tailor does not come Confounded tailor ! Eleven o'clock . . . Here he is. Master, do you bring- my suit of clothes ? Yes Sir : here it is. 122 OF DRESSING ONESELF. Le estaba aguardando ; pruebemelo. Quiere-vd. probarse la ca- saca ? Veamos si estd Men hecha, Creo que le gustard a vd. Me parece muy larga, Ya no se llevan tan cortas como antes, Se usan largas ahora, Abot6ne?ne vd. Me a'yasla demasiado, Es preciso que ajuste Men, Este vestido le coje muy Men el talle, No son las manga s dema- siado largas y anchas ? No senor, van muy Men. Los pantalones son dema- siado angostos y cortos, Es la moda, De'me el chaleco, Le va muy Men este vesti- do, Me comprd vd. las ligas como le d>je ? Si sehor, aqux estdn, Estas medias no se avienen con los pantalones, Muchacho i ha venido el zapatero ? No Senor, no ha venido, Corre pues a su casa y di- - le que me traiga mis za- paios, Aqui estd le encontre en el camino. Son cstos mis zapatos ? I was waiting for you ; try it on me. Will you try the coat? Let us see if it is well made. I believe it will please you It seems to me very long. They do not wear them now so short as formerly. They wear them long now, Button me. It is too tight. It ought to fit very close. This fits your shape very well. Are not the sleeves too long and too wide % No Sir, they fit very well. The pantaloons are too narrow and short. It is the fashion. Give me the vest. This suit becomes you very well . Did you buy me the gar- ters as I told you ? Yes Sir, here they are. These stockings do not match the pantaloons. Boy, has the shoemaker come % No Sir, he has not come. Run then to his house, and bid him bring my shoes. Here he is, I met him on his way. Are these my shoes % OF DRESSING ONESELF. 123 Si sehor, Estan muy ajustados, Se ensancharan llevdndo- los, Lo dudo, Muchachoy trdeme un pa- huelo, Vete a ver si Doha Pa- quita esta en la sala, Si sthor, que esta, Senorita, vd. perdone que la haya hecho aguardar tanto, Sobra tiempo, No son las doce todavia, Sehor, la oerlina esta a la puerta, A donie iremos primer o 1 A casa de Pepita, Calle Cuarta, numero . . , Yes Sir. They are very tight. They will stretch by wear- ing them. I doubt it. Boy, bring me a handker- chief. Go and see if Miss Fanny is in the parlour. Yes Sir, she is there. V Miss Fanny, pardon me if I have kept you await- ing so long. We have plenty of time. It is not quite twelve. Sir, the chaise is at the door. Where shall we go first ? To Miss Pepita's, Fourth Street^ Number . . . Sombrero, hat. sombrero, bonnet. camisa, shirt. camisa, chemise. cuello, collar. collar, necklace. ■pecker a, bosom. zarcillos, ear-rings. vuelos, raffles. tocado, hair dress. vueltas de encaje, lace ruffles. rizos, curls. mangas, sleeves. brazaletes, bracelets. puna, wristband. aderezo de dia- ?a eet of dia- 5 monds. catzoncillos, drawers. mantes. pantalones, pantaloons. cotilla, stays. tirantes, suspenders. zagalejo, under petticoat. corbata, cravat. endguas, white upper petticoat. corbatin, stock. say a, skirt. chaleco, vest. basquina, black petticoat. casaca or frac dress coat. guardapies } silk petticoat. levita, frock coat. palatina, tippet. sobretodo, overcoat. jubon, spencer. capa, cloak. corpino, bodice. capote. great coat. mantilla, mantilla. medias, stocking. chat, shawl. ligas, garters. capotiUo, mantle. 124 OF DRESSING OMKp&Uf: botas, boots. delantal, apron. zapatos, shoes. tocador. toilet. escar pines, pumps. ramillete, bouquet. botines, gaiters. guirnalda, wreath. trabillas, straps. costurera, seamstress. zapatos de goma \ india rubber modista , dress-make eldstica, S shoes. chapines, clogs. paragtms, baston, umbrella. ckanclos, pattens. cane. sombrilla, shade. anteojos, spectacles. abanico, fan. guantes, gloves. mangitito, intiff. cartera, pocket-book, agujas, needle*. tapicero, pencil case. alfitertSr pins. tarjeta, card. acerico. pincushion. cepillo, brush. tijeras, scissors. escobilla, clothes broom. dedal, thimble. DE UNA VISITA. OF A VISIT. Quien llama a la puerta ? Who knock 5 at the doo Quien estd ahi ? Abra vd. la puerta. Estd dona Pepita en casa? No s£ ; ire a preguntarlo. < Pasen vds. adelante. Aqui estd su hermano. Buenos dias, senorita. Felices*, amigo. Cuanto me alegro de ver Pasen vds. a la sala. Sientense vds. C ' o?no estd vd. Frasquita 1 Buena ) para servir a vd. Yd vd., amigo, como le va? < Bien, como siempre. Me alesro mucho. Dias, is understood. )' - Who is there ? Open the door. Is miss Pepita at home 1 I don't know ; I shall £o to inquire. Walk in. Here is her brother. Good morning, miss. Good morning, my friend. How glad I am to see yo-.i ! Walk in the parlour. Sit down. How do you do Fanny ? Very well, I thank yo li And how is it with you, my friend. Very well, as usual I am very glad of it OF A VISIT, 125 Como estd su senora her- mana ? . No tiene novedad. Hela aqui que viene. Sehorita a los pies de vd. Beso a vd. la memo, caba- Hero. Como se halla vd. amiga ? As i, as l, No he podido dormir en toda la i,oche. A mi me ha sucedido lo mismo. Eslo es efecto del color. Que noticias tenemos ? No se ninguna. Ha leido vd. los periodicos? Si seTior, prro no traen.na.-_ da de particular. Fue vd. anoche al teatro ? No fui porque llovia. Es vd. aficionada a la mu- sica ? Muchisimo. Toca vd. el pia?io f No sehor. Canta vd. ? Un poco. Que lastima que no tenga- mos opera ! Si senor, es mucha lastima. Que ! se van vds. ya 1 11* How is your sister % She is very well. Here she is coming-. Good morning, miss. Good morning, Sir. How do you find yourself. my friend ? So so. I have not been able to sleep the whole night. The same has happened to me. That is the effect of the heat. What are the news % I know of none. Have you read the news- papers % Yes Sir, but there is noth- ing particular in them. Did you go to the theatre last night. I did not go because it was raining. Are you fond of music ? Very much. Can you play on the piano? No sir. Do you sing? A little. What a pity that we have no opera ! Yes sir, it is a great pity. What ! are you going al- ready? 126 OF A VISIT. Es tamos de jn'isa. Me temo que llueva. Son las dos y media y co- memos. a las tres.. No importa comerdn con ?wsotros. De veras, no podemos. Tengo mucho que haccr. No pueden vds. esperar un poco ? Imposihle ; un caballcro ' nos aguarda a la puerta. Nos volveremos a ver. Vuelvan vds. pronto. No se hagan vds. tan ex- tranos. Vengan a menudo. Ahora toca a vds. el visi- tamos. Lo liaremos con mucho gusto. Muchas memorias a su se- nor a tia. Pongame vd. a Jos pie's de su sen or a. Muchas expresiones a Jua- nit'A. Quedard vd. servida. TTn beso a Carlitos. No faltare. Estimo mucho esta visita. Beso a vd. la mano. A los pie's de vd. Vaya vd. con Dios. Pas do vd. hi en. We are in a hurry. I am afraid it will ran*. It is half past two and we dine at three. No matter, you will with us. Indeed, we cannot. I have a great deal ' Can't you wait a little ' Impossible; a gentle iai is waiting for us a' the door. We shall see you a^ Call again soon. Don't make yoursek ~ so much like stranger* Call often Now it is for you h: call on us. We shall do it wirt: sure. Remmember me to - ou aunt. Present my respects to you i lady. Many compliments tc Jin- ny. I will with pleasure Give a kiss to Char y. I will not fail. I thank you for this visit Your most obedient. Good morning, mis- Good bye. Farewell OF A VISIT. 12' muebles, canapS, softi, sillas, silla poltrona, silla de respaldo silla de meccrse, c6moda, alfombra, fuego, badil, guarda-fuego , repisa de la chimenea, soplador, fuellcs, tenazas, hurgon ho gar, furniture. couch. sofa. chairs. easy chair. ,arm chair. rocking chair. bureau. carpet. fire. fire-shovel.. fender. mantel-piece. blower. bellows. tongs. poker. earth. morillos, reja, biombo, estufa, treta, pair ana, bambolld ' trdpala, exito, chasco, cita, compromiso, disculpa, elegante, moda, cortedad, cor to de genio, desvergonzado, impoitunO) hum- bug-. andirons, grate, screen. stove, trick. hoax. va ; n boast babbler, success. disappointment appointment engagement, apology, fashionable, fashion, bashfulness. bashful, impudent, troublesome. DE LA COMIDA. Sehora, la comida esld pronta. Sr. Calton, quiere vd. dar el brazo a la senorita Maplesone 1 Con mucho gusto' Gracias. Sopa para la Sra. Maple- sone. Me permite vd. que le sirva de este pescado 1 Muy poco, si vd. gusta. Oh ! basta. Gracias. Muchacho, trae pan. Da de Leber al senor. Gusta vd. de esle cocido ? AT DINNER. j Dinner is ready, madam. Mr, Calton will you give your arm to Miss Maple- sone ? With pleasure. Thank you. j Soup for Mrs. Maplesone Shall I help you to some of this fish % If you please, very little. Oh! plenty. Thank you. Boy, bring some bread Give this gentleman some- thing to drink. Do you like some of this boiled meat ? 128 AT DINNER. Quiere vd. carncro, vaca 6 ternera ? Lo que vd. quiera. As ado, 6 cocido ? Para mi es todo uno. Corteme vd. un poco de vaca. Le dare a, vd. hrazuelo pierna de camera 1 Mas quiero un poco del lomo de ternera. Vd. no come. Per done vd., yo como bien. Quite ese plate y venga otro. Coma vd. algunos rdbanos para aguzar el apetito. Ahi tiene vd. zanahorias, ckirivias, nabos, y berzas. Hdgame vd. el favor de un poco de mor cilia. No es vd. muy comedor. Pero ami no ha bcbido vd. Destape esa botella. Deme vd. el tirabuzon. Probemos el vino. Sehora, brindopor la salud de vd. Se lo estimo mucho. Quite vd. todo esio de la mesa. Sirvan el s eg undo servicio. Sabe vd. trinchar 1 Trincho medianamente. Qniere vd. que le sirva de este capon, dc los polios, de estas perdices, 6 de esas gallinetas ? 1 Will you have mutton. beef, or veal? Just as you please. Roast, or boiled % It is all one to me. Cut me a little beef. Shall I help you to some of the shoulder, or leg of mutton ? i I would rather have a slice of the loin of veal. You eat nothing. Pardon me, I cat very well. Take away this dish, and bring another. Eat some radishes in order to sharpen the appetite. There are carrots, parsneps, turnips and cabbage. Please to let me have a little of the black pudding. You are a poor eater. But you have not drank yet. Uncork that bottle. Give me the corkscrew. Let us try the wine . Madam, I drink your health. I thank jou, sir. Take away all this from the table. Serve up the second course. Do you know how to carve? I carve pretty well. Shall I help you to some of this capon, of the chick- ens, of these partridges, or of those woodcocks ? AT DINNER. 129 Que prefiere vd., un alon 6 una pierna ? No lengo mas apetito. Vaya este plato al rede dor de la mesa. Ya ve vd senor, como nos , tratamos. Denos salsa. Tome vd. mostaza. Que le parece de esta len- gua de buey 1 Pruebe vd. el picadillo, 6 el guisado. Que ial le parece esta em- panada, de pichones ? Esta muy buena, y Men sa- zonada. A todos sirve vd., y se oh vida de si mismo. Pruebe vd. estas alcacho- fas. Tome un poco del estofado. Este es el mejor plato de la mesa. Aun no se le ha llegado. Voy pues a probar de d. Echemos un traguito de vino. Vaya enhora buena. Bebamos todos. Este vino es exquisito. Llene vd. su copa. Vengan los postres. Coma vd. de este manjar- blanco. Le gusta a vd. la tortilla. Vamos, un poquito de na- tillas. Which do you like best. the wing or the leg ? I have no more appetite. Let this dish go round the table. You see, sir, how we fare. Give the sauce here. Take some mustard. What do you think of this neat's tongue? Try some of the minced meat, or tbe fricassee. How do you like this pi- geon pie and well- It is very fine, seasoned. You help every body, but you forget yourself. Try these artichokes. Take a little of this stewed meat. This is the best dish at table. It has not been touched yet. I am going then to try it. Let us take a glass of wine. With all my heart. Let us drink all around. This is excellent wine. Fill your glass. Bring the desert. Eat a little of this blanc- mange. Do you like the omelet ? Come, take a little custard. 130 AT DINNER. Da un plato limpio al sehor. Tome vd. un pastelillo. Estos pastelillos son muy sabrosos. Solo estdn demasiado tos- tados. Esta pasta es muy lijera y bien hecha. Muchacho, un poco de vino. No eche vd. tanto. Ahora unpedacito de queso. Tome vd. dos 6 tres acei- tunas. Estas aceitunas son muy buenas. AM tiene vd. almendras, pasas, avr.llanas, y al- fdnsigos. Un pedacito de esa merme- lada. Tenemos manzanas, peras, duraznos, nisperos, mem- brillos, ciruelas, 6 hlgos. Que bellos postres ! Ha reun'tdo vd. las frutas mas exquisitas de la es~ tacion. Siento no tcngamos algo mejor. Caspila ! me olvida.ia del cafe. Venga el cafe. Vamos, una copita de licor tras del cafe. Quiere vd. fumar un ta baco ? Give a clean plate to th. gentleman. Take a little tart. These tarts are very sa- voury. They are only baked a little too much. The paste is very light and well made. Boy, a little wine. Don't pour out so much. Now a small bit of cheese. Take two or three olives. These olives are very fine. There are some almonds, raisins, filberts and pis- tachios. A small piece of that mar- malade. We have apples, pears, nec- tarines, medlars, quinces, plums, and figs. What a fine desert ! You have collected the most exquisite fruits of the season. I am sorry we have no- thing better. Mercy ! I was forgetting the coffee Bring the coffee. Come, a little glass of li- quor after the coffee. Will you smoke a segar ? AT DINNER. 131 Los tabacos sonmuyfuerles, derne vd. un cigarrillo. Trae candela. The segars are very strong, give me a paper segar. Bring some light. aparador, side-board. vinagrera, vinegar-cruet. mesa, table, vinagrcras, casters. manteles, table-cloth. escudilla, porringer. servilleta, napkin, copa, glass. plato, dish, vaso, tumbler. ensaladera, 'sal ad- dish; garrafa, decanter. salero, sa-lt-cellah toza, delf ware. pimentero, pepper-box, plata labrada, plate. frasquito para mostuza, > mustard-pot. servicio de porcdana, >set of china. aceitera, oil-cruet, soup. vasija para led te,milk-pot. sopa, costillas de > mutton-chops. potaje, | cocido, mess of por- < ridge, boiled meat. pierna de car- nero, > leg of mutton. asado, roast meat. pies de earner o , sheep's trotters cubierto, course. 'linones, kidneys. guisados, > high - seasonedcordero, meat. puerco, Jamb. pork. pajarillos, small birds. tocino, bacon. fricasS, fricasee. j anion, ham. alimento, food. salchicha, sausage. vaca, beef. pastel, pie. tajadas de vaca *beef-steak. gallina, fowl. ternera, veal. relleno, stuffing. menudo de ter- nera, > calfs pluck. caza, salsa, game. gravy. carnero, mutton, wing. pierna, leg. alon, queso, cheese. rabadilla, rump. manteca, butter. higadillo, liver. bizcochos, biscuits. sal, salt. dulces, sweetmeats. pimienta, pepper. bollos, bizcocho cakes. vinagre, vinegar. bunuelos, fritters. aceite, oil. fruta en almiba?\s\.ewed-£vu it. mostaza, mustard: pasteleria, pastry. pepinos, cucumbers; jalea, jelly. Asadas en parrillas 132 AT DINNER. setas, canela, clavo, nuez moscada, especias, salsa, postres, mushrooms. cinnamon. cloves. nutmeg. spices. sauce. dessert. grajea, golosinas. sugar plums, dainties. crema natillas. cream. lecfic, papilla, caldo, barquillos, milk. pap. broth, sweet-wafers. pescado de mar pescado de agua dulce, marisco, anchova, anguila, sollo, sdbalo, congrejo, longosta, arengue salado ostra, almeja, lamprea, alacha, bacalao, perca, trucha, boca, espmacas, ajos, espdrragos, remolacha, zanahorias, apio, berza, calabaza, berros, lechuga, nabo, cebollas, acedera, habas, judias, guisante, perejil, sea-fish. fresh-water- shell-fish, anchovy. eel. pike. shad. crab. lobster. salt-herring. oyster. muscle, lamprey. mackerel. codfish. perch. trout. mouth. aleta, fi n . fish €scanm ' scale. concha, shell. Icchc de pescado, milt. huevos de pes- } cado, F £ spawn. espinas, bones, carpa tenca, gobio, spin age. garlic. asparagus. beet. carrots. celery. cabbage. pumpkin. cresses. lettuce. turnip. onions. sorrel. beans. kidneybeans. pea. parsley. salmon, doradilla, Unguado, pescado de S greens. cauliflower. brocoli. mint. thyme. white beets. tomatoes. capsicums. artichoke. thistle. borrage. chervil. endive. succory. AT DINNER. 1 TJ patata, potaioe. Iiinojo, fennel. crialillas da I licrra, [ Irurlie. lupulos, nula, hops, rue. puerros, leeks. salvia, sage. verdoLaga, purslam. mejorana, svveetmaij drain sidmbrio, horseradish, flame nguillas, marigolds. ribanos, radishes. iiianzanilla, eamomille zizanas, tares. malvas, mallows. algarrubas, vetches. torongil, bahn. amdpolas, poppies; poleo, pe ,ay -royal. arroz ] fipe. yazbq cana, g jundsel. inatz, Indian wheat espliego, 1 tvender. garbauzos, Spanish peas legurnbiea, vegetables. kntejas. lentils, fruit. /rata, fxcsa. strawberry. fruta tcmprana , forward fruit frambuesa, rasberry. fruta tar din, late fruit. pina, pine-apple. ciruelas, plums. vtembrillo, quince. mclocoton, peach. ciruela pasa, prune. albarico'pie, apricot. pasas, raisins. m:iuz inu, apple. ahnendra, almond. pc.ra, pear. ascllana, hazel-nut. cercza, cherry. i'tmon. lemon. ■nncz,- nut. ddtil, date. casiana, chesnut. higo, hi?. grosdla, currant. mora, mul berry- narauja, orange. nispero, medlar. melon, melon. ace tuna, olive. sand in, water-melon zarzamora, bliv^b^rry. nvas, grapes. tw a espina t gooseberry. rachno de ucas ] bunch ofgra les. aguci, water. vino de Qportj, Port wine. <■: ■ rccza, - beer. vino agrio, sour wine. carvezafioja, small b:er. tc, tea. row. rum. it negro black tea. aguardiente, brand)'. ieveide, green tea. sidra, cider. chocolate. chocolate. po~nche, punch. cafg, coffee. vino, wine. cordial , cordial. vino nucvo, new wine. bebida, drinh. vino anejo } old wine. trago, draught. vino Unto, red wine. vaso lleno, bumper. vino bianco, white wine. almuerze, breakfast. vivo dc Jerez, Sherrv wine ' 12 . comida, dinner. 134 AT DINNER. vinode Madera, Madeira wine, gracias, vinode Borgona,Bnvs;nndy. eolation, vino de ChampanaCha.mpagne. cena } vino de Burdcos, claret. grace. collation. supper. DEL PASEO. Miichacho, Sehor, Mir a quien Ila?7ia, Es el^Sr. Postas, Bile que entre, Buenas tardes, Sr. Pos- tas, Buenas tardes, vecino. Gusta vd. venir con- mi go ? A donde ? A dar un paseo, Por donde ? Por la Bateria, Como estd el tiempo ? Hace una tarde hermosa, Iremos en coche ? Como vd. guste, Vamos a pie ; es mas salu- dable, Tiene vd. razon, Vamos, puesy No ande vd, tan aprisa, No puedo seguir a vd. Vamos por aqui, A mano derecha 1 Si) pero atravesemos pri- mero, Estoy sudando, Jamas tuve tanto color, Descansemos un rato, OF WALKING. Boy. Sir. See who knocks at the door. It is Mr. Postas. Tell him to walk in. Good afternoon, Mr, Pos- tas. Good afternoon, neighbour. Do you wish to come with me ? Where ? To take a walk. Which way? On the Battery. How is the weather ? It is a fine afternoon. Shall we go in a coach ? As you please. Let us go on foot; it is healthier. You are in the right. Let us go, then. Don't walk so fast. I cannot follow you. Let us go this way. On the right hand ? Yes ; but let us cross first. I am in a perspiration I never felt so warm. Let us rest a while. OF WALKING. 135 Quien es ese caballero ? Es un ingles, Le tuve por holandes, Tiene casa ? No, vive en lafonda de los Estados Unidos, Que edad tiene ? Creo que tiene veinte y cinco alios, No aparenta iantos, Es casado ? No sehor, es un solteron, Llama vd. solteron a unjo- ven de veinte y cinco ahos ? Vues Men, lldmele vd. sol- tero, Cuanto tiempo hace que le conoce vd, f Cerca de tres ahos, En donde le conocio vd.? Le conoci en Madrid, Es bien parecido, Viste muy bien, Descaria conocerle, Se lo presentare" a vd. si vd. me lo permite, Se lo agradecere a vd. mucho, Beso a vds. la mano ? caba- lleros, Servidor de vd., Schor Liga, Who is that gentleman ? He is an Englishman. I took him for a Dutchman. Does he keep house 1 No, he lives in the United Stit^s hotel How old is he ? He is five and twenty, I believe. He does not look so old. Is he married ? No, sir/ he is an old ba- chelor. Do you call a young man of twenty-five an old ba- chelor 1 Well then, call him a ba- chelor. How long is it since you know him ? Nearly three years. Where did you make his acquaintance 1 I got acquainted with him at Madrid. He is good looking. He dresses very welJ. I should like to make his acquaintance. I will introduce him to you, if you allow me. I will be very much obli- ged to you for it. Good afternoon, gentle- men. Your most obedient. Mr. Liga. 136 OF WALKING. Sehor Pastas, permitqme vd. que le presenie mi amigo el Sr. Liga. Celehro mucho tener la oca- sion de eonoccr a vcl., Vd. mcfavorecc mucho, Race mueJw tiempo queesid vd. en Nueva York ? Habra unos ocho meses, Como le prut La a vd. estk clima ? •Mvy lien liasia ahora, Se hace tarde, Mr, Posts s. allow me to in- troduce to you my friend Mr. Liga. I am very happy to make your acquaintance. You are very kind. Sir. How long- have you been in New- York ? About eight months. How does this climate agree with you ? Very weJ], so far. It begins to be late. ' Sera fiord de volver a It is about time to return casa, home. No va vcl. esta noche al Don't you go to the theatre ieatro 1 to-night 1 Que fund on dan ? What is the performance? Sc dice que represenian They say they perform a : na pieza nueva, new piece. Es come diet, trajedia 6 en- Is it a comedy, tragedy or Iremes ? farce ? No. es cpera No, it is an opera. Opera ! vamos pues, An opera ! let us go then. camiije, carrir.ge. mat a, bush. ooclte, coach. arbusto, shrub. hcrllna* chaise. ttlonqvc, pond. tiirlocho, cab. arroyo, brook. cochcdeulquda Yihnckney coach Lrvifi, giotio. trinco, sleigh. baveda, vault. cabedio, horse. pcho, dust. acera. side-walk. pantano, nrarch. fucnte, fountain; lodo, mud. suftidor, jet d'eau. portazgo, toll. cascada. waterfall. ■mojon, mile-stone. arbededa, grove. quinta, farm. prado, meadow.. casa de campo country-seat. paisijje } landscape. perspectiva, prospect. ccv.ador, vista, view. ghriefa, > arl. our. video . village. ' in so-ne parts of South America t! ley call, it quitrin or rotun'c. * In Madrid it i 3 called cache simon or Simon. OF THE THEATRE. 137 DEL TEATRO. Di a Carlos que apronle el coche. Ha c-mprado vd. los bilk' tes? No senor, pero los compra- remos a la puerta, Tomaremos un palco ? No, vale mas ir al patio, Torque' ? Porqu6 podemos ver y oir mejor alia que en los palcos, Hay muchisima gente, Estamos muy apretados, Nunca vi el teatro tan lie- no, Que tal le parece la sinfo- nia ? Me parece muy buena, Repare vd. aquella senori- ta que estd en el primer palco, Cual ? la del sombrero azul ? La misma, Pues que ? Que es lindisi?na, Y a vd. que le importa ? Nada absolutamente, Pero ya se levanta el telon, escucliemos, Que Men canta el tenor ! No tanto como se decia en los jperiddicos, 12* OF THE THEATRE. Tell Charles to get the coach ready. Have you bought the tic- kets? No Sir, but we shall buy them at the door. Shall we take a box ? ) No, it is better to go to the i pit. Why? Because we can see and hear better than in the boxes. There is a great crowl. We are very much crowded . I never saw the house so full. How do you like the over- ture ? I think it is very fine. f Observe that young lady C who is in the first box. Which one ? the one with a blue bonnet ? The same one. What then ? She is extremely pretty. And what is that to you ? Nothing at all. But the curtain rises al- ready, let us attend. ) How well does the tenor V sing! Not so well as it was said in the newspapers. OF THE THEATRE. Las escenas son muy boni- tas, El bajo ticne buena vox, pero es mal aclor, Que le parece a vd. la pieza 1 Me parece extelente y muy lien representada, La primera ticne mucho pariido, Per eso la aplaudcn tanto. No cree vd. que lo me- rezca ? No se, Acahose la pieza, Quiere vd. guedarse a tier la pantormmd? No, ya la he visto, y tofno es tarde liarcmos wcjor en irnos, The scenes are xcry fine. The bass has a good voice, but he is a poor actor. What do you think of the piece ? I think it is excellent and very well performed. The prima donna is quite a favorite with the public. For this reason she re- ceives so much applause. Don't you think she de- serves it ? I don't know. The piece is over. Will you stay to sec the pantomime 1 No, I have seen it already, and as it is late we had better go away. teatro, tablas, decora done*, basiidorcs, cdmara de co- < micas, i telon, orqucsta, patio, pulco. palcos pr'im'eros, pale os del;; do, gradas.galcria tragedia, comedia, sainetc, pantomima, dcscnlaa:, ensayar, operista. performance* manager. prompter. clown. clapping. hisses. public show. benefit. to hiss. to applaud. to draw up the curtain, to let down or fall tie curtain to rehearse. operis't. OF THE THEATRE. 139 criada, waiting-woman acta, act. compania de co- company of escena, scene. micos, players. primer galan, hero. cdmico, performer. ANTES DE ACGSTARSE. Pucs, SeTwr, estamos de acuerdo. Cor Herds. Me voi/, porque es tlempo de recogerse. Se recoge vd. muy tcm- prano ? For lo regular a las ctiez. Y a que hora se acuesia vd.? A eso de las once. Con que, mamma a los ocho en punto estare aqui sin falta. Muy lien, i Gusta vd. que Ic alunxbre ? Si, me hard vd. favor, por- que esta escalera esta, inuy oscura. Rendido cstoy de father sa- bido estos cineo pi&os ? I Gracias a Dios ! he ba- jado el ultimo cscalon. No se muhs'e vd. en ir mas adclmte. Abr'iguese vd. bien. Esta noche hace un frio korroroso. Es muyfdcil resfriarse. Quiere vd. mi capa ? Gracias, no hay necesidad. Estoy- a un paso dc aqu'u BEFORE GOING TO BED. Well, Sir, we are of bft« accord. Very well, Sir. I sro, bc-ca it is time to retire. Do you retire very early ? Generally- at ten o'clock. And what time do you go to bed ? About eleven o'clock. Well the n. to-morrow at eight o'clock precisely I shall be here without fail. Very Well. Shall I light you ill obli i es, you will oblige me. because this staircase is very dark. I am overcome in mount- ing these five stories Thank God ! I have des- cended tli 3 last step. Don't trouble yourself in going any farther. Clothe yourself well. It is dreadful cold this even- ing. It is very easy to take cold. Shall I give you my cloak'? Thank you, there is no Want of it. I live a few steps from here. 140 BEFORE GOING TO BED. Hasta manana. Que vd. lo pase bien. Paco, i ha hecho vd. la cama ? Si Sehor ; pero el cuarto esta muyfrio. Se apago elfuego. No le hace ; deme vd. un gorro de dormir. Ayudeme vd. a quitar la casaca. Pong a vd. toda mi ropa en orden, para que la halle manana. Me he de levantar al des- puntar del dia. Despierteme vd. manana temprano. Se acordara vd. de disper- tarme ? Si Senor, le despertare. Cuidado que nofalte vd. Deje?ne vd. dormir. Venga vd. luego a tomar la luz. LUvese vd. la vela. Vdyase vd. ahora a su cuarto. Buenas noches. Que vd. descanse. Until to-morrow. Good night to you. Frank, have you made the bed? Yes Sir ; but the room is very cold. The fire went out. No matter ; give me a night-cap. Help me to take off my coat. Place all my clothes in or- der, that I may find them to-morrow. I must rise at day-break. Awake me early to-mor- row. Will you remember to awake me ? Yes Sir, I shall awake you. Take care, do not neglect it. Let me go to sleep. Come presently to take away the light. Take away the candle. Go now to your chamber. Good night. I wish you a rest. good night's PART SECOND.. SPANISH GUI3E FOR COMMERCE. SECTION FIRST. A TALE ON A COMMERCIAL SUBJECT. Io Don Honorato Buenafe, rico comerciante cle una de nuestras primeras capitales, liabia llegadd a una cclad avanzada, disfrutando por su probidacl cle una reputacion honrosa, y en posesion do la innaensa fortuna que le habian proporcionado sus negocios mercantiles. Satis- fecha ya su noble ambicion do legar a su familia un buen nombre y un puesto distinguido en la sociedad, trato do dar grato reposo a su imaginacion en los iilti- mos aiios do su vida. y al efecto liquido sus negocios y dividiendo eh dos su casa-comercio, puso al frente de cada una do ellas auno de sus liijos, a quienes liabia de antemano educado convenientemente para la carrera a que pensaba destinarles. Ambos jovenps por fortuna rnanifestaban a ella la mayor inclinacion, ai paso que ayudados de los conoci- 142 LA BOLSA. mientos adquiridos, prometian aplicar a su giro toda aquella inteligencia que es necesaria. El caracter sin embargo de los dos disentia notablemente, y prometia imprimir a sus negociaciones respectivas un sello peculiar. Benigno (que asi se llamaba el mayor) se distinguia por su espiritu metodico y reflexivo ; pensaba mucho y obraba lentamcnte ; pero su constancia y regularidad le aseguraban hasta cierto punto un exito seguro aunque tardio. El cambio de frutos coloniales, el giro de letras, las anticipaciones a un precio moderado ; tales eran sus negocios favorites, y el tiempo un necesario elemen- to que combinaba en ellos con su interes y su inteligen- cia. La mas pequena comision, el negocio de menor cuantia, eran por el mirados con la misma atcncion, y con igual zelo que aquellos de primer orden. La exac- titud de sus libros de caja podia servir de modelo ; y el estilo de su correspondencia llevaba todo el sello de la honradez y de la formalidad. Con este sistema, si se quiere rutinario y apocado, es verdad que no duplico en poco tiempo su capital, ni ofusco con su brillo el nombre paterno; pero al cabo de cada ano resultaba de su balance un progreso cierto, al paso que su reputacion se aseguraba mas y mas. Para colmo de su felicidad habia escogido una esposa que le amaba tiernamente, y que participando en un todo de su buen juicio, cuidaba de dirigir noblemente aquella economia interior que los hombres solemos despreciar, y cuya falta viene a ser la lima que consume lentamente las mas solidas fortunes. LA BOLSA. 143 Enrique, el otro hermano menor, estaba dotado segun se dice en el mundo, de mas elevadas miras, de mas brillantes cualidades: Su educacion tambien habia sido distinta de la de su hermano ; este jamas habia salido de su pais, y acostumbrado toda su vida a aquel sistema uniforme y a aquellos mismos objetos, gozaba tranqui- lamente de ellos. Enrique por el contrario, habia via- jado mucho ; habia visitado las capitales extranjeras, y las mas famosas plazas mercantiles ; se preciaba de sabio economista, y como el decia gran financier -o ; te- nia una selecta libreria ; gustaba de habia r y disputar largamente, y obraba en todo con precipitacion, que el apellidaba valor y energia. Desde el instante en que a, vuelta de cien consejos saludables recibio la emancipacion paternal y se vio al frente de su casa, trato de disponerla en un todo diversa de la de su hermano, dandola aquel estilo que habia observado en varias extranjeras, y que el Jlamaba sabor europeo. Para ello dejo a su hermano los viejos mue- bles, los antiguos dependientes, los inmemoriales corres- ponsales de la casa ; y pareciendole una capital de provincia estrecho recinto a sus gigantescas disposicio- nes, se traslado a la corte, y se establecio en ella con toda la brillantez que le sugeria su exaltada imaginacion. Desdenando, como era de esperar, los negocios comu- nes, vio en las operaciones bursatiles el ancho campo adonde podria lucir los grandes recursos de su fantasia. Era precisamente la epoca en que recien establecida la Bolsa de Madrid se convertian a. ella todos los conatos de los grandes capitalistas, y cada dia Servian de objcto 144 LA EOLS^. a la conversacion general las inmensas fortunas realiza- das en breves horas por especuladores atreviclos. Enri- que, que habia sido testigo de iguales portcntos en otras capitales, y en cuya imaginacion estaba siempre fija la idea dc un RosckilJ. que contaba con grandcs conoci- mientos en el juego de fondos publicos, y que ademas podia emprenderle desde luego eon un mtdiano capital, no se descuido un punto en ello, y desde los principios sus numerosas y osadas operaciones llarnaron a su casa a todos los agentes de cambio. y su firma 6 endoso ffcr£ serial obligada en todos los creditos en circntacion. En vano su experimentado padre y su prudcnte hcrmano. temerosas de tanta fortuna, le exhortaban continuamen'e en sus cartas a la prudencia, describiendcle este ultimo con los mas vivos colores la felicidad que disfrutaba en su median ia. la tranquil Ltad de su imaginaciou, ' dulzuras de su vida domestica, el respeto y cariiio da sus amigos y convecinos. Enrique se contentaba con responderies el resultado de sus operaciones ; que su capital se hallaba cuadruplicado, y que al vencimiento de ciertos plazos esperaba realizar diez tantos mas. Y era asi en efecto la verdacl; lisonjeado por la per- fida fortuna, que, cual mujer coqueta, se complace en aturdir y sujetar con sus favores a aquel amante a quien cuenta luego sacrificar, se diria que una estrella favorable presidia a todas sus operaciones, a todos sus empenos. Los sucesos publicos que tanto irifkryeh en el alza 6 la baja de los fondos, parecia que se modelaban y d&senvolvian a medida de su necesidad y de su desco ;• si comnraba al contado. lue^o inmediatamente subia el LA BOLSA. 145 papel ; si vendia a plazo, bajaba de precio para que el pudiese cumplir con menos sacrificio. De este modo en poeos meses llego a realizar un capital inmenso, capital suficiente a satisfacer otra ambicion que no fuera la suya. Su lujo y sus necesidades crecian sin embargo en razon directa de su fortuna ; y deseoso de asociar a ella otra por lo menos correspondiente, contrajo matrimonio con una rica beredera y brillo por un momento con todo el esplendor que el habia imaginado en sus suefios orientales. Si va a decir la verdad, en este estado, al parecer tan dichoso, era el hombre menos feliz que puede ima- ginarse. Devorado constantemente de deseos superio- res a la realidad : entregado dia y noclie a combinacio- nes y calculos complicados : contando las horas que le acercaban a los terminos de sus contratos ; pendiente de la ruina 6 de la fortuna de sus co-negociantes ; acosado por la multitud de propuestas de nuevos empenos ; lanzado en los circulos politicos para calcular mas acertadamente los sucesos futuros : agitado, en fin, con el peso de mil compromises, de mil responsabilidades de que pendia continuamente su completa fortuna 6 su desgracia irreparable, su vida era una continuada fiebre, un perpetuo delirio, que ni el sueno podia interrumpir, ni el ruido de los festines alcanzaba a templar, j Mise- rable riqueza la que se compra a, costa de la vida, y miserable el mortal que no reconoce termino a su ambicion ! Pero cuando la prosperidad hubo llegado al suyo, 13 146 LA BOLSA. cuando la caprichosa fortuna dando la vuelta a su rue- da dijo a su protegido ; M Hasta aqui llegaras;" cuando todos los medios de su elevacion se corrvirtieron rapida- mente en agentes de caida, j como parar el torrente asolador de mil desgracias, causadas unas por impru- dencia, otras por misteriosa fatalidad ? Ni i como pintar el frenesi de un hombre que, mecido hasta alii por las apacibles olas, mira estrellarse su bajel a la entrada del puerto, y caer una a una todas las ilusiones de su fantasia ? La situacion de Enrique en tales momentos entra en el numero de aquellas inexplicables, y a que la pluma parece rehusarse. Baste decir que aquella brillante llama de su fortuna se apago aun mas rapidamente que fue encendida ; que llego un tiempo en que los calculos mas bien dirigidos le fallaron, que las operaciones mas sencillas se volvieron en contra suya. Ni sus inmensos bienes, ni los de su esposa, ni el poderoso auxilio de su hermano (de a quel hermano a quien el despreciaba por metodico y apocado) bastaron a hacer frente a sus res- ponsabilidades ; hasta que acosado por ellas, perseguido por sus acreedores, y conservando en su corazon un sentimiento de orgullo, desaparecio de su casa y de su pais, corriendo a ocultar su vergiienza al otro lado de los mares. De este modo paso aquel astro brillante ; de este modo se apago su fantastico resplandor. Sintieronlo sus acreedores y comensales ; sus amigos miraron su caida con indiferencia ; sus enemigos con alcgria ; los demas hombres se complacieron en ignorarla, y unos y LA B LSA. 147 otros continuaron por el mismo camino peligroso, como si tal no hubiese acontecido ; y si alguna vez la imagi- nacion les recordaba a su pes:ir la desgracia de Enrique, achacabanla a imprudencias y ligerezas de que todos se creian siempre dispensados. II. El reloj de la Puerta del Sol acaba de dar las doce .... i bora fatal que va a decidir la suerte de cien fa- milias, que va a lanzar a unas en la rniseria por crecer y aumentar la opulencia de las otras ! Hora que es preciso aprovechar, porque los minutes corren, y la ley previene que dentro de los sesenta que median de doce d una* se traten y cierren todos los negocios, todos los contratos de fondos publicos. . . . j due agitacion, que movimiento en todas las avenidas del templo de la for- tuna. . . . ! Ved al magnifico comerciante, a aquel que preside y gobierna a un centenar de dependientes, dejar entregados a estos sus libros y su correspondencia, y vestirse precipitado, y correr en la mayor agitacion, consultando el reloj cada minuto, y sin quererse detener con la multitud de importunos que vienen a saludarle. Observad al prosaico mercader, que fia la vara a su consocio, y marcha por medio de la calle registrando cuidadosamente su abultada cartera. Dejad paso al birlocbo del agente de cambios, a la carretela del poli- tico financiero, al inevitable paraguas del viejo presta- * En la actualidad es de una a dos, y el local de la Bolsa el claustro del ex-convento de San Martin. 148 LA BOLSA. mista, al agitado movimiento del baston del elegante jugador. Todos vienen a refluir a un mismo punto ; todos dirigen el rumbo a Filipinas, a las Filipinas de la calle de Carretas. . . . Entrad si podeis en aquel angustioso recinto. . . . alii nada se paga a la entrada ; \ lo que se paga es la salida. . . . ! Un elegante patio cerrado de cristales, y circundado por una galeria, sirve de escena a aquel interesante drama. . . . Varios atributos y pinturas simbolicas en la pared, y senclos tableros en los frentes con los articulos correspondientes de la ley, os hacen ver que ella auto- riza todas aquellas operaciones . . . ; repartidos en dis- tintos sitios los nombres de las plazas mercantiles, Ams- terdam, Genova, Lisboa, Londres, Napoles, Paris, Petersburgo y Viena, como que quieren dar a entender que tenemos comercio con ellas ; y cuatro estatuas co- losales, que representan la Espafia y la Paz, Mercurio y Neptuno, estan alii en buena compania y de toda etiqueta, como gentes que apenas se conocen entre si. En el centro del salon, y dentro de una elegante ba- randa circular, el anunciador oficial de los cambios recibe las notas de los agentes y las publica en alta y desapacible voz, y en derredor de la verja que cierra el estrado se agitan y agrupan los zelosos concurrentes con una prolongada oscilacion, con un monotono zum- bido, semejante al que suele formar un enjambre de abejas ; movimiento y ruido que cesan instantaneamente cada vez que la maquina parlante del estrado prorrumpe en esta expresion : LA BOLSA. 149 cc Se han hecho . . . dos millones de reales, en certifi- caciones sin interes . . . al cinco y tres octavos por ciento . . . a sesenta dias 6 voluntad del comprador . . ." Y vuelve inmediatamente el murmullo, y el remover- se en distintas direcciones, y el correr unos tras otros, y el hablarse al oid@, y el hacerse senas de inteligencia, y el rascarse la frente, y el ahuecarse el corbatin, y el abrir y cerrar carteras, y el humedecer con la lengua los lapiceros, y el alzar los ojos al cielo como para re- cibir inspiraciones, y el leer cartas, y el formar corrillos, y el adelantarse y volver atras, y el escrudifiar respec- tivamente los semblantes para adivinar en ellos por que lado se pueden sorprender. Los unos mas inespertos 6 mas arriesgados andan de aqui para alii proponiendo sus negociaciones ; los otros veteranos, permanecen inmoviles, escuchando con apa- rente frialdad las propuestas de los corredores ; cuales disputan sobre las probabilidades de alza y los lances de la guerra, y las elecciones, y los fondos extranjeros; cuales afectan desdenosamente ocuparse en hablar de los toros, de la opera, y de las grisetas de Paris. La mas agitada cxpresion brilla ^n la fisonomia de aquellos ; en estos la calma y la sonrisa burladora ; y no pocos, sim- plemente curiosos, revelan en su semblante una admira- cion esttipida, y abren un palmo de boca a cada ope- racion que oyen pregonar. Los agentes de numero, verdaderos impulsantes de aquella maquina, reinas de aquella colmena. corren de un lado a otro con una pro- digiosa actividad, se introducen en los grupos, dan pal- maditas en el hombro de aquel, llaman aparte a este, 13* 150 LA BOLSA. dicen dos palabras al oido del otro, 6 reciben con un movimiento de cabeza una senal del de mas alia. . . . — I Medio millon de cuartos al 20^, a sesenta dias ? — No. — i Prima de uno ? — Vaya. — j Dos millones al 5 al contado? — Los tomare si hayplazo. — ^Firma segura? — La de . . . . — (Aqui un fruncimiento de labios, y se separan sin hablarse mas.) — Senor agente, aqui tengo esos 200 mil reales del 5, — Pues ; todos a vender .... no puede ser, nadie toma nada, no se encuentra dinero . . . — Eh . . . — Alia voy. — Palabra : i puede usted proporcionarme un pico de 200 mil reales al 5 ? — Dificil sera . . . yo no se en que con- siste . . . hoy el papel esta muy buscado ; aguarde usted un momento. — Eh, caballerito, ^a como daba usted su papel ? — Al precio corriente, al 20. — Imposible. — Vaya al 19|. — i Acomoda al medio ? — Sea. — (Y la voz publica pregona:) Se han hecho un millon de reales titulos del 5 por ciento al 20^ al contado. — I Lo ve usted ? i no lo decia yo ? — Ya, pero esa es una operacion hecha a primera hora, y luego lo de usted es un pico y . . . — Mas volvamos la cabeza a ese otro corrillo riiidoso y agitado . . . Son politicos que impoliticamente disputan sobre los sucesos ptiblicos, y hablan de congresos y notas diplomatieas, y citan testigos y correos quo acaban de llegar ; y el mas condecorado dice con solemnidad que la Inglaterra acaba de pasar a cuchillo a los Dar- danelos, y que el Czar de Rusia ha mandado tapiar la Puerta Otomana ; y mil que le escuchan con los ojos espantados empiezan a temblar como azogados y se LA BOLSA. 151 apresuran a ofrecer su papel a menos precio, y el cam- bio baja, y el politico se da prisa a comprar, y luego vuelve a reiinir el corro, y les dice que no pasen cuidado, que ya el Gran Senor tiene preparadas para este caso las escalas de Levante, y Meternick ha improvisado un congreso en las islas del Polo ; con lo cual se restablece la calma y el precio vuelve a subir, y mi especulador geografo realiza su papel con beneficio. Esta agitacion va creciendo sucesivamente por mi- nutos, a medida que va acercandose la hora de conclu- sion, y ya en los ultimos momentos es inexplicable el movimiento, la indecision, el estado febril de la mayor parte de los concurrentes. Uno entre ellos, agitado por la ambicion, impulsado por la esperanza, duda, recapacita, vuelve, torna, mira el reloj, mira los semblantes, quisiera preguntar a las estatuas lo que debe hacer. . . j Miserable, detente ; la suerte de tu esposa y de tus hijos penden de esa tu reso- lucion. . . ! El vendedor le asedia, la hora se acerca, la campana fatal va a sonar. . . — I Con que toma usted 1 6 no esos dos millones ? — Hombre. . . — Pronto, que tengo ya comprador. — i Que hora es 1 — Mire usted, un minuto falta nada mas. — Pero. — Glue va a cerrarse, que da la hora. . . — Venga aca. — Enhorabuena. Se han hecho dos millones de reales, titulos del 5, al 21 for ciento, al contado. La una ; suena la campana ; el anunciador prosigue, . . . Concluye la negociacion de fondos publicos, y con- tinuan las demas operaciones comerciales. 152 LA BOLSA. No bien dice estas palabras toclos los concurrentes & apresuran a recoger sus bastones y paraguas y abando- nar aquel recinto. De alii a, pocos minutos todo queda en silencio, y el que por casualidad entrase despues, solo encontraria en el cinco figuras, a saber : la Espaiia, la Paz, Neptimo, Mer curio, y el anunciador del credito nacional. Madrid, Noviembre de 1837. El Curioso Parlante. SECTION SECOND. MERCANTILE LETTERS, Intended as examples to make the pupil acquainted with the Spanish idiomatic expressions which most frequently occur in comerce. 1.54 MERCANTILE LETTERS. CIRCULAR. Sr. Don Jos6 Sanchez, Habana. Nueva York 2 Mayo 1842. Muy Sehor nuestro : Habiendo fonnado una sociedad en esia capital bajo la razori ale Pe'rez y (X, tenemos el honor de ofrecernos a su disposicion para cuanto se sirva vd. confiar a nues- tro cuidado. Tin suficiente capital, un perfecto conocimiento de esta plaza, y la mas fir me volmitad de servir a nuestros ami' gos, son las garantias que ofrecernos para merecer la confianza de vd. Esperando no s favor ezca con sus or denes y suplicdn- dole se sirva tomar nota de nuestras respectivas firmas, quedamos S. S. S., Q. S. M. B. Perez y Ca. Juan Perez, firmara Diego Martinez, " EST ADO DE LA PLAZA. Sr. Don Jose* Sanchez, Habana. Nueva York 2 de Mayo 1842. Muy Sor. niro. : Confirmando la circular que ante- cede y lisonjedndonos de que podra. serle util una rela- tion del estado de nuestra plaza, nos tomamos la libertad de pasarle la siguiente. Desde que ha pasado la estacion de embarques, los negocios estdn algo paralizados y hay bastantes existen- cias de algunos articulos aunqu6 otros escasean. CIRCULAR. STATE OF THE MARKET. 155 CIRCULAR. Joseph Sanchez, Esq., Havana. New York May 2d, 1842. Dear Sir: Having entered into a copartnership under the firm of Perez and Co., ice beg leave to offer our services, for whatever you may be pleased to entrust to our care. A sufficient capital, a thorough knowledge of this market, and a decided will to oblige our friends, are the guarantees we offer to merit your confidence. Hoping that you will favour us with your orders, and requesting you to take notice of our respective sig- natures, we remain Your most obedt. servts. Perez and Co. John Perez will sign James Martinez " STATE OF THE MARKET. Joseph Sanchez, Esq., Havana. New York, 2d May, 1842. Sir : We confirm the above circular, and nattering ourselves that the advice of the state of our market may prove useful to you, we take the liberty to wait on you with the following. Since the close of the shipping season business is rather dull. The market is fully supplied with some articles, although some others are scarce. J 156 MERCANTILE LETTERS. Cafe. — Hay como sacos de Sto. Domingo. Se ha vendido una partida a . . . . para especulacion. , sacos de Java superior con muy poca deman- da. Este ultimo subird probablemente en cuanto se re- ciban or denes de Europa. Azucar quebrado. — La plaza est a demasiado abaste- cida y por Jo mismo esta a un precio muy bajo. Mieles. — Aunqui la plaza esta bastante pro vista y es- tdn ahora solo a . . . . no dudamos subirdn muy pronto porque sabemos hay muchas ordenes que no pudieron cumplirse la estacion pasada. Pimienta. — La existencia sera como sacos y no tiene mucha salida. Se ha vendido una partida pe- queha a Han llegado dos cargamentos en un solo dia lo que unido a la escasez de numerario ha he- cho que bajen de .... a cuyo precio es probable que se mantengan pues los vendedores estdn limitados. Cacao. — Estd muy abundante y si llega algun carga- mento como se espera se hara casi imposible su venta. Este es el estado actual de esta plaza. Para mayor inteligencia acompahamos precio corriente de esta fecha. S. S. S., Q. S. M. B., Perez y C«- ORDEN. Sres. Perez y O- Nueva York. Habana 2 de Julio 1842. Muy Sres. mios : Tengo a la vista su circular de 2 de Mayo ulto. y, animdndome los mismos deseos de vds. STATE OF THE MARKET. ORDER. I 57 Coffee. — There are on hand about bags St. Do- mingo, a parcel of which has been sold at .... on spe- culation. ..... bags superior Java, with very little demand. This last will probably rise as soon as orders are re- ceived from Europe. Brown Sugar. — We are overstocked, and therefore it stands at a very low rate. Molasses. — Although the market is well supplied and molasses are now only worth . . . ., we have no doubt they will soon rise, as we have advices there are many orders which could not be executed last season. Pepper. — The stock consists of about .... bags, and it meets with indifferent sale. A small lot has been disposed of at ... . Two cargoes have arrived in a single day, which, together with the scarcity of money, has produced a decline of . . . ., which latter price it is very probable will be maintained, as sellers are limited. Cocoa is very plentiful. Should there be an arrival, as expected, it will be almost unsaleable. Such is the state of our market. For your further information we annex a price current of this date. Your obedt. servts., Perez and Co. ORDER. Messrs. Perez and Co., New York. Havana, July 2d, 1842. Gentlemen : Your Circular of the 2d May last is at hand, and concurring in your wishes 14 158 MERCANTILE LETTERS. deformar enlre nuestras respectivas casas una conexion mutuamente ventajosa, les doy la siguiente drden cuyo cumplimiento dejo enteramente a su discretion. .... Barriles Harina a .... el barril, a lo sumo. .... Galones Aceite de Ballena a . . . . el galon, id. Les suplico que Jos barriles vengan bien acondiciona- dos y asegurados a todo ricsgo con un . . . . p © . (*) de aumento embarcdndo/os, si fuere posible, en buque espahol. Para el reemboho pueden vds. girar a mi cargo, d .... d./v. (f). Recomiendo a vds. la mayor diligencia, pues de ella dcpende el buen txito de esta especulacion, estando ahora esta plaza casi desprovista de aquellos articulos. Deseando toda prosperidad a su nueva casa, se ofrece a sus 6rdenes, S. S. S., Q.S.M.B., Jos€ Sanchez. CUMPLIMIENTO DE LA 6RDEN. Sr. Don Jose' Sanchez, Habana. Nueva York 20 de Agosto 1842. Muy Sr. nuestro: Hemos recibido su grata de 2 de Julio ul.to. con la drden que incluiapara harina y aceite de ballena, cuyos renglones hemos comprado y embarcado a su con- signation y de su cfr. (J) a bordo de lafragaia espahola (*) P ©• A contraction of por ciento. (t) d./v. A contraction of dias vista. (J) c./r. A contraction of de su cuenta y riesgo. ORDER. ORDER EXECUTED. 159 of forming between our respective houses a con- nexion profitable to both, I hand you the following order, the fulfilment of which I leave to your own judgment. .... Barrels Flour, at . . . . per bbl., at most. .... Gallons Whale Oil, at ... . per gal., do. I request that the barrels be shipped in good condi- tio?^ and insured against all risks, with . . . per cent, added ; and shipped, if possible, in a Spanish vessel. You may for the reimbursement draw on me at . . . days. I would recommend the most speedy dispatch, as the success of this speculation depends on it, our market being almost bare of those articles. Wishing every success to your new house, I remain, Truly yours, Joseph Sanchez. ORDER EXECUTED. Joseph Sanchez, Esq., Havana. New York, August 20th, 1842. Sir : We have received your favour of the 2d July last, with the order for Flour and Whale Oil, which we have purchased and shipped, consigned to you, for your account and risk, on board the Spanish ship 160 MERCANTILE LETTERS. Ctfiro ; Capitan Valdes, segun conocimiento y factum adjuntos. Hemos girado a su cargo yd... d./v. por su im- porte de $ . . . . como sigue : $ . . . . drden de Files ton y O- de esta plaza. $ • . . . „ Gutierrez y O- de Matdnzas. $ . . . . ,, D. Jose Lacaba de esa ciudad. $ . . . . cuyas libranzas se servira vd. honrar. Esperando que el precio y la calidad de estos efectos sean de su agrado de vd. y que lleguen en Men nos re. petimos S. S. S., §c. FACTTJRA. Factura de .... barriles harina y . . . . bar riles Aceite de Ballena que con la marca del margen hemos embarcado a bordo de Jafragata espahola Cef.ro, Capn. Valdes, a consignation y de cuenta y riesgo de Don Jos€ Sanchez de la Habana. A saber : J. S. ... barriles Harina d $ . . . $ ... " aceite de ballena, . . . galones . . . tara . . . neto a . . . $ GASTOS. Conduccion d bordo $ . . . Seguro $ . . . d . . . p § $ . . . Poliza Comision de seguro . . . p p ... ... $. . . . Comision . . . p § .... Valor de hoy $. . . . S. E. ti O. (*) Nueva York 20 Agosto 1842. Firtz y O- (*i Initials of salvo error £ omisien. ORDER EXECUTED. INVOICE-. 161 Cefiro, Valdes master, as per invoice and; bill of lading herewith. We have drawn on you at . . . days for the amount of invoice, say $...., as follows : $ . . . . order of Fileston and Co., of our place, $ . . . . order of Gutierrez and Co., of Matanzas. $ . . . . order of Joseph Lacaba, Esq., of your city. $ . . . ., which drafts you will please to honour. Hoping that the quality and price of the goods will meet with your approbation, and that they will reach you all safe, we remain Your most obedt., &c. INVOICE. Invoice of . . . bbls. of Flour, and . . . bbls. Whale Oil, marked as per margin, shipped on board the Spanish ship Cefiro, Valdes master, consigned to, and per account and risk of Joseph Sanchez, Esq., in Ha- vana : to wit, — JT. S. ... bbls. Flour, at $ . . . $ ... " Whale Oil, . . . galons, ... out . . . nett, at ... $ . . . . $7777 CHARGES. Cartage, $ . . . Insurance on $ . . at . . p §. $. . . Policy, Effecting insurance, at . . p Our commission, at . . p g. ~S E. and O. E. 111 New York, August 20th, 1342. 14* Perez and Co. • : 162 MERCANTILE LETTERS. CONOCIMIENTO. Bigo yo, Don Juan Valdes, Maestre de la fragata C(fire, que se halla anclada en este Puerto de Nueva York proxima a emprender viaje para el de la Habana, que he recibido a bordo, bajo par- tida de Registro y con la marca y Numeros del margen de los Sres. Pe'rez y O- J. S. .... Barriles Harina. .... „ Aceite de Ballena. de que me doy por entregado a mi entera satis- faction y en los mismos Urminos, Uegado a sal- vamento con dicho buque, me obligo a hacerlo en el citado Puerto, 6 en el que se diere por cum- plido mi Registro, a Don Jose' Sanchez quien verificada mi fiel enirega me ha de satisfacer por flete y conducion .... pesos con . . . p § de capa a cuyo debido cumplimiento obligo mi per- sona y bienes sehaladamente el expresado buque t Jletes, aparejos y lo mejor par ado de e'l segun practica y ley de Comercio, firmando ires de este tenor, cumplido el uno los demas no valgan. Nueva York y Agosto 20 de 1842. Juan Valdes. LIBRA.NZA. Nueva York 20 dc Agosto 1 842. Ira. por$ . . . A sesenta dias vista se servira vd. mandar pagar por esta mi primera de cambio {no habie'ndolo hecho por la segunda 6 tercera) a la 6rden de los Sres. Fileston y O. la cantidad de das mil pesos en moneda corriente, BILL OF LADING. BILL OF EXCHANGE. 163 BILL OF LADING. Shipped in good order and well conditioned, by Perez and Co., on board the ship called the Cefiro, whereof John Valdes is master, now lying in the port of New York, and bound for Havana, to say : J. S. .... barrels Flour. » Whale Oil. being marked and numbered as in the margin, and are to be delivered in the like order and condition, at the port of Havana, (the dangers of the seas only excepted,) unto Mr. John Sanchez, or to his assigns; he or they paying freight for the said goods . . . dollars, with . . . p §. primage and average accustomed. In witness whereof, the master or purser of the said vessel hath affirmed to three Bills of Lading, all of this tenor and date ; one of which being accom- plished, the others to stand void. Dated in New York, the 20th day of August, 1842. John Valdes. BILL OF EXCHANGE. New York, August 20th, 1842. 1st for $ ... . Sixty days after sight of this my first of exchange, (second and third unpaid,) please to pay to the order of Messrs. Fileston and Co., two thousand dollars, 164 MERCANTILE LETTERS. por valor recibido de dichos Sres. que sentara vd. en cuenta segun aviso de S. S. S. t Q. S.M.B. Perez y O Sr. D. Jos6 Sanchez, Habana. ENDOSO Pdguese a la 6rden de Don Juan Gonzalez valor en cuenta, Fileslon y C a > CONSIGNACION. Sres. Pe'rez y O- Nueva York. Habana 30 Seliembre 1842. Muy Sres. mios : Acuso el recibo de sufavorecida de 20 del p. pdo. confactura y conocimicnto de . . . barrilet karina y . . . barriles aceite de ballena importances . . . que les dejo abonados en cuenta. Aceptare' sus libranzas cuando me sean presentadat y se pagaran con toda puntualidad, a su vencimiento. Doy a vds. las mas expresivas gracias por su pronti- tud en la remision y buena condicion de los efectos, lot cuales han llegado sin la menor averia. Inclnyo factura y conocimiento de . . . . cajas az6- car blanca en panes de . . . libras cada uno y . . . sacos de cafe* los cuales procurardn vds. realizar i invertir su lfquido producto en Algodon en rama mitad superior y mitad ordinario que embarcardn vds. para Cadiz, asegu- rado a todo riesgo y a consignacion de mis amigos los S. S. Solariega y (X de aquel comercio. ENDORSEMENT. CONSIGNMENT. 165 for value received, and charge the same to account as per advice of Your obt. servts., Perez and Co. Joseph Sanchez, Esq., Havana. ENDORSEMENT. Pay to the order of John Gonzalez, Esq., value in account. Fileston and Co. CONSIGNMENT. Messrs. Perez and Co., New York. Havana, Sept. 30th. 1842. Gentlemen : I acknowledge receipt of your favour of the 20th ult., with invoice and bill of lading of . . . bbls. Flour, and . . . bbls. Whale Oil, amounting to $ ... ., which / have placed to your credit. I shall accept your bills when presented, and make punctual payment, when due. I most heartily thank you for your dispatch in this remittance, and for the good condition of the goods, which have arrived without the least damage. I enclose invoice and bill of lading of ... . boxes Sugar, in loaves of . . . lbs. each, and .... bags Coffee, which you will please to sell, and- invest the nett pro- ceeds on raw Cotton, half of superior and half of ordinary quality; shipping it to Cadiz, insured against all risks, to my friends Messrs. Solariega and Co., merchants of that place. 166 MERCANTILE LETTERS. El precio del Algodon deberd scr a . . . centavos la libra por termino medio. Sin mas queda a sus drdenes S. S. S., Q. a M. B. Jos6 Sanchez. REC1BO DE GENEROS. Don Jose* Sanchez, Habana. Nueva York 3 de Diciembre 1842. Muy Sr. ntro. : Obra en ntro. poder su estimada de 30 de Setiembre por la cual nos avisa haber recibido la Harina y Aceite de Ballena que remitimos por la fra- gata Cefiro. Por el bergantin Perry recibimos factura y conoci- miento de . . . cajas de Azucar en panes que hemos rea- lizado como vera por la adjunta cuenta de vent a habi en- dole abonado $ . . . . por su liquido producto que emplea* remos segun sus drdenes de vd. en Algodon el cual re- mitiremos a los Sres. Solariega y (X de Cadiz tan pronto como nos sea posible, no habiendolo hecho hasta ahora por estar dicho genero algo escaso. Se esperan dos cargamentos dentro pocos dias y como es probable que baje un tanto aguardaremos su llegada. Interin quedan a sus drdenes, S. S. S. t Q. S. M. B. Pe'rezy C a - CUENTA DE VENTA. Cuenta de venta de . . . cajas azucar blanca recibidas por el Bergantin Perry de cuenta de Bon Jose' Sanchez de la Habana. RECEPTION OF GOODS. 167 The price of the Cotton must be, on an average, . . . cents the lb. all round. Respectfully your obdt. servt., Joseph Sanchez. RECEPTION OF GOODS. Joseph Sanchez, Esq., Havana. New York, December 3, 1842. Sir : Your esteemed favor of the 30th September has reached us, by which we have advice of your having received the Flour and Whale Oil we forwarded by the ship Cefiro. By the brig Perry we received invoice and bill of lading for . . . boxes Loaf Sugar, which we have sold, as per annexed account sales, having credited you with the nett proceeds, $...., the same that Ave shall invest, as ordered, on Cotton, which we shall send to Messrs. Solariega and Co., of Cadiz, as soon as possible ; not having done it as yet, on account of the scarcity of that article. Two cargoes are expected in a few days, and, as it is probable that it will be somewhat lower, we shall wait for those arrivals. Meanwhile we remain, Your obedt. servts. Perez and Co. ACCOUNT SALES. Account sales of . . . boxes White Sugar, received per brig Perry, on account of Mr. Joseph Sanchez, of Ha- vana. 168 MERCANTILE LETTERS. J. S. ... cajas vendidas a 6 meses plazo ... „ a D. Juan Taylor . . . lbs. nelo a . . . por lb. ... „ d los Sres. Martinez y C a - . . . lbs. a . . . por lb. . . . „ „ Cobb y Adamson . . . lbs. a . . . por /&. GASTOS. Flete segun conocimiento Derechos de aduana sobre . ■ . . lbs. a por lb. Almacenaje por un mes Seguro defuego sobre $ . . . d ... P s Acarreo, trabajo de almacenar- las y entrega Tonelero Peso Corretaje sobre $. . . d ..•/?§ Cojnisiony garantia sobre $. . . d . . . p § 8 Producto liquido $ £. J?, w 0. Nueva York y Diciembre 3 de 1842. P Nett proceeds, E. and O. E. New York, December 3d, 1842 Perez and Co. ACCOUNT CURRENT REQUIRED. Messrs. Perez and Co., New York. Havana, January 8th, 1843. Gentlemen : I have just received your letter of the 3d December ultimo, with account sales of Sugar sent per brig Perry, the nett proceeds of which, say $ . . ., I have placed to the debit of your account. 15 170 MERCANTILE LETTERS. Espero que al recilo de esta habrdn vds. embarcado el a'fgodon que ordene' para los S. S. Solariega y C a > de Cadiz, y en este caso estimare me pasen cucnta corrlente & la mayor brevedad posible. Queda de vds. of mo. {*) y S. S. S., Q. S. M. B. Jo si Sanchez. IlEMISION DE CUENTA CORRIEIsTE. Naeva York y Enero 31 de 1843. Sr. Don Jose" Sanchez, Habana. Muy Sr. ntro. : Nos hailamos favorecidos con su grata de 8 del corriente por la cual qiiedamos cnterados de que nos cargo los $ por producto liquido del aziicar. Con J ha. (f) 20 del actual remitimos por la frogaia Liverpool a Ion S. S. Solariega y O- de Cadiz . . . pa- cas de Algodon que compramos parte a . . . per lb. y parte a, . . . como verdn por la factura inclusa cvyo im- porte de $. . les dejumos cargado. Acorn pailamos etc. hasta esta fha. de la cual re- sulfa un saldo d nuestro favor de $ . . . que dejamos car- gados en cuenta nueva por \ra. part/da. Sirvase yd. examinarla y darnos aviso de si vamc-9 de eonforrnidad mientras aguardan svs crdenes Sus afmos. y S. S. S., Q. S. M. B. P^rez y O (*> afmo. A contraction of a fectisimo (very affectionate), (t; fha. A contraction of fecha. ACCOUNT CURRENT REQUIRED & FORWARDED. 171 I hope that at the receipt of this letter you will have 8hipp3d the Cotton I ordered for Messrs. Solariega and Co., of Cadiz ; and in that case you will oblige me by- sending our account current as early as possible. I remain respectfully, Yours, Joseph Sanchez. ACCOUNT CURRENT FORWARDED. New York, January 31, 1843. Joseph Sanchez, Esq., Havana. Sir : We have been favored with your letter of the 8th inst., by which we learn that you have charged us v/ith $...., nett proceeds of Sugar. On the 20th of this month we sent by the ship Liverpool, to Messrs. Solariega and Co., of Cadiz, .... bales Cotton, part of which was purchased at . . . and part at . . . per lb., as you may see by the enclosed invoice, amounting to $ ... ., which we have placed to your debit. Herewith you wiU find account current to this elate, which leaves a balance in our favour of $ . . ., which we have charged to your new account. Please examine it, and advise us if correct. We remain most truly yours, Perez and Co. 172 MERCANTILE LETTERS. CUENTA Debe Bon Jose Sanchez de la Habana su c.fc. con 1812. Agosto 20. De ntra, remesa por Cejiro $ 1843. Enero 20. „ „ a los Sres. So- lariega y O- de Cadiz 31 . Intereses- hasta esta fha. $ Enero 31. Del saldo d ntro. favor segun cuenta que precede S. E. u 0. ACCOUNT Dr. Mr. Joseph Sanchez of Havana in a./c. with 1842. August 20. To our shipment per Cefiro $ 1843. Jan. 20. ., „ to Messrs. So- lariega & Co., of Cadiz 31. Interest to this date Jan. 31. To balance from o./a. E. and O. E, $ ACCOUNT CURRENT. 173 CORR1ENTE. Pirez y O- de Nueva York, Haber 1842. Agosto 20. For ntra. libranza or den de Fi- leston y O- $ „ „ „ Gutierrez y O- ..... „ „ „ Jose Lacaba Dice- 3. Liquido producto del aziicar red- bido por el bergantin Ferry ..... 1843. Enero 31. Saldo a nuestro favor Nueva York y Enero 31 de 1843. Perez y O- CURRENT. Perez and Co., of New York, Cr. 1842. August 20. By our Draft, order Fileston & Co. $ . . . . " " " Gutierrez & Co. ... . " " " Joseph Lacaba, .... Dec. 3. By nett proceeds of Sugar, per Perry, 1843. Jan. 31. By balance to new account, * .... New York, January 31, 1843, Perez and Co. Id* 174 MERCANTILE LETTERS. VALES. Nueva York 2 de Abril 1843. Debo y pagare* a seis meses fecha a la orden de Don Sajitiago Wells la cantidad de mil pesos, valor recibido. Juan Alison. RECIBO. Nueva York 5 de Mayo 1843. He recibido de los Sres. Diez y O- la cantidad de cien pesos, importe de mi cuenta fecha 3 de Abril Ultimo. ■ Pedro Arroyo. NOTE.— RECEIPT. 175 NOTE. New York, April 2d, 1843. Six months after date I promise to pay to the order of Mr. James Wells, the sum of one thousand dollars, value received. John Alison. RECEIPT. New York, May 5th, 1843. Received from Messrs. Diez and Co., the sum of one hundred dollars, per amount of my bill dated 3d April last. ■ Peter Arroyo. E X E R C I S E S CIRCULAR. Messrs. Acuna & Co. Matanzas. Eoston, May 24th, 1842. Gentlemen: We beg leave to inform you {Grain. No. 24S) that we have established a commercial house (una casa de comercio, Gram. No. 282, Observations) under the firm of Sanford fc Co. We flatter ourselves that a sufficient capital and the requisite knowledge and experience will enable us (nos pondrdn en estado) to transact, (de despachar) to the entire satisfaction of our friends, the business which they may be pleased to honour us with (Gram. No. 291 Observations). In the hope that (de que) you will favour us with your orders, we request you to take notice of our res- pective signatures, and remain Your most obedient Servants, Shields & Co. Peter Shields will sign George Ortiz „ „ STATE OF THE MARKET. Messrs. Acuna & Co. Mataazas. Boston, May 24th, 1842. Gentlemen ; Confirming our circular of this date, and hoping that a notice concerning the state of our market may not be disagreeable to you, we do ourselves (tenemos) the pleasure of giving (darles) the following. The shipping ssason being (hahiendo) now closed EXERCISES. STATE OF THE MARKET. 177 (pasado, Gram. Nos. 289 and 283, Observations), there is but little doing in business. Some articles are very- plentiful, while others are quite scarce. Coffee. The stock consists of about (unos) bags Java, which is held at . . . . ; sellers refusing to sell any lower, as they are limited and no cargo is expected. Raw Sugar. Is now quoted at . . . . ; it must decline soon, as there is a cargo to arrive within a few days. Some of the holders are selling under that rate, money being now scarce ; others hold on to their former prices. Mollasses are very dull, there being scarcely any demand for this article and no orders on hand. There was such a quantity shipped to Europe last season, that we are of opinion that, if there is an arrival, they will become quite unsaleable. Pepper is firm at (se mantiene a) .... : very scarce and we have no advice of any being expected. Cocoa is quite flat, buyers not wishing to lay in (sur- tirse) any (nada) more than what is wanted for the re- tail dealers. The above is the real state of our trade just now. The annexed price current will show you the ruling prices of the different goods. We remain, your most obedient servants, Shields & Co. order. Messrs. Shields & Co. Boston. Matanzas, June 12th, 1842. Gentlemen : We acknowledge the receipt of your circular dated 24th May. 178 EXERCISES. ORDER. It will give us much pleasure to see a profitable con- nexion formed between our respective houses, and in proof of our intentions we forward the following order, the execution of which [Gram. No. 256) we leave en- tirely to your discretion. Beef, prime, Barrels Lard Kegs .... We recommend the greatest attention to packing, and request that the goods be shipped {Gram. Nos. 236, 150, 156, 157) on board an American vessel, fully insured, with ... pg . added. As both articles are now rather scarce in our market, please send them with all possible dispatch. You may draw on us at . . . d. s. Should this experiment [ensayo) succeed, ( # ) we in- tend to wait upon you with more extensive orders. In the hope that you will be successful in your new establishment, we remain Your most obedt. Servts. Acufia & Co. (*) When the verb is used in the Subjunctive imperfect, there are, in English, two different ways of announcing a condition, namely : By expressing the Conjunction if; (If this experiment should succeed,) or by placing the nominative between the auxiliary and principal verb ; (.Should this experiment succeed;) But in Spanish we can only use the first one : (Si este ensayo tu- viese buen exito). In the compound tense, however, we may use the preposition a and the infinitive, instead of the conjunction si and the subjunetive imperfect : (A haber tenido buen exito este ensayo.) Should this experiment have succeeded. EXERCISES. ORDER EXECUTED. 179 ORDER EXECUTED. Messrs. Acufia & Co. Matanzas. Boston, July 10th, 1842. Gentlemen: Your favour of the 12th ult. is at hand; since which we are without any of your letters. You will please find enclosed bill of lading and in- voice of Lard and Beef, shipped on board the Brig Latona, Smith, ordered by your mentioned letter, and amounting to $ . . .. which we place to your debit. We have this day drawn on you the amount of said invoice, viz. : $ at .... d. s. order John Bell, Esq. $ do. do. „ James Burr, Esq. which drafts, we have no doubt, will be honoured. The Brig is to sail to-morrow, and we hope to hear soon of her safe arrival. Flattering ourselves that our endeavours to merit your approbation will meet with a continuance of your confi- dence, We remain respectfully yours, Shields & Co. Messrs. Shields & Co. Boston. Matanzas, August 20th, 1842. Gentlemen : We acknowledge the receipt of your favour of the 10th. ult. with the enclosed bill of lading and invoice of lard and bref to the amount of $ which we have placed to your credit. 180 EXERCISES.-CONSIGNMENT.-RECEFT. OF GOODS. Your drafts shall be fully honoured with acceptance and payment, when due. The goods have reached us in good condition and good time, for which please accept our best thanks. You will find herewith invoice and bill of lading of casks mollasses, shipped on board the schooner (goleta) Angola, Richarson master, which you will have the goodness to dispose of, and invert the nett proceeds on butter, some of a superior and some of a middling quality at an average price of forward- ing it to our friends in Havana Messrs. Garcia, Sons & Co., fully insured. We are, gentlemen , your most obedt. servts. Acufia & Co. RECEPTION OF GOODS. Messrs. Acuna & Co. Matanzas. Boston, September 8th., 1842. Gentlemen : by your favour of the 20th. August we learn that you received the Beef and Lard, we shipped on board the Schooner Angola. By the same vessel we received invoice and bill of lading of casks Mollasses, which have been sold, as per account sales inclosed, having placed to your credit the nett proceeds $ , which shall be inverted, as per your orders, on Butter, which we shall ship, consigned to Messrs. Garcia, Sons and Co. of Havana. EXERCISES. — ACCOUNT CURRENT REQUIRED. 181 We have not (Gram. No. 2^0) yet made (Gram. No. 289, observations) the purchase : our market being now almost bare of that article, it commands higher price than usually. As soon as it gets lower we shall purchase and send it. In the meantime we ramain, respectfully yours, Shields and Co. ACCOUNT CURRENT REQUIRED. Messrs. Shields & Co. Boston. Matanzas, October 12th. 1842. Gentlemen : your letter of the 8th. last has just been received together with the annexed account sales of Mollasses per Angola, the nett proceeds of which we have placed to your debit. We hope that on the receipt of this you will have sent the Butter to Messrs. Garcia, Sons and Co. of Havana, and request you to hand our account current as soon as convenient. We remain your most obedt. servts. Acuna and Co. ACCOUNT CURRENT FORWARDED. Messrs. Acuna and Co. Matanzas. Boston, November 30th. 1842. Gentlemen: your letter dated October 12th. is at hand. By it we are informed of your having placed to our debit $ nett proceeds of Mollasses. 16 182 EXERCISES. ACCOUNT CURRENT FORWARDED. The Butter you ordered, was shipped on the 9th. inst. on board the Brig Cortes to Messrs. Garcia, Sons and Co. of Havana. Part was purchased at . . . and part at .... as per an- nexed invoice to the amount of $ which we have charged on account. Enclosed you will find the account current you require. The balance in your favour has been placed to your credit in new account. Please have it examined and inform us if correct. We remain your most obedt. servts. Shield & Co. SECTION THIRD. COMMERCIAL TERMS Abarrote, dennage. abono, security. abastos, supplies. acarreo, carriage. ajuste, bargain. almacen, storehouse. arribo, arrival. asiento, entry in a book. abandono, relinquishment. aviso, advice. acopio, a provision. ajio, agio. afueros, valuation of goods at customhouse. arcos, hoops. aduana, customhouse. accion, stock. almoneda, auction. arbitration, arbitration. avcria, average. averia y capa, primage and hat money. arroba, 25 pounds weight. arancel, book of rates. arras, earnest. ajencia, agency, adicion, addition. albald, pass. alcance de cuenta, balance of an account. balance, balance. beneficio, benefit. banco, a bank. borrador, day book. borradorcilCo, memorandum- book. bienes,pl., goods. balanza, balance. bala, a bale. barateria, barratry. bolsa, an exchange. cambio, exchange. capital, capital. caudal, wealth. cargo, a cargo. cobro, recovery. contenido, contents. contrabando, smuggling. correo, mail. cr6dito, credit. por ciento, per cent. consumo, consumption. certificado, certificate. conocimiento, bill of lading. al contado, ready money. convenio, agreement. comercio, commerce. costos y cargos, costs and charges. cajon, a chest. cartera, portfolio. contestation, answer. carestta, scarcity. caja, cash. caja, box. compra, purchase. compania, company. contrata, a contract. copia, a copy. cuenta, an account. calidad, quality. churla, cinnamon-bag. 184 COMMERCIAL TERMS. cor respondentia, correspond- ence condition, condition. comision, commission. consignation, consignment. contribution, assessment. carta, letter. carta de cambio, bill of ex- change. cuarta, quarter of a yard. cuantia, quantity. dano, damage. derechos, duties. descucnto, discount. descmbolso, disbursement. despacho de aduana, clearance. despacho, vent. destino. destination. duplicado, duplicate. documento, voucher. diario, journal. data, date. demand*, demand. deuda, debt. descarga, unlading. desgracia, misfortune. demora, delay. deduction, deduction. declaration, declaration. duclas, staves. efectos, effects. empzno, engagement. endoso, indorsement. exlracto, extract. envoltorio, wrapper. extorno, cancelling. envase, covering. enoios embarques, shipments. entrada, entry. ontrega, delivery. exijencia, exigency. escasez, scarcity. escala, mart or port. estada, delay. extraction, exportation, extortion, extortion. expedition, shipment. fondos, funds. fardo, bale. fardillo, truss. forcejo, struggle. fijadews, paper-files. flete, freight. fletamcnto, freighting. fravde, fraud fomento, encouragement. frutus, produce. factona, factory. factura, invoice. fabrica, manufactory. falta, want. falta de pagamento, nonpay- ment. fecka, date. feria, a fair. Jianza, security. fidelidad, fidelity. Jirma, signature or firm. granos, corn. gastos, expenses. guia, a permit. ganancia, gain. harpillera, wrapper. hipoteca, mortgage. hacienda, estate. real hacienda, royal revenue. impuestos, imposts. incremento, increase. ingreso, entry. importe, amount. importe liquido, neat amount. interes, interest. intcresados, concerned. inventario, inventory. msolvente, insolvent. insolvencia, insolvency. ida y vuelta, out and home. industria, industry. jenero, kind. jeneros, goods. jeneros secos, dry goods. jornal, journal. juramento, oath. jiro, circulation. COMMERCIAL TERMS. 185 junta, a meeting. junta de comercio, board of com- merce. junta de sanidad,bosird of health jera, malt. lacre, sealing wax. legajo, a bundle. legajo de cartas, bundle of let- ters. libro, book. libro de cuentas, account book. libro de tienda, day book. libro de caja, cash book. libro mayor, ledger. libro de muestra, pattern card letra, draft. let ra de cambio. bill of exchange libranza, draft. lio, bundle. licencia, licence. libra, a livre. lenceria, linens. manuscrito, manuscript. mancamiento . failure. mostrador, compter. manejo, management. montante, amount. muelle, wharf. moratoria, respite, monta, amount. moneda, coin. maleta, mail. merma, waste. mercancias, merchandize. mcrcadurias, wares. medida, measure. neutral, neutral. oblea, wafer. oferta, proposal. 6rden, order. oportunidad, opportunity. obligation, bond. obligaciones, bills of lading. puerto, port. pagamento, payment. unpagare, promissory note. paquete, packet. 16* paquete de cartas, packet of let- ters. peso, dollar. peso, weight. peso bruto, gross weight. peso limpio, neat weight. peso neto, neat weight. producio, proceeds. porte, carriage. porte de cartas, postage. precio, price. poder, power of attorney. premio, premium. premio de seguros, premium of insurance. prestamo, loan. primaje, primage. provecho, benefit. peligro, danger. perjuicio, injury. dplazo, on terms. pliego, sheet of paper. partidas. parcels. perdida, loss. petaca, hamper. promesa, promise. protesta, protest. purdualidad, punctuality. proporcion, proportion. pluma, pen. pdliza, policy. poliza de seguros, policy of in- surance. pajina, page. paga, payment. paca, pack. parte, party. papslera, writing-desk. peseta, pistareen. provisiones, provisions. producciones, productions. proporcion, proportion. quintal, hundred weight. quita, acquittance. quitanza, release. quiebra, bankruptcy: quinquilleria, hardware. 1'86 COMMERCIAL TERMS. — -DRY GOODS. resguardo, security. residuo, residue. rctazo, remnant. recibo, receipt. reseat e, ransom. renglon, line. renglones, articles, goods. nccambio, reexchange. ricsgo, risk. real, a real. renta, revenue. rentas realcs, royal revenue. remesas, remittances. riquczas, riches. resma, ream of paper. respnesta, answer. rebaja, abatement. salvamento, safety. seguros, insurance. sobrescrilo, direction. sneo, bag. s.aco de cniquen, gunny bags. saldo, balance. sisa, excise. subusta, public sale. subida, rise. subida de precios, rise in prices. salida, departure. traslado, copy. tonelaje, cooperage. tributo, duties. trueque, barter. iercio, bale. lonel, cask. traspaso, assignment tienda, shop. tanteo, computation, tar if a, tariff. talega, money bog. tara, tare, tret. tasa, set rate. tasacion, assize. tonelcria, cooperage*. tinta, ink. vale, note. valor, value. viaje, voyage. varios, sundry. venta, sale. ventaja, advantage. vara, yard-measure. valuation, valuation. a vista, on sight. vuelta, return. uso, use, usance. a dos usos. double usan; utilidad, utility. usura, usury. zurron, serroon. Dry Goods. Algodon, cotton. angeo, canvas. alepin, bombazeen. anascotes, saves. arabias, persian. agujeta, a lacing point. barragan, coarse camblet. bayeta, flannel. bayeton, baize. brin, top-sail cloth. bocaci, buckram. brocado, brocade. batista, cambrick. bretanas, britanias.. boquvih coarse baize. bramanle, pack thread. burato, tiffany. brocatel, linsey woolsey. bucaran, buckram. bordadura, embroidery. calicti, callico. cambray, cambrick. cambrayon, coarse cambrick, camelote, camblet. cdnamo, hemp. canamazo, canvas. calanclan, chintz. casimir, casimir. caniza, coarse linen. caserillas, homespun linen. DRY GOODS, 187 cendal, crape. coleta, canvas. creas, morlaix. colon, printed calico-. cotonada, a sort of eallico. cotonia, dimmity. carisea, kersey cloth. cintas, ribbon. damasco, damask. droguctc, drugget, a slight sort of woollen stuff, estofa, stuff. escarlata, scarlet. estamena, serge. estambre, worsted. cncaje, silk lace. fardo, a bale. felpa, plush. jleltro, felt. friza, frize. fa$tan, fustian. fresada, blanket. jiorcte, flowered muslin. franela, flannel. filipichin, flowered camlet. filigrcma, filigreen work. filadez, ferret silk. grana, scarlet. gorgoran, grogram. gasa, gauze. gorbion, striped taffety. hiladillo, ferret-silk. kilo, thread. hilo acarreto, pack-thread. Indiana, chintz. lana, wool. lona, sail cloth. liston, broad ribbon,. lino, lawn, flax. lienzo, linen. listados, stripes. librete, book-muslin. lanilla, swan-skin. muselina, muslin. manteles, tablecloths. manteleHa, table linen. sohremantel, upper tablecloth. mahon, nankeen. olan, eambrick. olandilla, isingham holland, olanda, holland. olona, sail cloth. oropel, tinsel. oritlo, lifting of cloth. platillas, silesia holland. prusiana, printed cotton. panuelos, handkerchiefs. pano, cloth. pano acipado, close woven cloth. parasol, umbrella. paraguas, umbrellas.. pasamano, gold lace. puTios, ruffles. puntas, lacing point. quitasol, umbrella. ropa blanca, linen made up. raso, satin. raja, rash cloth. ratina, ratteen. ribete, edging. man, French linen seda, silk. sayal, sack cloth. servilletas, napkins. sirsaca, serga, serge. tela, cloth or linen, toallas, towels. terliz, ticken. terciopelo, velvet. tafetan, taffety. tripe, plush. tela de oro, cloth of gold, torzal, hat band. trencilla, hat band. un tercio, a bale. tapiz, Turkey carpet vuelos, ruffles. velillo, fine gauze. vellori, cloth undyed. vesfalia, German linen. vueltos, ruffles. zaraza % India callico. 188 WEIGHTS AND MEASURES. Weights and Measures. Ana, ell. azumbre, pottle. arroba, twenty-five pounds. adarme, half drachm. balanza, scales. braza, fathom. barrica, barrel (liquid meas.) barril, barrel (dry measure). bocoy, hogshead. cuarteron, quarter pound. cuartillo, pint. cuarterola, quarter cask. aiarta, quarter. cuarLa, quart. cunrlilla, gallon. codo, cubit. celemin, peck. calona, half arroba. cunete, keg. dracma, drachm. estadio, furlong. escrupulo, scruple. fanega, bushel. grano, grain. huebra, acre. legua, league. libra, pound. medida, measure. milla, mile. raodio, bushel. onza, ounce. pulgada, inch. pi6, foot. paso, pace. palmo, span. periiga, perch or pole. peso, weight. pinla, pint. pipa, pipe. quintal, hundred weight. quilate, carat (four grains). romanas, stilyards. tercio, tierce. toncl, cask. tondada, ton. vara, yard. yugada y acre. Offices connected with Commerce. Ajente, agent. abarcador, an in grosser. acreedor, creditor. administrador, administrator. apoderado, attorney. asegurador, underwriter. armador, snipper accionista, actionary, actionist. actuario, scrivener. albacea, executor. banquero, banker. cajero, cashier. cobrador, receiver. companero, partner. comprador, purchaser. contrabandista, smuggler, corredor, broker, corredor de cambios, exchange broker. correspondiente, corresponsal, correspondent. cargador, shipper. comerciante, merchant. chalan, chap. consignatario. consign 63. demandante, claimant. deudor, debtor. defendicnte, defendant. diezmero, tythe man. dueno, owner. dependiente, clerk. escribiente, writer. endosador, endorser. encargado de, agent for. OFFICES CONNECTED WITH COMMERCE. 189 extractor, exporter. estivador, stower. factor, factor. fiador, surety or bail. fiador hipotecario, mortgager. fietador, freighter. ganador, gainer. ganapan, porter. guardas, customhouse officers. guardas vijeadores, tide-waiters guarda de navio, tides-man. insolvente, insolvent. introductor dejineros, importer interesados, concerns. juez, a judge. juez arbitro, an arbitrator. librador, drawer of a bill. •marchante, customer. marinero, seaman. mer cad er p or mayor, wholesale dealer. monopolista, monopolist. mercader, dealer. mercadcr de scda, silk mercer. mercader de pano, woollen- draper. mercader de licnzo. linendraper. negociante, a merchant. negociante dejeneros extranjeros, an importer. negociante de acciones, a stock jobber. parroquiano, a customer. portador, the bearer. portador de cartas, letter carrier personero, an attorney. pasajero, a passenger. procurador, an attorney. qucjante, plaintiff. sindico, assignee. sobrecargo, a supercargo. tratonle, a dealer. tendero, a shop keeper. tenedor de libros, book-keeper. w^w-:2^,^ A AHaaa iis$itiMH8& „ A A A, J,. O A' r\ * a £ a. A J/: AaAA~ V ^'Ka^A^aaXAA LOikM A A A a £ £ A A> . mmmmK W^'Aa/" AAA AAAA* - AA n A tmismmmm^m fwi^wfaQ'rtewmteft W*WM\ mffM^ m mm&& ''ifl./vftAO '7^ A aWaAa^a srkww ~**^ ■^on^AA ^aaAaaA MW. - afifiA« -^■-- r Deacidified using the Bookkeeper process. Neutralizing agent: Magnesium Oxide Treatment Date: Sept. 2006 PreservationTechnologies A WORLD LEADER IN PAPER PRESERVATION 1 1 1 Thomson Park Drive Cranberry Township, PA 16066 (724)779-2111 A>Y ,^/^A iiBISiP ,*^! mmm^fiM AaAAAaA M^m^M^^M mmvmmKm: mmmMAA AaAai i'ALr/yyWAA A| A a ' A a a a HA flu ^ ' 3 • ' a O'A " :;c" -' ;■,:',. ^*n^A^£ 0%A/W AAA^CaA' a'AA^aL'^ ^^M^iii^fflHlS W^AaAVaAa' ^A^'^WWAh 1 a Mt^MM^MmMim mmmm m§m&mm tmmmiim Aaa^IOAO;^' »*M$ ^%^AA^A A ' aMAa^^^^.^KO*